Mesa de Redacción y JADM
Enero 2014
Según
el ranking de la canalla nacional, administrado por el Sistema Nacional de
Seguridad Pública de México, Morelos
lidera la lista con más secuestros durante el año pasado, con un repunte de 80
por ciento frente a 2012. Lo que lo pone por encima de Tamaulipas, Tabasco,
Michoacán y Guerrero. Ejecutados,
levantados, ultrajados y secuestrados danzan en un interminable carnaval
siniestro con todo y narcofosas que arrojaron una veintena de cadáveres. Por si
eso fuera poco el recluso recapturado después de su espectacular fuga, Hilario
Montaño Montes es encontrado muerto en la mañana del miércoles dentro de su
celda, como producto de una golpiza propinada por agentes policiacos y
custodios. Hilario había declarado pocas horas antes ante el Ministerio Público
de la PGEJ de Morelos que la fuga se había planeado con seis meses de anticipación
y contó con la colaboración de custodios y autoridades locales. La percepción de
inseguridad en el estado de Morelos es compartida a nivel internacional por
parte del Think Tank Control Risk (http://www.controlrisks.com/Services/Security/Pages/Home.aspx),
que presentó su informe 2014 ubicando a México como país de alto riesgo en
materia de inseguridad, incluso más peligroso que Colombia, Afganistán o Irak. Dentro
del informe se menciona a Morelos como una entidad peligrosa por sus índices delictivos
en los que repunta el número de secuestros per
cápita además de los delitos asociados como extorsión, amenaza, cooptación
e impunidad. A nivel local, el escritor, periodista y poeta Javier Sicilia
señala que a pesar de la promulgación de la llamada Ley de Victimas la situación
en Morelos está peor que nunca “con un gobernador como Graco Ramírez que aún no
entiende la magnitud de la tragedia que alcanza a los morelenses”. La llegada
del nuevo secretario de seguridad Jesús Alberto Capella Ibarra no ha hecho más
que alborotar el clima de malestar entre sectores que miran con preocupación su
procedencia desde Tijuana donde sus gestiones no fueron alentadoras y están empañadas
de opacidad e ineficacia.
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