miércoles, julio 18, 2007

ADICCIÓN

Von Andjeo Strichstrichstrich, 24.07.2006, publicado enhttp://www.fotocommunity.de/pc/pc/cat/5204/display/6230235




ADICCIÓN


JORGE ANTONIO DÍAZ MIRANDA
(MÉXICO 2007)








I
Cuando intentamos definir adicción como un concepto de clase natural nos encontramos con ambigüedades, generalidades y tensiones que no se resuelven por mero consenso a pesar del cúmulo de conocimientos que se aglutinen a su alrededor (1). Peor aún, como una clase natural de concepto socialmente construida, presenta dificultades de definición y encuadre tanto teórico como metodológico, por ello sorprende la multiplicación de literatura que pretende “prevenir”, “curar” o “eliminar” sus funestas manifestaciones. Y es que recién comenzamos a comprender que lo que entendemos por adicción rebasa la mera asociación con el consumo de sustancias estimulantes o depresoras, de hecho, también puede haber adicción sin mediación de consumo por ingesta o inhalación. Lo anterior representa un formidable desafío intelectual para las disciplinas que se han avocado a su estudio con orientación clínica, sobre todo la biomedicina y la psicología pues sus categorías de análisis apenas nos dicen algo significativo sobre epidemiología, resilencia (riesgo), propensión (ocurrencia), decisión, tolerancia o reincidencia (2). Por supuesto, deriva en alarma “saber” que en el mundo existen 185 millones de personas usuarios de sustancias psicoactivas y que en México una población en el rango de 18 a 65 años de edad las han probado en más de una ocasión. Más alarmante es que existan políticas de Estado que sitúan a la adicción en el rango del delito. Sí, vale alarmarse por la juventud y la niñez caídas o en camino de sucumbir, pero no será suficiente solo con este pobre recurso mediático, que la literatura (3) y el cine (4) han explotado, como nos enfrentaremos con este fenómeno complejo.


IIEl entendimiento del funcionamiento cerebral ha revolucionado la concepción que teníamos sobre la conducta humana. Los neurotransmisores y hormonas juegan un papel central en la dinámica de procesos internos con su compleja interacción biofuncional. Utilizando esta hipótesis podemos hacernos una idea de la función excitatoria que cumplen las sustancias psicoactivas que establecen un vínculo entre la percepción y diferentes niveles de conciencia (5). El uso crónico de sustancias adictivas puede alterar en distintos niveles el delicado equilibrio bioquímico a partir del cual funciona el cerebro humano (6), que ya de por sí aloja en su intrincada red sustancias que en su estructura y efectos son parecidos a sustancias artificiales como la cocaína, la heroína, las anfetaminas etc, (7). Los cambios funcionales en el cerebro traen consigo consecuencias como la anulación gradual de los mecanismos de contrapeso inhibitorio o de reestablecimiento de la homeostasis. El incremento de la tolerancia, la habituación, la dependencia y el síndrome de abstinencia, son alimentan el consumo crónico y la recaída (8). De esta manera, la cocaína, el alcohol, los opiáceos, las anfetaminas y otras drogas se apropian del sistema de recompensa del cerebro. Con el refuerzo de la conducta reincidente y la anulación sistemática del procesamiento consciente y racional del sujeto, la conducta sufre modificaciones de alto impacto (9), tales como alteraciones del ciclo sueño vigilia, reactividad, violencia, autojustificación, despersonalización, pérdida de la realidad (10). Además de los efectos comprobadamente nocivos existen otros procesos internos de activación funcional que amplían la percepción y la representación consciente, la introspección y la retroalimentación así como la desinhibición emocional. Por ejemplo, el MDMA es definida por los consumidores como la droga del amor instantáneo (11), se trata de una amalgama de moléculas provenientes de las mezcalinas y las anfetaminas que actúan sobre tres neurotrasmisores, noradrenalina, dopamina y serotonina. Otro ejemplo de ampliación funcional son las benzodiazepinas que se fijan a receptores de la sustancia GABA y alteran el funcionamiento de un gran sistema de transmisión-recepción, de esta manera, controlan los estados de ansiedad-dolor (stress, fatiga o pánico) y disminuyen la tensión nerviosa.


III
En el fondo todo goce es espiritual (12) y la conducta de adicción tiene esa peligrosa contraparte, el riesgo y la aventura de lo que sea con tal de aliviar el dolor, es decir, uno de los estados internos que pueden por si mismo y en virtud de su agudeza desestabilizar la mente de los sujetos (13). La asociación de la adicción con la intolerancia al dolor nos muestra hasta que grado el sujeto es capaz de saltar los límites del cuerpo en pos de la fuga y la poesía: “ ¡Yerbita libertaria, consuelo del agobiado, del triste y del afligido¡ Has de ser pariente de la muerte cuando tienes el don de hacer olvidar las miserias de la vida, la tiranía del cuerpo y el malestar del alma… “(14).
Otras relaciones derivadas tienden a la experiencia religiosa y la búsqueda del yo como requisitos de integración con el universo, es decir la ordalía, la revelación(15). Plantas mágicas, vuelos, religión y pensamiento mítico, es decir una caprichosa unión triádica entre lo sagrado, lo simbólico y lo imaginario (16). Esta es la cara desconocida de la conducta adictiva, su estructuración como ritual y su efectividad como fuga del dolor a través del éxtasis y el placer. La conexión hacia la epifanía y la festividad dionisiaca esta justificada en este marco amplio donde el carnaval constituye un ritual de despersonalización, llave de acceso a la trasgresión y la irreverencia (17). En el carnaval se establece el vínculo entre la lujuria y la muerte, la incitación de los sentidos a través de la carne, el goce y el trance de la substanciación (18).


IV
La adicción es una cultura y un modo de vida (19) , también es una forma de enfrentarse al mundo cuando todos nuestros mecanismos de control fracasan (20). Por supuesto, como todo elemento de recreación social y cultural presenta diversas versiones de construcción, desde el happening de los sentidos (21), la turbulencia creativa (22), el desorden de la percepción para ampliar la mente y proveer al mundo de una anunciación poética (23), etc. Aquí, la literatura presenta una extensa lista de imponderables que nos informan acerca de la experiencia íntima y su proyección estética, más allá de los límites de la lógica o la racionalidad eficiente (24). El desarrollo de culturas subterráneas con un sentido contestatario reivindica para sí cartas de naturalidad y desde la música rock se proponen cuestionar parte del stablishment y la profunda hipocresía donde todos ponen, muchos pierden y pocos ganan. En este sentido las lecciones duras del Punk Rock son abiertas en su desafío, y no por pedantería si no como sugiriendo que a pesar del capitalismo y la fábrica, el sujeto no debe esperar nada de nadie y debe buscar su propio camino hacia la sensualidad y el éxtasis (25); optar por ser perdedores en esta vida también es un intento emancipatorio o al menos, esa es la feliz hipótesis que han explotado algunas películas (26). La cultura sigue su curso, y en el camino también forja nuevos ritos y héroes, y esto es indicio suficiente de que el funcionamiento social promueve la adicción con o sin mediación de sustancias. Reinventor del MDMA, Alexander Shulgin, además de ser diseñador de entactoempatógenos (que permiten el contacto interno y profundizan la comunicación entre las personas), fue un promotor involuntario de la moda New Age y los combustibles inteligentes de la cultura Rave. Otro ejemplo de los nuevos mitos es la generación X, sus expresiones genuinas reducidas a la lógica del mercado, su critica diluida en sucesos de escándalo, pero el trasfondo de la terrible realidad de la que provenía fue totalmente ignorada (la era Reagan, el desempleo, el abandono y la marginación) (27). En este panorama existe una gama de mal entendidos intencionales que ocultan, invierten, niegan o reducen la realidad. Varios ejemplos de vinculación arbitraria pueden ser mencionados y que han sido explotados medíaticamente por el cine y la TV, sobretodo en latinoamerica; el nexo supuestamente inmanente entre juventud y adicción (28), pobreza y adicción (29), violencia y adicción (30), adicción y crimen (31).
La verdad es que sabemos mucho de los mecanismos neurofisiológicos y culturales y demasiado poco de las condiciones que llevan a un sujeto a decidirse por una conducta adictiva. Nuevas enfermedades y síndromes aparecen en la actualidad, derivadas de los modos de vida de las personas, de la presión de su medio social, del tipo de alimentación, la desorganización y el rompimiento del tejido social, la marginación a edades tempranas. Esta constelación de factores provoca en los sujetos una mayor sensibilidad al dolor y una predisposición a la conducta adictiva. No hay una estructura mental específica asociada a la adicción, cualquier persona, en cualquier edad, es susceptible, la única condición es experimentar un impacto fuerte que altere drásticamente su rutina de vida.


Notas
(1) Ian Hacking(1999) ¿La construcción social de qué?. Trad. J. Sánchez. Paidós, España. Cap.1. pp. 17-68.
(2) Jon Elster (1999) Sobre las pasiones. Emoción, adicciòn y conducta humana. Trad. F, Alvárez & A. Kiczkowski. Paidós, España. Pp. 57-192.
(3) Fernando Vallejo (2000) La virgen de los Sicarios, Alfaguara, España.
(4) Larry Clark (2000) Kids, USA.
Harmony Korine (2001 ) Gumo, Warner Home Video, USA.
(5) Paul M. Churland (1984) Matter and consciousness. A contemporary introduction to the philosophy of mind. The MIT Press, USA. pp. 178-180.
(6) Eric J. Nestler y Robert C. Malenka (2004) El cerebro adicto. En Scientific American Latinoamérica, año 2, No. 22, pp. 42-49.
(7) Roger A. Nicoll & Bradley E. Alger (2005) “Endocanabinoides cerebrales” E, Scientific American Latino America, Año 3, N0. 31. pp. 6-13.
(8) John S. Allen, Joel Bruss & Hanna Damasio (2005) “Estructura del cerebro humano”, en Scientific American Latinoamérica año 3, No. 30. pp. 68-75.
(9) Simon Brailowsky (1997) Las sustancias de los sueños. Neuropsicofarmacologia. FCE. Pp. 61-95.
(10) E. Bacon & F. Viennot (2004) “La química de la ansiedad”, en La Recherche, No. 121, Vol. XII. Pp. 132-139.
(11) Marc Capdevilla (1995) MDMA o éxtasis químico. Los libros de la liebre de marzo, Barcelona.
(12) Ernest Jûnger (1978) Acercamientos. Drogas y ebriedad. Trad. E. Ocaña, Tusquets, Barcelona. Preámbulo, pp. 9-56.
Julien Hervier ( 1986) Conversaciones con Ernest Jûnger. Trad. H. Martínez. FCE. México. Cap. IV. Eros, la droga y la trascendencia. Pp. 37-43.
(13) Ernest Jûnger (1980) Sobre el dolor. Trad. A. Sánchez P. Tusquets, España. Pp. 9-85.
Juan García Ponce y otros (1995) Ernest Jûnger: tres siglos . Homenaje a sus cien años de vida. FCE. Cap. México, Tiefeland, pp. 74-78.
(14) Ricardo Pérez M. (2000) Yerba , goma y polvo, Era/CONACULTA-INHA. México.
(15) Goerges Minois (1991) Historia de los infiernos. Trad. G. González. Paidós, Barcelona. Esbozo de la pesadilla, pp.19-120
Mircea Eliade (1951) El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis. Trad. E. de Champourcin. FCE, España.
(16) Fernando Benítez (1968) En la tierra mágica del peyote. Era, México. pp. 64-83.
Fernando Benítez (1964) Los hongos alucinantes. Era, México. Pp. 56-90.
R. Gordon Wasson (1980) El Hongo MaravillosoTeonanácatl. Micolatría en mesoamérica. Trad. F. Garrido. FCE, México. PP. 58-87.
R. Gordon Wasson, et al (1986) La búsqueda de Perséfone. Los enteógenos y los orígenes de la religión. Trad. O. Álvarez. FCE, México. Pp. 35-92.
Richard E. Schultes & Albert Hofmann (1982) Plantas de los Dioses. Orígenes del uso de los alucinógenos. Rev. Christian Râlsch. Trad. A. Blanco. FCE, México. Pp. 65-80.
(17) Umberto eco y otros (1984) ¡Carnaval¡, Trad. M. Manssur. FCE, México. Los marcos de la Libertad Cómica. Pp. 9-20.
(18) Edwar Muir (1997) Fiesta y Rito en la Europa Moderna. Trad. A. Márquez. Complutense, Madrid. El carnaval y la parte inferior del cuerpo pp. 99-140.
(19)Irvine Welsh (1998) Éxtasis. Tres relatos de amor químico. Anagrama, Barcelona.
(20) Roy Baumestier et al (2005) “El mito de la autoestima”, en Scientific American Latinoamérica año 3, No. 32. pp. 70-77.
(21) W. Plummer (1992) The holy goof. A biography of Neal Cassady, Paragon House, Mass.
(22) Henri Michaux (1939) El infinito turbulento. Experiencias c on la mezcalina. Trad. J. Elías. Premia, México. Pp. 81-116.
(23) Theophile Gautier (1879) La pipa de opio. Trad. E. del Amo. Siruela, Barcelona. Pp. 23-62.
(24) Antonio Iriarte (2002) La razón vulnerada, Universidad Surcolombiana. Cap. 1. Salto al vacío que no se puede nombrar, pp. 55-74.
(25) Lou Reed (2003) Atraviesa el fuego. Letras de las canciones de Lou Reed. Grijalbo/Mondadori, España.
Sergio Monsalvo C. (2001) “La anunciación Poética del Rock” En Revista Generación Año XII, No. 35, junio de 2001. Pp. 7-14.
(26) Danny Boyle (1995)Trainspotting, Channel Four Films.
Paul Mcguigan (2004)The acid house, Film four international.
Alexander Payne (2004) Sideways, Fox Search Light Pictures, USA.
Milos Forman (1979) Hair, Metro Golwin Meyer, USA.
(27) Marta Pérez-Yarza (1997) El placer de lo trágico. Semiosis del video-rock en los 90. Tesis doctoral. Universidad del País Vasco.
(28) Adolfo Aristarain (1997) Martin (hache), Tornasol Film, España.,
(29) Robert Sapolsky (2006) “Pobreza y enfermedad” en Investigación y Ciencia, febrero de 2006, No. 353, pp. 24-31.
(30) Joshua Marston (2005) María llena eres de gracia, Distrimax, Colombia.
Victor Gaviria (1990) La vendedora de Rosas. Colombia.
Victor Gaviria (1991) Rodrigo D: no future. Colombia.
(31) Barbet Schoroeder (2000) La virgen de los sicarios. Quality Films, Colombia-Alemania.

4 comentarios:

DUNCAN dijo...

DIALOGO SOBRE ADICCIÓN
ESTO FUE TOMADO DIRECTAMENTE DEL MESSENGER, UNA CONVERSACIÓN ENTRE EL AUTOR DEL ENSAYO Y UNA ESPECIALISTA EN NEUROPSICOLOGIA DE LAS EPILEPSIAS, LA MTRA. MARIBEL DE LA CRUZ GAMA.

DUNCAN dijo...

HE AQUI EL DIALOGO:
Jorge dice:
Saludo
Maribel dice:
Que tal
Jorge dice:
Como estas
Maribel dice:
Muy bien
Y tú?
Jorge dice:
Bien
Jorge dice:
Oye tengo el ensayo de adicción
Jorge dice:
¿te lo puedo enviar
Jorge dice:
Y me das tus comentarios?
Maribel dice:
Si
Jorge envía: documento
se completó la transferencia de "adiccion.doc".
maribel dice:
Lo estoy leyendo
Jorge dice:
Ok
Maribel dice:
A qué te refieres con adicción sin mediación de sustancias?
Jorge dice:
A que hay adicción sin alcohol
Jorge dice:
Sin cocaína
Jorge dice:
Sin tabaco
Maribel dice:
Si, pero que tipo de adicción es esa
Jorge dice:
De hecho no la defino dentro de algún tipo
y ello es intencional.
Trato de poner en relieve la polisemia de la palabra.
Si yo digo, por ejemplo, que el síndrome de Tourette
presenta las característica de una adicción entonces
esto puede inducir al juicio erróneo de emparentar
adicción y locura.
Maribel dice:
Parece que inicias con una critica sobre el concepto de adicción
y la forma limitada de abordarlo pero terminas el párrafo enfocándote
al uso de drogas.
Jorge dice:
Si. En efecto, pero es un recurso sobre el cual pretendo exponer
algunas contradicciones.
Maribel dice:
Si
Jorge dice:
Como sugerir que a partir del escándalo miramos una parte del todo.
Maribel dice:
El segundo párrafo es organizado, correcto y delimitado a una parte de la adicción
Jorge dice:
Ok. De hecho intento proponer un sustento material e ilustrar desde ahí
como funciona la adicción en un nivel fisiológico…cuando están instaladas.
Maribel dice:
Si, está muy bien
Al inicio del tercero vuelves a un concepto más general sobre adicción
Jorge dice:
Si. De hecho es un ir y venir encima y debajo del territorio
de la ambigüedad y la polisemia del concepto.
Maribel dice:
Si, eso veo
Jorge dice:
Pero no me detengo en la noción más general,
Más bien esta es utilizada como un trampolín
Para dar un salto al vacío…
Maribel dice:
Si
Maribel dice:
Sobre todo la segunda parte del párrafo
Jorge dice:
Si.
Maribel dice:
Luego, en el siguiente párrafo abordas el papel de la cultura en la formación de adicciones y la consideración de la adicción como una subcultura ligada a la pobreza, la violencia y el crimen
Jorge dice:
Eso último no lo propongo yo,
más bien, digo que así se toma:
dicotomías injustificadas que no aportan nada
pues sólo simplifican o engañan,
lo que a mi parecer es erróneo
Maribel dice:
Si asi lo entendí
Maribel dice:
No digo que tú lo propongas
Jorge dice:
Ok
Maribel dice:
La última parte del párrafo me parece confusa o tal vez contradictoria… o atrevida
Jorge dice:
¿Qué es confuso?
Maribel dice:
Por que me parece que inicias diciendo que no sabemos los mecanismos que llevan a un sujeto a una conducta adictiva
Maribel dice:
Eso va bien
Jorge dice:
Más bien lo que no sabemos es sobre lo factores que llevan a un sujeto a decidirse a entrar, aunque tal vez no haya tampoco posibilidad de decidir pues es algo que lo rebasa…
Maribel dice:
Luego hablas de factores que pueden predisponer al sujeto a una adicción pero eso no responde lo anterior
Jorge dice:
Tienes razón, pero es que no trato de responder a nada.
De hecho es intencional dejarlo así, abierto…
Maribel dice:
Está bien dejar al lector pensando
Jorge dice:
O desanimado
Jorge dice:
O indeciso
Jorge dice:
O girando sobre la ignorancia del autor
Jorge dice:
Y de el mismo…
Maribel dice:
Todo eso
Jorge dice:
Ahora bien
Jorge dice:
Que onda con la bibliogarfia
Maribel dice:
Espera todavía no acabo
Jorge dice:
Ok
Maribel dice:
La última frase no me gusta, eso de que la única condición para desarrollar una adicción es experimentar un impacto fuerte que altere drásticamente su rutina de vida,
Jorge dice:
¿Por que no te gusta?
Maribel dice:
Porque parece una afirmación que no me parece del todo correcta, muchos sujetos han experimentado situaciones que alteran su vida y no son adictos,
Jorge dice:
Eso si que es interesante.
Jorge dice:
Tu Me puedes decir
Jorge dice:
¿Como se define el punto de quiebre de un sujeto?
¿Como definir cuando algo puede o no alterar drásticamente la vida de alguien?
Maribel dice:
Eso me lo que tienes que definir tu
Jorge dice:
Tal vez la muerte
Jorge dice:
Tal vez una tragedia personal
Jorge dice:
Pero te lo pongo así: una mínima situación no produce adicción
Jorge dice:
Ni lo extremo…
Jorge dice:
Y aquí ya se presenta un problema de límites,
Jorge dice:
Lo que yo sugiero es que los límites dependen de la historia personal de cada sujeto,
De lo que lea en la realidad y como lo tome, depende su estabilidad o su contraparte.
Maribel dice:
Si pero no necesariamente producir una adicción, que me parece que así se entiende en el documento
Jorge dice:
Tal vez tenga razón
Jorge dice:
Pero te digo
Jorge dice:
Así como no se puede generalizar eso
Maribel dice:
Tal vez prefiera suicidarse
Jorge dice:
Tampoco se puede generalizar la proposición que tu haces
Maribel dice:
De acuerdo
Jorge dice:
De hecho la frase esta suelta, difusa, ambigua y se sitúa en el justo medio de la dos posiciones
Jorge dice:
la tuya y la mía…
Jorge dice:
Tan ambiguo para que no se ubique
Jorge dice:
y tan abierta para que no se generalice.
Jorge dice:
Lo que intento es tratar de mover a la reflexión
Jorge dice:
Sobre la clase de impacto,
Jorge dice:
inestabilidad,
Jorge dice:
y alteración de la vida,
Jorge dice:
Hablamos como para pensar en una predisposición a la adicción.
Jorge dice:
Además de llamar la atención de la dificultad de situar la frontera de lo que podemos considerar riesgo.
Jorge dice:
En esta última parte retomo
Jorge dice:
El argumento de Joseph Conrad
Jorge dice:
Que expone en su libro El corazón en las tinieblas, el cual cito:
" todo los hombres tenemos un punto de quiebre, tu y yo, todos.
Lo que sucede es que no sabemos exactamente donde esta situada
la frontera de lo inefable y tampoco podemos discernir si estamos lejos o cerca.
Maribel dice:
Si, en todo eso estoy de acuerdo, lo difícil es precisarlo
Jorge dice:
A veces, de forma inesperada los angeles de nuestra alma fracasan en su intento de contener el infierno y triunfa nuestra parte oscura...”
Maribel dice:
Si
Maribel dice:
Y puede llevarte a una adicción, al suicidio o a otra cosa.

Anónimo dijo...

Efectivamente, --como se recalca en la conversación entre el autor y la especialista,-- el artículo deja abiertas más inquietudes de las que el tema en sí provoca. Pasa de la descripción y condena al tácito consentimiento y luego de la desolación a la estetización rock--underground.
Definitivamente el artículo es una lectura entretenida, porqué puede compactar en breves líneas la visión médica y la "otra", cautivadora, que incita al "consumo subliminal", de etérea o materiales sustancias de "olvido" de las miserias humanas.
Por otro lado, tanto el artículo, como la conversación con la especialista, me parece que dejan de lado que el tema de las adicciones tiene múltiples causas, y que se necesitaría un aporte que tomara en cuenta la situación social y tipificada del consumo de las drogas y sus usuarios, ya que las sustancias varían en especies, costos, daños y utilidades.
Un análisis que se centre sólo en la “indeterminación” de las causas y de los efectos se queda en los márgenes de la seria problemática de este tema; pero, considerando el espacio, los tiempos y la recepción … ¡es un portento!

DUNCAN dijo...

Gracias Marina Julia por tu extenso y profundo comentario,uno no puede menos que recibir con alboroso estas atenciones y tratar de responder en la medida justa las preguntas, puntualizaciones y correcciones que se hacen.

En primer lugar: en efecto, el artículo se propone plantear y cuestionar un estado de cosas que se supone definitivo o comprobado. No entiendo bien tu afirmación de que "el artículo deja abiertas más cuestiones de las que el tema en sí provoca", es decir, no sé si sugieres que el autor exagera o bien, que el tema se abordó desde un enfoque incorrecto.Si es asi como lo tomas, bueno, te diré que no es del todo incorrecta tu apreciación, pues con esto el autor quiso llamar la atención con una forma nueva de tratar este fenómeno pero eso no quiere decir ni de cerca que lo nuevo es igual a correcto.
En segundo lugar: creo que no fue mi intención condenar nada, básicamente se trata de desencajar un fenómeno del discurso bajo el cual se le ha tratado y luego preparar al lector para la que sigue.
En tercer lugar: me impresiona que haya el concenso de que el autor sugiere el consumo de drogas, al menos cuatro de mis lectors lo han considerado asi, citando las descripciones del MDMA, o bien citando el tercer apartado donde hay una relación entre la adicción y el ritual. Desde luego se puede interpretar asi, como una incitación, sin embargo y eso es lo que el autor quiso remarcar este es el otro lado de la adicción, de ahí emana su poder, y los efectos son visibles, perop fijate que incluso en esas adiciones donde no hay sustancia se verifica lo mismo.
En cuarto lugar. Yo creo que en la conversación con la especialista hay un acuedo respecto a la multicausalidad de la adicción, pero más que repetir esto que parece tan evidente más bien se hizo enfasis en que una cosa es lo que la norma estadística describe y otra muy distinta considerar el fenómeno desde la ontología del sujeto. Si esto te parece poco serio, esta bien, es tu punto de vista, pero un abordaje desde la fenomenología no tiene por que excluir a los otros enfoques, más bien debiera de complementarlos.
En quinto lugar: Perdoname pero este fenómeno es tan indeterminado y misterioso que a la inversa de lo que piensas me parece poco serio - y este es el argumento que se defiende el ensayo - abordarlo desde la determinación causal y encasillarlo en cualquier categoría como algo definido de una vez por todas.

Gracias por tu atención de siempre.