La cantante Mina Mazzini en 1975
L´Reppublica d´l Expresso & AP
JORGE ANTONIO DÍAZMIRANDA
(MÉXICO 2008)
El 22 de diciembre de 2005, de visita en Zipolite Oaxaca, caminaba en compañía de una colega de Trieste en la arena húmeda de la Playa del Amor. En aquel entonces era para mi una época difícil saturada de profunda tristeza y silente nostalgia... y al mismo tiempo de una nueva y esperanzadora felicidad. Recuerdo como si fuera un sueño esa tarde invernal en aquel sitio de trópico y abalorios: las olas suaves y el agua tibia de un irreconociblemente calmo Océano Pacífico. Recuerdo sobre todo la sorpresa y el azoro que me provocaban los cuerpos desnudos de mujeres desenfadadas, tumbados sobres las sillas reclinables... hermosos cuerpos femeninos, dorados por los rayos del sol. Buscábamos con mi amiga un lugar donde nos pudiésemos sentar para beber algo refrescante y disfrutar de la puesta del sol. Por fin nos sentamos en un lugar del que no recuerdo el nombre, un restaurante como muchos otros que hay en la zona turística. No había nada atractivo en sus instalaciones pero algo poderoso me hizo detenerme y escuchar: era la voz de una cantante llamada Patti Pravo que terminaba con líneas conmovedoras una canción que después supe trataba del desamor. Luego vino otra canción y muchas más hasta que una voz de mujer me inmoviliza una vez más. Ante mi repentino y acentuado interés por la pieza musical mi amiga me informa en un tono casual que se trataba de la desaparecida cantante Mina Mazzini interpretando E Se Domani. Entonces yo no entendía gran cosa del idioma en que la diva se expresaba pero entendía perfectamente la intensidad emocional y sobre todo la profunda melancolía que emanaba de su interpretación. Lo mejor fue que la duración de esa canción parecía haberse sincronizado con el ocaso y hacia las cuatro últimas líneas de la misma el sol se ocultó del todo tras el manto esplendente de espuma y agua. Imaginé que había ahí una oculta metáfora pues la cantante aludía a la pérdida de un mundo entero cuando se va el amor. Al respecto no dejo de pensar en el comentario que mi amigo de la preparatoria Gian Carlo, de padre mexicano y madre italiana, me dijo al respecto del paradiso musical italiano: "Poblado de dioses forjados en el hielo de la desdicha, curtidos por el fuego del desamor, acosados por un destino despiadado".
Más tarde me puse a investigar los datos concernientes de la cantante y de esa conmovedora e intensa canción. Lo que supe no fue menos impresionante: Mina Mazzini nació el año de 1940 en alguna comarca rural de Lombardía. La cantante gozó del cenit de su fama en las décadas de los 60 y los 70 del siglo XX. Su ámbito dentro del que desarrolló su ars nova e cantata fue en el mundo de los cabarets. Su vida estuvo realmente atormentada por la soledad, las rupturas amorosas, el alcoholismo y la depresión. Es conocida con el sobrenombre de la "Tigresa de Cremona" y pienso tiene que ver con la intensidad emocional que tributa en sus canciones. Actualmente vive alejada de los escenarios y se refugia en su casa campestre enclavada en Lugano Zuiza.
E Se Domani fue grabada por Mina Mazzini el año de de 1964. El autor de las heridas letras es Calabrese Gioirgio. La música fue escrita por Rossi Carlo Alberto en un estilo neoclásico cuya base melódica es un trípode armonizado de instrumentos: la extraordinaria voz de la diva, un arpa triste y apagadas percusiones. Augusto Martelli fue quien hizo los arreglos pertinentes, a la altura de los registros vocálicos de la cantante y los gustos armónicos de la época.
E Se Domani inicia con breves rasgueos del arpa que cada en cada tempo se hace más y más triste. Luego viene la voz de Mina con las primeras líneas que presagian la tragedia: formulando primeramente una pregunta con el fondo percutido de metales opresivos que ajustan los cambios de ritmo:
E se domani / Y si mañana
io non potessi / ya no podría
rivedere te? / volverte a ver?
El harpa sigue su monólogo de triste acentuando los marcadores emocionales de cada parte de la frase donde la cantante formula con su voz clara y de forma directa, sin un reproche o doble sentido, una situación hipotética:
mettiamo il caso / se diera el caso
che ti sentissi stanco di me / que te sintieras cansado de mi
De pronto la voz sufre un cambio que hace más incisiva la expresión emocional, como el clima turbulento de una mente que se mantiene firme ante la incertidumbre...pues ya sabe lo que quiere y lo que no aceptará:
quello che basta all'altra gente / con lo que basta a la otra gente
non mi darà / a mi no me basta
nemmeno l'ombra della perduta felicità / menos aún la sombra de la perdida felicidad
Así, llanamente, sin mayor rebuscamiento ni evasiones, la cantante llega al centro atormentado de su dolor, donde la duda no es lo que hiere, lo que hiere es la certeza de lo que sucederá después, en ese inescapable mañana en que despertaremos sin amor, sin compañía, sin nada:
e se domani, / Y si mañana
e sottolineo se / me encuentro sola
all'improvviso perdessi te / que de improviso te perdiera a ti/
avrei perduto il mondo intero, non solo te.... / yo habré perdido el mundo entero, no sólo a ti.
El harpa se apaga en un largo y flotante tono sostenido, desolado, sin esperanza. Luego silencio, luego la nada que irrumpe y dispersa las notas de la canción...
Notas:
1 comentario:
Es cuanto menos sorprendente lo que te ha provocado esta canción, sin embargo debemos reconocer que el arreglo que Martelli hizo para MINA fue uno de los más logrado en su repertorio. Tal vez se justifica por el hecho que MINA fue la “tigresa” amante de Martelli en este periodo y por varios años más, creo que duró hasta la repentina muerte de Martelli, (si mi memoria no se equivoca, fue un suicidio). Finalmente, el drama que suscitaba este sentimiento por el compositor, llevó a MINA a las alturas de una cantante clásica en su género. Y su retiro del mundo del espectáculo coincidió con el fin de este amor.
Ahora bien, si me permites, te haría algunas correcciones a tu “personal” interpretación del texto, tal vez encuentres algo más de que hablar de este gran amor de MINA…y de su inigualable voz, (espero una misiva tuya con la autorización pertinente).
Ciao,
“Dal Mar Adriatico triestino”.
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