viernes, diciembre 28, 2012

THANK YOU FOR SMOKING (2005)



THANK YOU FOR SMOKING

By Jorge Antonio Díaz Miranda
VIERNES 28 de diciembre 2012

No es un secreto que las poderosas corporaciones del tabaco, el alcohol y las armas, invierten sumas multimillonarias para cuidar su imagen. Su compromiso social no es más que un truco publicitario en el que colaboran expertos en el manejo de la opinión pública, en el que, a partir de información tergiversada o parcial intentan manipular la opinión pública justificando o legitimando su existencia como males necesarios. Estos tres sectores aludidos generan proyectos de desarrollo social en África subsahariana, centro América y Asia Meridional, donde  proyectan su éxito con visión y filosofía de competitividad, responsabilidad social y orientación ecológica. Desde luego que esto no deja de ser una enorme maquinaria de simulación al comparar la cantidad de muertes que sus productos generan en esas zonas o bien las enfermedades que en el corto y mediano plazo surgen en esas poblaciones, cuya demanda de sanidad rebasa con mucho los recursos de sus gobiernos empobrecidos. Las manifestaciones de cáncer, cirrosis hepática o de secuelas de heridas por armas de fuego, en poblaciones que viven bajo el umbral de la pobreza extrema, suelen tener una expresión agresiva y en la mayoría de las casos desembocará en agonías dolorosas posteriores a  dantescos cuadros de abandono social. No obstante los matices incómodos, las corporaciones del tabaco, el alcoholo y las armas incrementan año tras año su presupuesto de asistencia social que eleva la eficacia de su presupuesto para publicidad. No es desconocido que muchas corporaciones asociadas a los sectores aludidos en estas líneas pasaron a ser desde la década de los 70´s del siglo XX, el banco de los ecologistas, de los defensores de los derechos humanos (oh paradoja¡), de los institutos y asociaciones que luchan contra el cáncer o las enfermedades hepáticas. Esta subcultura de la “responsabilidad social de las empresas” puede ser incluida sin discusión en lo que los sociólogos anglosajones denominan spin culture, la cual se caracteriza por la intención manifiesta o latente de manipular la opinión pública a través de información parcial o tergiversada. Este término fue acuñado en la segunda mitad del siglo XX cuando los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña, principalmente, emplearon aparatos de propaganda para obtener la aprobación de la opinión pública en llevar a cabo guerras en Asia Meridional y Oriente Medio, bajo el pretexto de “defender al mundo libre de la sombra de la opresión y oscuros poderes malvados”. Para sostener el contexto justificativo de sus acciones, los gobiernos incorporan a profesionales de la opinión pública y se apropian de los espacios masivos de la televisión, la radio y los medios impresos, para crear verdaderos púlpitos de pontificación y guía. Además, crean grupos especiales de presión o Lobbys que operan directamente en las cámaras de representantes, para amortiguar la oposición o de plano suprimirla, mediante sobornos, costosos regalos o viajes. Este contexto entreteje intereses privados con decisiones públicas y la manipulación informativa borra cualquier frontera entre estos ámbitos, constituyéndose así un ataque frontal contra la democracia, envileciendo su expresión y corrompiendo su mandato público.

Este es el centro temático de la película Gracias por fumar, en la de forma magistral Aaron Eckhart encarna a Nick Naylor, el portavoz más exitoso de Big Tobbacco, instituto que defiende los derechos de las corporaciones del cigarro y los de sus usuarios, en medio de un contexto social polarizado por el neopuritanismo republicano. Ahí donde los trasiegos de millones de dólares corre mezclándose con la espesa cauda de los hilos del poder político, el capitalismo de cuates prospera y se hace fuerte, de modo que el imperio de la ley se impone con algunas excepciones y tratos preferentes. La película está basada en la novela hómonima de Christopher Buckley, mejor conocido como el redacvtor en jefe de los discursos de George H. W. BUsh, y por sus colaboraciones de sátira política en revistas como Vogue, The New Yorker Magazine y Vanity Fair y otras. 


THANK YOU FOR SMOKING (2005) 
Dirección: Jason Reitman.
País:
USA.Año: 2006.Duración: 92 min.Género: Comedia.
Interpretación: Aaron Eckhart (Nick Naylor), Maria Bello (Polly Bailey), Cameron Bright (Joey Naylor), Adam Brody (Jack Bein), Sam Elliott (Lorne Lutch), Katie Holmes (Heather Holloway), David Koechner (Bobby Jay Bliss), Rob Lowe (Jeff Megall), William H. Macy (Senador Finistirre), J.K. Simmons (B.R.), Robert Duvall (Doak Boykin).Guión: Jason Reitman; basado en la novela de Christopher Buckley.Producción: David O. Sacks.Música: Rolfe Kent.
Fotografía:
James Whitaker.Montaje: Dana E. Glauberman.Diseño de producción: Steve Saklad.Vestuario: Danny Glicker.
            

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