MÉXICO
BÁRBARO
by JOHN KENNETH TURNER
ALGUNAS
NOTAS SOBRE LOS ESCLAVOS DEL PORFIRIATO
JORGE
ANTONIO DÍAZ MIRANDA
Abril de 2012
El libro
premonitorio de un liberal consecuente
En 1908 y 1909 John
Kenneth Turner (1879-1948), viajó a México para corroborar por si mismo las
noticias que había recogido en Estados Unidos de parte de algunos liberales
mexicanos como Ricardo Flores Magón, concernientes a los esclavos del
porfiriato en la etapa más sangrienta de la dictadura de treinta años.
Haciéndose pasar por un prominente hombre de negocios reunió testimonios únicos
de primera mano, sobre la situación de la esclavitud en México y el trabajo
forzoso por deudas con el que los reyes del henequén atrapaban a trabajadores
libres y los explotaban sobre la base de abusivas prácticas agiotistas. La
situación observada fue registrada por Turner en el libro México Bárbaro[1]
en el que anticipó que la situación social en el México de aquel entonces
desembocaría en un estallido social sin precedente: “Desde la primera edición de este libro (…)
se han cumplido las dos profecías (…), que México está a punto de iniciar una
revolución a favor de la democracia y que Estados Unidos intervendrá con
fuerzas armadas (…) para sostener a Porfirio Díaz o a un sucesor dispuesto a
continuar su asociación especial con el capital norteamericano”. (MBE: Prólogo)
El objeto del libro de
Turner fue informar al pueblo norteamericano sobre la situación en México y
denunciar la política intervencionista del presidente Taft, la cual por cierto,
intensificó la ferocidad del régimen de Porfirio Díaz y la situación de
opresión-represión del pueblo mexicano. Del libro de Turner se extraen las
siguientes notas sobre la situación de México en los últimos años del período
más sangriento del porfiriato.
Los
esclavos de Yucatán
Turner comienza con una
caracterización del régimen político de México, el cual, a pesar de contar con
una Constitución moderna y del todo explícita en el respeto de la democracia,
los derechos humanos, la libertad y los derechos a u trabajo digno; en la
práctica es todo lo contrario:“(…) Descubrí que el verdadero México (…) es un país sin
libertad política, sin libertad de palabra, sin prensa libre, sin elecciones
libres, sin sistema judicial, sin partidos políticos…” (MBE: 9)
El primer punto en la
ruta de búsqueda del esclavismo fue Yucatán, dentro de las haciendas cultivadoras
de agave, materia prima para la producción de henequén. En Mérida encontró haciendas del tamaño de
pequeñas ciudades habitadas por 500 y hasta 2500 personas. La producción estatal
de henequén era tal que en aquella época su exportación anual alcanzaba las
113, 250 toneladas. De los 300 mil habitantes de Yucatán sólo 250 eran los
esclavistas y de esta élite cincuenta eran identificados como los reyes del henequén.
De acuerdo a Turner todos los habitantes de las haciendas eran esclavos o
estaban en camino de serlo bajo la modalidad de trabajo forzado por deudas. De
los 300 mil habitantes de Yucatán en los tiempos del porfiriato, 136 mil eran
esclavos (45.33% la población), de los cuales, 8 mil pertenecían al grupo
indígena Yaqui (raptados y trasladados por la policía secreta desde Sonora y
vendidos a los esclavistas por altos funcionarios del régimen), tres mil chinos
(traficados desde su país de origen por filibusteros ingleses, estadounidense,
holandeses y belgas, vendidos a intermediarios en San Juan de Ulúa o Puerto
Progreso) y 125 mil indígenas mayas (atrapados en el esclavismo por deudas
contraídas). Nos informa Turner que: “El principal
esclavista de Yucatán y con preeminencia entre el selecto gremio de reyes del
henequén, fue Olegario Molina, ex gobernador del estado y secretario de Fomento
(Industrial) de México, (pues) sus propiedades en Yucatán y Quintana Roo
sumaban más de 6 millones de hectáreas.” (MBE: 12)
Pero a pesar de las
evidencias encontradas por Turner, ninguno de los esclavistas entrevistados por
el periodista encubierto, admitió tener esclavos, sólo “trabajadores”, “obreros”,
“contratados temporales” o simplemente “gente”. Sin embargo el gremio es
cerrado a extranjeros que no hayan establecido su residencia en Yucatán pues
teme que sus prácticas sean denunciadas a nivel internacional. Por consiguiente
la producción henequenera está en manos de un monopolio de cincuenta personas. Pero
Turner encuentra evidencias en las condiciones reales de vida dentro de las
haciendas: “Esclavitud
quiere decir propiedad (privada) sobre el cuerpo de un hombre, tan absoluta que
éste puede ser transferido a otro; propiedad que da al poseedor el derecho de
aprovechar lo que produzca ese cuerpo, matarlo de hambre, castigarlo a
voluntad, asesinarlo impunemente (…) Tal es la esclavitud que encontré en
Yucatán.“ (MBE: 13-14)
El control económico de
los reyes del henequén sólo es posible por la colusión de la policía secreta y
el dominio de la política de su estado. Esta élite financiera impone al
gobernador y a los funcionarios, quita y pone a los representantes de las
regiones, pueblos y rancherías, y todo con el afán estratégico de preservar sus
ventajosos privilegios. Sobre el perfil de los reyes del henequén Turner señala
que son mestizos de maya y español, proclives al régimen porfirista con el que
han establecido relaciones e intereses mutuamente convenientes, además de redes
de beneficio con los que compran el silencio de autoridades locales a quienes
consideran como sus empleados o administradores.
El vídeo corresponde al documental hómonimo
de Oscar Menéndez
CONTINUARÁ…
[1] Para la elaboración de
este trabajo se emplea la versión en español 2008 de la editorial Ediciones
Leyenda, ISBN 968-5146-01-2, y forma
parte de un esfuerzo de sistematización y documentación más amplia, sobre los
antecedentes recientes del México actual. En adelante las citas de la edición
en español se citará como sigue MBE:2 que quiere decir México Bárbaro en
español página dos.
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