martes, noviembre 04, 2008

JUAN CAMILO MOURIÑO MUERE EN ACCIDENTE ÁEREO

México D. F. Martes 04 de noviembre de 2008. Las primeras informaciones confiables provinieron del jefe de gobierno de la Ciudad de México Marcelo Ebrard. Una avioneta LEARJET MODELO 45XR, de placas XC-VMC pertenenciente a la Secretaria de Gobernación, se desplomó sobre la calle Ferrocarril de Cuernavaca, impactando primero un edificio empresarial y luego cayéndo pesadamente a tierra. En la aeronave viajaban 8 tripulantes entre los que se encontraban el Secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño y el Asesor Técnico para instrumentar el acuerdo de Seguridad Nacional y la Legalidad en México José Luis Santiago Vasconcelos también ex titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada. Fueron las autoridades de la ciudad de México, con base en la observación directa de las dimensiones del percance, las primeras en afirmar categóricas que no hubo sobrevivientes. Los servicios de Áeronautica Civil confirmaron que una avioneta despegó de San Luis Potosí a las 5:30 de la tarde y seguía una ruta normal hacia la Ciudad de México hasta unos minutos antes de las 7:00 pm, cuando en el panel de cobertura de vuelos del Aeropuerto Internacional Benito Juárez se perdió todo contacto de intercomunicación y la aeronave desapareció del radar. Un dato peculiar es que desde la aeronave no hubo intentos por establecer comunicación con los controladores de vuelo, lo que es normal ante una situación de peligro. El recuento oficial de las bajas civiles afectadas por la explosión y el incendio provocado por el combustible del Jet, es de alrededor de cuarenta lesionados en distinta escala de graves a leves. tres personas calcinadas y 1200 personas evacuadas de las zonas aledañas al impacto. Las primeras impresiones del Secretario de Comunicaciones y Transportes descartan un atentado terrorista en favor de la hipotesis de un accidente. Lo que no aclaran esas afirmaciones es el hecho básico de por qué una aeronave al servicio de una Secretaria de Estado de primer orden, presentaba fallas mecánicas que ponían en rieago la vida de sus tripulantes. De la misma forma es ilógica la versión de que un jet de dos turbinas, que funcionaba perfectamente se desplome repentinamente a velocidad de crucero, dentro de una patrón anómalo de desplazamiento pues se había desviada de su ruta normal al Este. Si bien la tesis de una falla mecánica puede explicar el siniestro habrá que buscar entonces las razones de por qué quienes resguardaban el avión no informarón nada del desperfecto, o bien, por qué el piloto no fue capaz de detectar esta falla y menos aún comunicarla de acuerdo a la rutina establecida por los controles de Vuelo para la Aeronáutica Civil. Si todo lo anterior no es aclarado, entonces será un indicio a favor de la sospecha de un accidente intencionado. Además de constituir un fallo terrible de los sistemas de seguridad del Estado mexicano que incumplieron su misión de resguardar al Presidente de la República Felipe Calderón Hinojosa y sus más cercanos colaboradores.

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