miércoles, julio 04, 2007

EL EROTISMO DIALÉCTICO DE LA IMPROVISACIÓN


TORD GUSTAVSEN TRIO-THE GROUND
EL EROTISMO DIALÉCTICO DE LA IMPROVISACIÓN
JORGE ANTONIO DÍAZ MIRANDA
(MÉXICO, JULIO DE 2007)


El genio sutil de un jazz ardiente, discreto, con afinidades neoclásicas y matices envolventes. La música del pianista Tord Gustavsen presenta el azul en distintas tonalidades, como seguramente sólo un noruego es capaz de percibir el agua, el cielo, el mar, los sentimientos...sus talentosas manos se mueven sobre delicado teclado de su piano para generar una tormenta ordenada de notas profundas. Jazz elegante, sofisticado, pulcro, a partir de un nexo estructurado de finas armonías sucesivas. La reminiscencia de espacios abiertos, turbulentas aguas profundas, fiordos de sin igual belleza, y un cielo nórdico tachonado de estrellas; sugiere, desde la música, un regreso del alma a la naturaleza, a su genuina belleza, para detenernos un instante y deleitarnos en su contemplación. Por que hay dejo naturalista en esta atmósfera sonora, que nos llama desde la distancia a una liberación del alma: la noche esta en calma, las suaves olas del mar se levantan, la aventura hacia el descubrimiento de nuevas rutas sonoras esta adelante y no detrás. La ejecusión se despliega hacia una multiplicidad metafórica politonal, la estructura apenas esta esbozada y se impone sobre ella la improvisación. En Tears Transforming la apertura es la simulación denotativa de un manantial de lágrimas que brota delicadamente, lentamente, con un ritmo pausado que profundiza la expresión de dolor, de una nostalgia que se matiza de incipiente esperanza. La transformación de las lágrimas hacia un sentimiento de calma interna y reposo, sugerido por el compas de la bateria, nos salva de la primera desolación del piano, y con esto se abre paso el horizonte hacia un zul de amanecer sonde renace la esperanza. Being There es el hallazgo, la autoemancipación y la vuelta reflexiva de la mirada que se repliega ordenadamente hacia el interior. En Twins retorna la tensión, la prisa, y la improvisación es un recurso de evasión y fuga; hay una cierta necesidad de reafirmarse, de apuntalar lo que queda, de reorientar las voces y el sentimiento del piano apostillado por las cuerdas monocorde del bajo y los platillos mesurados de la bateria. Courtains aside es una propuesta de jazz lógico, cerebral, académico, donde la estructura se reafirma a travéz de compases repetidos con un patrón bien establecido de secuencias, un bucle hersheriano trasladado a la música, lo más cercano al canón. Y lo que sigue es una vuelta, un regreso al dolor, la incertidumbre escampa, tal parece que al interpretar esta pieza Gustavsen esta viendo los colores del miedo, quizá, Rojo y Gris como Stendhal: Colours of mercy.
EN CONSTRUCCIÓN

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