AGRADEZCO A MI AMIGA MÓNICA ROSSELLINI
LA INVITACIÓN A LA PREMIER EN SANTA FÉ.
Me queda un cierto sabor de ambigüedad y reserva concernientes a la pélicula de dibujos animados Boogie el Aceitoso de Gustavo Cova, con guión de Marcelo Paéz. Sobre todo si la comparamos con las viñetas originales de Roberto Fontanarrosa, padre putativo del personaje. Para decirlo rápido, la película no me convence del todo. De acuerdo, se muestra profusamente la cara violenta del personaje, la sangre está por todos lados, su lenguaje es directo y demoledor, etc. Pero justo es ahí donde la película se enfoca y se repite en una sucesión de espirales que una y otra vez nos conducen al lugar común de representar la violencia como maldad y el asesinato como perversidad. La reiteración en que cae la cinta de Cova, no es transliteración sino desplazamiento y morbo barato que sólo escandaliza pero no dimensiona. La fascinación de Cova & Paéz por los ríos de sangre que va dejando el depredador aceitoso resta credibilidad y coherencia a una historia que en su original posee mayores matices y referencias. Porque el Boogie de Fontanarrosa no requiere presentación, ni justificaciones psicológicas, ni explicaciones, ni exageración; es como es porque posee una inusual voluntad de actuar. Un asesino para el cual matar es incidental, pero justo esto es lo que "olvida" Cova y compañía. De ahí la reserva. De ahí la ambigüedad. Con todo, la película se deja ver por su gráfica impactante, el sónido envolvente de las armas y los coches, la voz del personaje que en inglés suena con un matiz siniestro...Al final, Entre la película y las viñetas fijas, me quedo con éstas últimas.
Jorge Antonio Díaz Miranda
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