LOS VERDADEROS ÁNGELES
CAÍDOS
by Jorge Antonio Díaz Miranda
2012-05-30
“Vinieron
como una pálida ilusión del mundo, que pronto se extinguió. Su frágil vela fue
extinguida por los vientos beligerantes de una guerra no declarada. Cada uno,
cayó abrasado por el fuego, con su
belleza arruinada y su sueño que nunca más volverá a ver la luz del mundo. Y
cada Uno descendió a la cripta, envuelto por el manto de la indiferencia. Nadie
sabe por qué, ni cómo. Pero hacia donde
emigren con sus frágiles almas fugitivas, hacia ese lado nuestra mirada se
llenará de dolor. Estas víctimas arrancadas del mundo por culpa de la maldita
politiquería que todo lo que toca ha de convertirlo en lodo”.
No ha de ser motivo de orgullo detentar el reconocimiento
internacional, según el cual, México descuida de forma significativa el
desarrollo de sus niños y jóvenes. Según el más reciente informe sobre
Desarrollo Humano 2011 el deterioro de la economía familiar ligado de forma
determinista a la falta de empleo y los índices inflacionarios, casi han puesto
fuera de alcance la canasta básica. El aumento de la pobreza alimentaria en
Guerrero, Oaxaca y Chiapas, Tlaxcala, Puebla, La Huasteca potosina, Sonora y el
Estado de México, afecta en su mayoría a poblaciones indígenas, culturalmente
desatendidas y marginadas, a quienes el estado de desnutrición crónica ha
golpeado con la enfermedad o la muerte.
En el renglón de desatenciones también tenemos la
cifra de 250 mil niños que padecen algún tipo de abuso por explotación laboral,
ya sea sexual, productiva o bien de tráfico de órganos. Y una vez más Chiapas,
Guerrero y Oaxaca están a la cabeza de este ranking mortal con sus poblaciones
indígenas. A lo que se deben sumar los
cerca de 1700 niños atrapados mortalmente en el fuego cruzado de la guerra no
declarada contra el crimen organizado. Sin olvidar la tragedia de la guardería
ABC y los desfiguros de la clase política para encubrirse y culpar sólo a
burócratas de tercera y cuarta línea. Más aquellos niños de kínder, primaria,
secundaria y preparatoria acosados por el enfrentamiento entre supuestos
criminales y las fuerzas de seguridad del Estado, quienes no han tenido cuidado
de incluir en su estrategia la protección civil. Pero la violencia física no es
todo, ahí están los miles de ninis, los millones que en edad de emplearse no
encuentran empleo y las familias absorbiendo este peso que en cualquier momento
será insostenible y provocará desastres sanitarios, alimenticios y educativos.
En este sexenio recalcitrante en injusticias nada ha cambiado: para los
políticos, todo, para los niños y jóvenes, nada, a pesar del triunfalismo
mediático, la jactancia y la soberbia que pretenden salvar este país sólo desde
el discurso y para el panegírico del discurso.
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