LA APUESTA QUE VA DE RETRO
By Jorge Antonio Díaz
Miranda
Viernes 08 de junio de 2012
Tardía
y errónea entrada en escena de la guerra sucia por parte del panismo que, en
pánico, intenta un último rescate de emergencia para el naufragio largamente
anunciado de su candidata, Josefina Vázquez Mota. La nueva concertasesión a
cuenta de la chaqueta política y el arribismo de ocasión a cargo de Vicente
Fox, Manuel Espino (del PAN) y Rosario Robles (PRD)., adelantan el sepulcro de
una candidatura que no levantó, por las torpezas de gestión política del gran jefe
Calderón y la inexperiencia de presidentes y ex presidentes blanquiazules que
han desfilado en una pasarela de ineptitud, cada vez más recalcitrante. Sin
mencionar el pobre curriculum que la
Vázquez Mota exhibió como prueba de ignorancia e incompetencia al frente de la
SEP y la SEDESOL, la candidata esta sitiada en un laberinto de contradicciones
que quiere pasar como errores disculpables de memoria, pero es evidente que el
olvido exhibido es un endeble recurso de hipocresía al alejar el escrutinio público
de la viga en el ojo propia con el escándalo de la paja en el ojo ajeno. Inmoralidad
propia de los políticos profesionales condescendientes con familiares, amigos y
valedores políticos, pero intolerantes con las mismas prácticas corruptas que
practican los adversarios políticos.
Pero
la guerra sucia en tiempos electorales tiene una autoría panista que es imborrables,
desde los tiempos del gabinetazo foxista hasta la formulación descompuesta e ilegítima
del haiga sido como haiga sido del menguante calderonismo. Guerra sucia
emparentada con la propaganda protofascista del nacional socialismo que postulaba
la cacería de brujas lanzando las masas radicales a la praxis de la violencia. La
idea de los peligros para México no pueden ser más que cercanos al paradigma
hitleriano en su intencionalidad de manipulación ideológica, visión clasicista,
fariseísmo, doble moral y el despliegue institucional de la mentira que saca de
contexto frases de discursos para presentar una sola imagen intolerante del
adversario. Emparentada con sus pares fascistas, la personalidad de la viuda
rezandera Josefina la pura, en su hebefrenia e histerismo, que, al verse
rebasada por la izquierda declina simbólicamente y asume para sí la misión
ingrata del trabajo sucio. Del voto inútil al voto asustado que intenta
espantar con la manga del muerto, a estratos incautos que aún siguen
estacionados en la burbuja de la desinformación. Josefina Vásquez Mota no es inocente en modo
alguno, y como política profesional se inclinará a donde estén los beneficios,
aunque eso signifique renunciar a la dignidad y al respeto por sí misma. Su amnesia
es fingida y de todo a todo consciente de la parálisis social que garantiza
impunidad a los hijos de Martha Sahagún, Vicente Fox, Francisco Barrios, Jorge
Bours, Carlos Salinas de Gortari, los banqueros del FOBAPROA, los saqueadores
del país, Sergio estrada Cajigal, JOLOPO, Arturo Montiel…y tantos otros
próceres pos revolucionarios, técnocratas y adlátares de la fallida transición
con Felipe Calderón y su amigo desaparecido Juan Camilo Mouriño, a la cabeza.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario