ALGO DEBE ESTAR MAL EN ESTE PAÍS

BY JORGE ANTONIO DÍAZ MIRANDA

2009

Algo debe estar mal en este país, tu país, nuestro país, para que pelafustanes con sotana y enfermeros de medio pelo de hospitales públicos, violen niños y sigan libres.

Algo debe estar mal en este país, tu país, nuestro país, para que las televisoras aplasten por mediación del Secretario de Gobernación, leyes federales en materia electoral y a la supuesta instancia que se encarga de vigilar que se cumplan las normas (el IFE).

Algo debe estar mal en este país, tu país, nuestro país, para que la viuda de un ex-funcionario de primer nivel de una secretaría de Estado reconozca prematuramente que el incidente en el que falleció su ex-poderoso esposo fue un accidente, y que ella acepta tal juicio sólo por sentirse bien y no pensar mal...

Algo debe estar mal en este país, tu país, nuestro país, para que el Presidente de la República exhiba sin mas su desinterés en lo que demandan los ciudadanos que supuestamente debiera respetar por mandato constitucional. El peor fraude de la democracia constitucional en México es que el representante del poder ejecutivo instalado en el poder pretenda imponer a los ciudadanos el costo de sus profundos errores de gobierno favoreciendo a los poderosos y jodiendo a la mayoría.

Algo debe estar mal en este país, tu país, nuestro país, cuando el segundo hombre más rico del mundo florece en medio de un país con más de 50 millones en pobreza patrimonial o alimenticia, con tarifas telefónicas con elevadas tasas por servicios y abusivos intereses, que en ningún lado se aplica más que aquí.

Algo debe estar mal en este país, tu país, nuestro país, cuando un programa de rescate financiero sólo se reserva a banqueros e industriales, mientras los campesinos y la pequeña industria desintegran sus cadenas productivas, y se abandonan sectores estratégicos como la salud, la educación o los energéticos.

Algo debe estar mal en este país, tu país, nuestro país, cuando un gobierno decide sin más, renunciar al proteccionismo cuando precisamente eso están haciendo sus socios comerciales más poderosos, ante la profunda crisis económica mundial.

Algo debe estar mal en este país, tu país, nuestro país, cuando se propone la pena de muerte para delincuentes sin tomar en cuenta las deficiencias del sistema judicial, el vacío jurídico de las normas y la profunda injusticia o la grosera impunidad con la que operan los representantes de las leyes y sus aliados...sin tomar en cuenta que hay un derecho que se aplica de manera distinta para los estratos que no tienen recursos y para los estratos que si lo poseen todo.

Algo debe estar mal en este país, tu país, nuestro país, cuando un gobernador y sus colaboradores más cercanos son eximidos de sus responsabilidades en un operativo policíaco donde se violan los derechos humanos de ciudadanos mexicanos, que ejercieron su legítimo derecho a protestar. La orden para llevar a cabo semejante operativo involucró sin duda la decisión de altos funcionarios de gobierno.

Algo debes estar mal en este país, tu país, nuestro país, cuando 6000 muertes no son suficientes para convencer al Estado Mexicano de que está en medio de una guerra que va perdiendo, y más aún, una guerra que tiene que librar contra sí, sin querer entender el grado de corrupción que permea sus propias estructuras burocráticas.

Algo debe estar mal en este país, tu país, nuestro país, cuando 250 mil niños son objeto del esclavismo, el comercio sexual o el tráfico humano.

Algo debe estar mal en este país, tu país, nuestro país, cuando prelados católicos de raigambre obispal se ven involucrados en escándalos de encubrimiento de pederastas o de estafas comerciales por miles de dólares con supuestos documentos apócrifos. Y esos mismos personajes, salen después a la luz con un cinismo ofensivo diciendo que ningún mal han hecho y que en todo caso la culpa es de las víctimas.

Algo debe estar mal en este país, tu país, nuestro país, cuando el gobierno establece acuerdos de paz y legalidad y a la hora de operarlos o mostrar resultados, invierte millones de pesos en propaganda de frases huecas y vocinglería oligofrénica.