El municipio de Cherán, en Michoacán, ha decidido cerrar sus calles y accesos boscosos para defenderse de las mafias de tala montes. “Primero fue el saqueo del monte, luego el fraude de las elecciones de nuestras autoridades, después asesinatos, desapariciones forzadas, secuestros, extorsiones y robos…esto ya no puede ser porque nosotros somos gente de paz” dice un miembro de la Comunidad Organizada Cherán, una asociación civil que coordina a los pobladores del municipio para la defensa del bosque, el agua y las tierras.
El municipio de Cherán se localiza en la parte Noroeste de Michoacán, a 123.6 km de la capital del estado. Su extensión territorial es 221.88 kilómetros cuadrados. Su población, con mayoría indígena Purépecha, es de 18,141 habitantes. El municipio colinda con los municipios de Zacapu, Nahuatzen, Paracho y Chilota. Se encuentra a una altitud promedio de 2400 mts.
Todo comenzó a mediados del año 2008 cuando grandes aserraderos llegaron a la zona y sin aviso alguno comenzaron a depredar la zona de bosque, en los límites entre Cherán y Zacapu, y, sin mostrar ningún permiso de las autoridades y contraviniendo los usos y costumbres de las poblaciones afectadas. Más tarde, al pedir explicación a las autoridades estatales por esa irregularidad, la respuesta obtenida fue de indiferencia y burla, con permisos emitidos ex profeso y documentos de propiedad falseados en fechas y firmas, de supuestos comuneros que nadie conoce en la zona. Desde ese año hasta la fecha, las hordas criminales de mafias madereras han deforestado 20 mil hectáreas de un total de 27 mil que corresponden al municipio de Cherán. “Cada día que duró la depredación, los tala montes se paseaban armados a plena luz del día, controlando los accesos al municipio y cobrando por la supuesta seguridad que ofrecían…eso se convirtió en algo insoportable para todos pues no podíamos ir de aquí para allá sin el permiso de esas personas.” Nos dice un vecino que pide el resguardo de su identidad ante la posibilidad real de las represalias.
Las tensiones se mantienen hasta estos días en que el acoso se intensifica, sin que a la fecha, autoridades federales, civiles y militares hagan presencia en la zona para detener a las bandas armadas. Por lo anterior, los pobladores del municipio decidieron organizar patrullajes vecinales, que han pagado un precio alto por intentar parar la invasión de sus tierras y bosques. Un jornalero de la zona nos informa: “el pasado 27 de abril hubo enfrentamiento en el que fue emboscada una patrulla vecinal de Cherán y murieron dos”. Los muertos aludidos son Armando Hernández Estrada de 35 años y Pedro Juárez Urbina de 45. Pedro era hermano de un luchador social de la zona, Leopoldo Juárez Urbina quien murió asesinado en 2008. Los cuerpos de las víctimas asesinadas alojaban esquirlas expansivas provenientes de fusiles de asalto R-15, M-1 y AK-47. “Los asesinatos de Pedro y armando revelaron la complicidad de la policía estatal y municipal, ante la renuencia que muestran de investigar y encontrar a los responsables” nos dice Joaquín, un campesino de 82 años. El enfrentamiento de abril también dejó un número indeterminado de heridos por lo que los pobladores resguardan las instalaciones del hospital general, mientras esperan la respuesta del gobierno federal. * Derechos de Autor ®
1 comentario:
Hola Poeta.
Es indignante lo que nos cuentas en esta publicación, como es posible que actos de esta índole queden sin ser sancionados. Se han rebasado los limites de la violencia, la estamos naturalizando y esto tiene un precio muy alto. Claro ya lo estamos empezado a pagar.
Aun que también es admirable como hay hombres que defienden lo que aman, a costa de perder su propia vida. Mientras ellos existan, aun nos queda una esperanza.
Por luchadores sociales de este tipo aun sigue vivo este planeta.
Desde el bello caribe mexicano, recibe un beso y un cálido abrazo.
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