ALTERNATIVAS DE
AUTOGESTIÓN CIUDADANA EN TEPOZTLÁN, MORELOS
JORGE
ANTONIO DÍAZ MIRANDA
Julio
de 2013
Dedicado a mi amigo y compañero Orestes Libertario
Pero no quiero cerrar este
comentario sin brindar al amable lector o lectora algunas alternativas de
autogestión, recogidas en trabajos de campo en Guerrero, Michoacán, Oaxaca y
Chiapas. Además de aquéllas experiencias surgidas de los movimientos
democratizadores de la Primavera Árabe o el impactante Occupy, ya instalado en
más de treinta países.
Lo primero que se planteó la gente
en estas exitosas experiencias es que el tipo de democracia electiva es un
modelo de representación social con severas limitaciones. Por consiguiente fue
necesario organizarse, trabajar en conjunto e intercambiar conocimientos y habilidades. El
primer aspecto de reconfiguración social fue desensamblar nuestra dependencia
cotidiana de las instituciones políticas, de los medios masivos de información
y de los sistemas tradicionales de educación. Terminar con la dependencia no
quiere decir dejarles a los gobernantes y a sus funcionarios hacer lo que se
les pegue la gana, o dejar el camino abierto para fomentar desinformación, ni tampoco
significa dejar de mandar a nuestros hijos a la escuela. En primer lugar
significa exigir que los funcionarios cumplan con su trabajo y presionar en
conjunto cuando así no lo hagan. Significa informarnos y gestionar nuestros
propios medios de información, separados de la prensa que habitualmente es
deshonesta y parcial. Internet es una opción que puede empoderar a las
organizaciones sociales. Significa involucrarnos en la educación de nuestros
hijos ampliando su abanico de experiencias con una trasmisión directa de lo que
nosotros sabemos y otros puedan compartir, en ese sentido significa prepararlos
para que aprendan toda la vida con experiencias directas y reflexiones
confluyentes. Significa también reorganizar el trabajo considerando una
perspectiva comunitaria de beneficio equitativo. Significa organizarnos en la
autodefensa, al menos no desde la voz de las armas o la violencia proactiva,
pero sí en la vigilancia comunal y la prevención del delito, denunciando en
primer lugar los abusos de la autoridad en nuestras comunidades, unirnos ante
la presión de la criminalidad, ser solidarios ante el dolor de los demás y proteger
a los más vulnerables: niños, mujeres y ancianos, en ese orden.
Significa desensamblar la comodidad
en la que nos estacionamos para que los políticos nos faciliten la vida, ya que
ellos seguirán en la enfermedad del poder. Significa no seguirles el juego de
las mentiras y las simulaciones al que nos tiene acostumbrado la mediocre clase
política que nos gobierna y empresarios que los acompañan: si Graco Ramírez
dice que es liberal y Francisco Navarrete dice que es progresista, debemos
entender que “eso” significa en principio todo lo contrario y también que no
los necesitamos más que para una cosa, el que rindan cuentas de todo lo que
hacen. Recuerda que hoy por hoy los presidentes municipales ya no tienen fuero
político. Significa que todos nosotros entendamos que juntos somos más, que
unos cuantos aprovechados que todo lo quieren para ellos, y que basta un leve
tremor de nuestra fuerza para que ellos se sacudan. De hecho, su tiempo de
cinismo dura muy poco y luego se convierten en figurines risibles de vodevil
barato. La clave, insisto, es organización, trabajo y conocimiento, en función
de alternativas efectivas de liberalidad, democracia participativa, desarrollo
comunitario y autodefensa. Nunca te olvides que ellos, los políticos, sus
socios y cuates, sólo ven en nosotros un “capital desechable”, por eso 150 mil
muertos no significa nada para ellos. sólo les importa la balanza de pagos, los
indicadores macroeconómicos, los dígitos de la inflación, el financiamiento, la
ingeniería de la opacidad del gasto e hincharse de billetes, como corresponde
al orden de facoqueros de pacotilla al que todos ellos pertenecen. Por eso
vuelve a la tierra, vuelve al agua y cuídala, siembra tu propio alimento,
conserva tus bosques y defiéndelos. No pierdas de vista que una buena huelga
general los haría temblar y paralizaría la fuente de riqueza de la que ellos
abrevan, estoy seguro que un gesto de tal calibre les haría dar marcha atrás a
su desvergonzada reforma laboral. Recuerda: estar hasta la madre no basta,
debemos trabajar para mejorar nuestras vidas, hombro a hombro con nuestras
mujeres y niños. No sólo te informes, edúcate, prepárate de forma autodidacta,
sé tu propio defensor y únete para defender a otros de los abusos de las bandas
criminales de banqueros, que se nutren de la rapiña y la extorsión: ellos son
medrosos y nos tienen miedo. Si ves aparecer a la policía o a los militares
prepárate, no lleves niños a las marchas, protege a las mujeres y mantente al
pendiente de los compañeros que arrestan las fuerzas de seguridad: presiona
desde el instante posterior que se llevan a uno de los tuyos a la cárcel para
que te lo entreguen sano y salvo. Anota en tu mano los teléfonos de abogados
honestos u organismos internacionales de defensa de derechos civiles. No corras
riesgos innecesarios y siempre organízate para marchas y protestas en pequeñas
células reconocibles sólo por ellas mismas, partiendo de una división de
trabajo: observadores, comunicación, paramédicos y defensores. Y nunca olvides
que la gente trabajando en conjunto, hombro con hombro para el bien común
siempre tendrá la razón, y siempre tendrá más poder que cualquier presidente
con su corte de vividores.
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