GIGANTES, DUENDES Y SALVAJES
JORGE ANTONIO DÍAZ MIRANDA
Febrero 2014
Resultado de una colaboración
interinstitucional, el Programa de Atención Educativa a Población Indígena
(PAEPI) se creó para que la población indígena aprenda en su propia lengua. Un
antecedente directo del PAEPI es el Programa de Investigación y Recopilación de
Tradiciones Orales Populares (PIRTOP), encargado de reunir, valorar y difundir
dichas expresiones en nuestro país., en especial, aquellas vinculadas a la
cultura indígena. Este último programa
ha servido como base para la elaboración de antologías de literatura indígena,
recopilada principalmente en escuelas a las que asisten niños indígenas, que
motivados por sus maestros, comparten
sus respectivas tradiciones orales, heredadas de sus abuelos, padres o tíos,
concernientes al entorno natural y ancestral donde ellos viven, la tierra, el
agua, los bosques, el desierto, la montaña, la selva, los cenotes, y la amplia
bóveda cultural-mítica que sus respectivos imaginarios
étnicos han forjado en cientos de años de existencia. El archivo del PIRTOP ha
servido pues como archivo primario para la elaboración de antologías de
literatura indígena recopiladas en su mayoría en aulas de escuelas primarias
que pertenecen a estos grupos culturales. La peculiaridad de las narraciones
que los niños indígenas comparten como expresiones de su tradición es que esas
forman parte del acervo oral que pasa de abuelos a hijos y de estos a sus hijos
o a los hijos de sus hijos, en una continuidad que abarca periodos
trans-generacionales. La narrativa de los niños indígenas está ligada al medio
natural en el que viven, desiertos, montañas, llanos, bosques, ríos, arroyos,
animales y plantas, y a las actividades agrícolas o ganaderas de sus
comunidades, la caza, la pesca, o incluso a la evocación de la grandeza
ancestral de sus respectivas culturas, maya-quiche, náhuatl, zapoteca, etc. Los
niños narran aquello que escuchan o viven, y de ello lo que les dicta su
imaginación, lo que los adultos les cuentan. Los niños hablan de su vida
cotidiana, del trabajo en el campo, de las fiestas de sus pueblos, cuevas,
diablos, paisajes, plantas, animales fantásticos, de: “los gigantes y los salvajos (como los llaman en la Mixteca), ellos, los
otros, son distintos a nosotros por su tamaño y por sus costumbres, controlan
los vientos y la lluvia, duermen en barrancas profundas… Son silvestres, de
monte, de bosque, algunos viven en nuestro pueblo o vienen de las ciudades más allá del bosque, del mar.
Ellos, los otros, hacen cosas que la gente no hace: son caníbales, comen carne
cruda, y parecen más cercanos a los animales aunque parezcan personas y sean
como las personas. Los duendes sombrerones y chaneques en cambio, también
asustan, aunque son menos malvados. A veces pueden ser juguetones y hasta
buenos amigos de los niños, por su tamañito son menos peligrosos.”Aunque el
contacto con estos seres fantásticos, los otros, los señores graniceros o amos
de la lluvia, huehuentles, chamanes o nahuales o duendes, siempre daña al ser
humano, haciéndolo como los otros,
maliciosos, risueños, siniestros, locos o iluminados.Es que sus casas y cuevas
de estos seres invisibles “se parecen un
poco a la de los diablos, porque ahí guardan tesoros y encantamientos que
pierde a los hombres codiciosos…”. En efecto, cuando se acercan al hombre,
son algo torpes e ingenuos: “ellos, los
otros, no saben cómo comportarse, y allí
es cuando pierden…” de lo que se colige que se les derrota más por la
astucia que por la fuerza.
Es conveniente recordar que
muchas de las lenguas indígenas que sobreviven hasta la actualidad, se
comenzaron a escribir recientemente, las razones de esto está vinculado con
aspectos históricos y en muchos casos con la depredación o discriminación que
padecieron en distintas épocas los pueblos indígenas. En un próximo ensayo se
ofrecerá una panorámica detallada de esta situación para inscribir algunas
razones históricas dentro de un marco hermenéutico más amplio. Por ahora baste
decir que los alfabetos, reglas ortográficas y de puntuación de la mayoría de
lenguas indígenas aún se están experimentando aplicando un criterio interpretativo
que se adapte a cada particularidad contextual. El análisis antropológico,
socio-histórico y lingüístico ha revelado semejanzas en las visiones y
sensibilidades de los pueblos indígenas a pesar de los distintos contextos en
los que se desarrollan, o del horizonte cultural del cual provienen. De tal
modo que lo que se narra en kiliwa, nahuátl, chol, zapoteco, cora, ráramuri,
zapoteco, tzotzil, chontal, tojolobal, maya, mame, yaki, nahua, mixteco,
triqui, totonaco, amuzgo, mazantleco u otomí, y un largo etcétera; está
vinculado por una semejanza semántica a una cosmovisión holística que integra
naturaleza, sociedad, religión, tradición, autogobierno, expresión cultural y
misticismo.
Así pues, los libros de la
colección Hacedores de la Palabra están escritos
por niños y niñas indígenas en más de 70 lenguas y variantes. La colección
reúne poco más de 500 textos y se reúnen en 18 volúmenes. Las respectivas
traducciones al español fueron hechas por los mismos niños. La revisión
literarias de las versiones infantiles tomó en cuenta que el español de los
niños es diferente al de los adultos y que, en este caso, se trata de una
segunda lengua. Las hermosas ilustraciones que estampan algunos de los relatos
que se reúnen en cada volumen fueron realizados también por niños y niñas
indígenas en el marco de talleres de artes plásticas. Ahí también los diablos,
los duendes sombrerones y los soles fulgurantes fueron tan abundantes como la
copiosa imaginación infantil que los creo.
A continuación se ofrece una
muestra de la narrativa infantil del pueblo Zoque, tanto en su musical idioma
original y la versión en español. Esperando que ello contribuya a la motivación
de niños y niñas de las ciudades para acercarse a la producción literarias de
sus “colegas” indígenas.
Tümumüjapün El
hombre grande
Tumnakatijutumümüjapün Un
día había un hombre
üskumguy´ üjmünomang´u grande
en un pueblo,
kashitam´ yüti té tuwitam´ Se
llevó ganados, marrano
wüjyajpainük y ñüküsjan y
los perros ladraban,
ña´tsayaju te´ tüktam´ té con
sus pies acababa con las casas.
püñistam´ñachajupogayu Los
hombres le tuvieron miedo
tsa´mojmoyütihamyajpa y
huyeron al monte. Ahora dicen:
junchekmyingue´ tu jandiya´a ¿cuándo
va a regresar? Yo creo que nunca.
küpan, mannbayajka´ jayu A
todos los animales mató,
m´umutambüpün. También a los hombres.
Gigantes, Duendes y Salvajes
Colección: Hacedores de la Palabra
Secretaría de Educación
Pública/Consejo Nacional de Fomento Educativo/Dirección de Educación
Comunitaria/Subdirección de Educación Indígena.ISBN
970-18-6778-5, 970-18-6789-0
No hay comentarios.:
Publicar un comentario