lunes, julio 12, 2010

DESACRALIDAD REACTIVA

Es indudable que la posmodernidad padece de hambruna de símbolos. En el lugar de las dudas metódicas que fundan los problemas filosóficos de actualidad existen grandes vacios pues las respuestas aunque racionales no fueron ni han sido suficientes. La regresión a la sacralidad no es volver en sentido de la nostalgia hacia una terminal de salvación, es más bien una revisión estricta y desmitificadora, irreverente y reveladora de la inmanente fragilidad espiritual ahora que todas las ideologías han mostrado su orfandad en su fracaso. Es un eterno retorno desde la pervesidad. A más de dos mil años podemos imaginar al Cristo reposando en un departamento de interés social de principios del siglo XXI, convidado por una alegre María de Magdala que elige la prostitución como un modo de salvar del tormento a hombres vagabundo condenados por la divinidad a sacrificios inútiles.  

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