PEDERASTIA CLERICAL EN COMUNIDADES
INDÍGENAS DE OAXACA*
JORGE
ANTONIO DÍAZ MIRANDA
MIÉRCOLES
13 DE JUNIO DE 2012
Cuando
menos 45 niños y jóvenes de regiones indígenas oaxaqueñas fueron víctimas de
abuso sexual por parte de un sacerdote, Gerardo Silvestre Hernández, de acuerdo
a diversos testimonios que desde junio de 2009 fueron presentados por
autoridades municipales y feligreses, e incluso, de viva voz ante el arzobispo
José Luis Chávez Botello por diez curas oaxaqueño, los que después notificaron
del asunto al Vaticano donde a pesar de las evidencias y los testimonios
presentados lo declararon inocente.
En
una carta formal enviada al cardenal William Joseph Levada, directivo de la
Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, los religiosos oaxaqueños
aseguraron que desde el 16 de junio de 2009 “advertimos a nuestro arzobispo
(Chávez Botello) y a su obispo auxiliar, Óscar Campos Contreras –hoy obispo de
Tehuantepec–, en una reunión que le pedimos para tratar este caso, que el malestar
del pueblo y la noticia de la pederastia del padre Gerardo Silvestre estaba
desbordando los límites de las parroquias de Santiago Camotitlán –su parroquia
inmediatamente anterior– y San Ildefonso Villa Alta, su parroquia actual en
este momento”.
La
carta al Vaticano, enviada el 4 de agosto de 2010, puntualizaba: “Estamos muy
preocupados por esta situación que, consideramos, puede llevar a nuestra iglesia
diocesana –y por ella a la Iglesia universal– a una crisis de credibilidad y de
pérdida de respeto peor que la que el papa Benedicto XVI advierte en su Carta
Pastoral a los católicos de Irlanda”, pues el delito de pederastia que
denunciamos, pudiendo resolverse a tiempo, se ha dejado que avance encubierto
por nuestro arzobispo, con gran sufrimiento de niños y adolescentes indígenas,
de sus padres y de pueblos completos.
En
la reunión del 16 de junio de 2009 con el arzobispo Chávez Botello, los curas
leyeron un texto integrado con testimonios de las víctimas y testigos:
Santa
Catarina Yetzelalag, Villa Alta: el sacerdote Silvestre Gerardo a los niños y jóvenes de la
comunidad (...) les hacía caricias obscenas y jugueteaba con ellos (...) En una
de las festividades (...) invitó a unos jóvenes a tomar y les compró sus
cartones de cerveza y que ya tomados a uno de ellos le estuvo chupando el pene
y acariciándolo indebidamente.
San
Ildefonso, Villa Alta: “le gusta el licor... se ponen a tomar con él y tener jovencitos de
otras comunidades que no corresponden a la parroquia en sus habitaciones... lo
han visto tomado en los basureros por las noches y anda con el cuello lleno de
chupetones morados… Hay otro joven en esta comunidad que ha sido otro de sus
amigos íntimos del padre y comenta que los de Camotitlán son unos p%#& porque dan su limosna para que él las disfrute
ya que dice que el padre le da a él por los favorcitos que le ha hecho y que
por fin se aventó uno de cura”.
Temaxcalapa: por estar tomado sufrió un
percance con su camioneta en calles centrales de la comunidad... cuando en una
reunión le hicieron ver sus fallas... se molestó y les pidió fotos o videos...
les dijo que no les extrañara que un padre tomara ya que hay padres borrachos,
mujeriegos... y hasta con hijos y que son peores más hasta hay obispos
borrachos y con mujeres.
Santiago
Camotlán: una
víctima da testimonio de que Gerardo Silvestre lo llevó de acompañante a San
Dionisio Ocotepec; de regreso lo metió a un hotel, lo emborrachó y abusó
sexualmente de él. En un video, un joven de enlista nombres de niños,
jóvenes y hasta un viejito a los que Gerardo Silvestre Hernández en
diversas fechas embriagó para luego tener relaciones sexuales. La suma de lo relatado
por ese joven es de más de 4o casos.
Los
pueblos indígenas afectados y ofendidos han empezado a unirse y organizarse
para actuar en contra del padre Gerardo Silvestre Hernández y el arzobispo José
Luis Chávez Botello, al primero por pederastia y al segundo por complicidad y
encubrimiento. Lo anterior fundado en el decir de siete sacerdotes diocesanos
al advertir que el mencionado jerarca religioso ponía oídos sordos desde
2009 a los señalamientos contra su protegido. Lo peor es que sobre esas
denuncias tenían conocimiento desde años atrás el gobierno de Oaxaca,
Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y la Comisión Estatal de Derechos
Humanos (CEDH); instancias que guardaron silencio. Derechos de
Autor ®
*Con información de Julio Hernández López, Octavio Vélez Ascencio & los corresponsales de la Jornada en Oaxaca.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario