...Todo es cerrado muro,
mi intimidad es puertas clausuradas
nos separaron puertas y puentes
caminos distantes, visiones encontradas
y hasta el óleo sacramental de nuestros huesos.
Triste acento del naufragio
enviado de distantes playas
con el viento cruel de ajena alegría
que hizo nacer un sol de desagravio.
La embriaguez del mundo en su resaca ínfima
hizo correr brillantes ríos de sombra amarga
entre este correr y su detención de espuma
hay sangre regada en lotananza.
El refugio de los paraisos artificiales
de Baudelaire
no está lejano
son los tiempos que cimbran dudosas heredades
y salen a nuestro paso los abismos
de la impotencia colectiva
en el fragor de una guerra no declarada.
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