lunes, junio 09, 2014

LA MONTAÑA MÁGICA


LA MONTAÑA MÁGICA
(Versión cinematográfica)



Jorge Antonio Díaz Miranda
Junio 2014




Dirigida por Hans W. Geissendörfer y fotografiada por Michael Ballhaus, la versión cinematográfica de la novela más conocida del premio nobel de literatura Thomas Mann,  Der  Zauberberg  (La Montaña Mágica, publicada en 1924), es extraordinaria.


La película se focaliza, como la novela, en un sanatorio para enfermos de tuberculosis (la enfermedad predominante del siglo XIX y principios del XX, en Europa).


Hans Castorp, un joven burgués de Hamburgo, visita a su primo Joachim Ziemssen quien está como paciente en rehabilitación en el sanatorio Beghof, situado en los alpes suizos. La estancia de Hans Castorp en el sanatorio, rodeado de enfermos en distintos estadios de la enfermedad y los decesos de casos terminales, obligan al joven ingeniero a privarse de las bondades de su rutina refinada y rodeada de lujos.


La historia de la Montaña Mágica se desarrolla según Thomas Mann en el “mundo anterior a la Gran Guerra de 1914”, de ahí que se desprenda, tanto de la novela como de la película, un ambiente enrarecido, irreal, por momentos fantasmagórico, con personajes hilarantes, extravagantes y locos que tratan de prolongar el brindis de la vida antes del fin.


La obligada supresión de los privilegios de la vida burguesa, influye en el carácter de Castorp operando transformaciones profundas en su personalidad e intelecto, llevándolo a preguntarse por el sentido de la vida, el significado del dolor, la impronta de la muerte y el severo acotamiento que impone al libre albedrio, el peso de la libertad desde la enfermedad, y otros problemas de índole metafísico que lo enfrentan a él con la realidad de extravío y banalidad de su estrato social.


Seis horas de puro existencialismo deparan en el cinéfilo, momentos reflexivos, momentos angustiantes, momentos en que asistimos con ansiedad a la historia de un mundo a punto de desaparecer en el olvido. Pero vale la pena revisar éste clásico montado con una producción extraordinaria, con actores de gran nivel y un argumento de primera.  



Si usted lo desea, lea primero la novela de Mann  y luego compárelo con la película. Vuelva a Mann leyendo su hermoso Doctor Faustus y complemente con otro grande de la literatura alemana moderna Ernst Jünger y su libro Sobre el Dolor (ignoré a los imbéciles doctos que condenan a este último por su simpatías juveniles con Hitler); obtendrá una visión panorámica de los sentidos y afectos literarios de una época ya desaparecida, pero plasmada con acierto y una triste belleza en la versión cinematográfica de Geissendörfer.                                

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