lunes, diciembre 04, 2006

FELIPE TOTALMENTE AUDITORIO

FELIPE TOTALMENTE AUDITORIO JORGE ANTONIO DÍAZ MIRANDA [1 DE DICIEMBRE DE 2006] Fotografía publicada en La Jornada del 1º de diciembre de 2006. Presidente electo oficialmente espurio, endeble, mediático, políticamente derrotado. Este es el saldo de la doble moral, el resultado de seis años de frivolidad, del abandono gradual de la gobernabilidad ausente que con poco margen quiere mostrarse fuerte y empoderada. Las mentiras continúan y la simulación, y las celebraciones vacuas que lo único que demuestran es el autismo del poder convenciéndose así mismo de su legitimidad. El saldo de “ganar” apoyado por el fraude, de “ganar como sea”. Una derrota que inaugura una cadena interminable, por más que los generales juren fidelidad, por más vallas de tres metros alrededor de la casa presidencial, por más apoyo de las televisoras, por más mentiras que la televisión comercial vomité de la mano de sus lectores de noticias que cobran bien sacrificando su dignidad. Felipe Calderón Hinojosa derrotado sin más por sus contradicciones, por sus bravuconadas, por sus deudas con los grupos que lo empujaron hasta el sitial donde desde ahora se ve pequeño, gris y prisionero. Derrotado por los priístas que en todo momento elevaran el precio de su apoyo y presionaran para torcer a su favor y salvaguardar sus felonías de siempre. Derrotado por Andrés Manuel López Obrador que una vez más mostró convocatoria de decenas de miles de personas que se apostaron en el zócalo para demostrar que no están de acuerdo con la imposición y el fraude. Derrotado y ridiculizado ante ese aparato de seguridad desplegado y que no sirvió para nada pues la Convención Nacional Democrática mostró prudencia al no ir al choque preparado por el Presidente virtual. Derrotado por las televisoras y los empresarios que al margen de su investidura republicana lo sometieron a la humillación de exhibirse como un pelele al conceder en el primer minuto del 1º de diciembre asistir a una ceremonia de madrugada para recibir sin espectáculos lamentables ni muchedumbres estorbosas. Derrotado por Vicente Fox Quezada que le hereda un país dividido, hecho pedazos, incendiado e inestable, Felipe rehén de un ex gerente cocacolero al cual no podrá fincarle responsabilidades por los negocios sucios propios y de su ambiciosa familia. Risible toma de posesión de un personaje que más que presidente parecía un fugitivo. Escenario, pompa, fanfarronería y vacío. Presidente totalmente auditorio, simulador televisado, mediocridad mediatizada para exaltar la forma y ocultar el fondo. Toma de posesión de las elites que se encargaran de cobrar hasta el último centavo de su apoyo frívolo. Pobre Felipe Calderón tan lejos de la gente y tan cerca de la rapacidad de los poderosos. Discurso plano, entonación gris, por momentos parecía que iba a romper en llanto y por momentos parecía esgrimir amenazas encubiertas. Cuantos habrán de morir, a cuantos habrá que convencer acerca de las buenas intenciones de la demagogia y los lugares comunes de lo que en la superficie es políticamente correcto. De verdad se atacará a la delincuencia de este país, ¿o sea a los políticos del PRI y del PAN enriquecidos de la noche a la mañana?, ¿a los hijos de la señora Martha Sahagún?, ¿a los señores del narcotráfico que se enseñorean en toda la republica mexicana corrompiendo policías, militares, y funcionarios, o amenazando y matando?, ¿o se piensa dirigir toda esa fuerza para seguir aplastando a la gente que se atreve a protestar porque ya esta harta de las mentiras de los políticos y de las instituciones que solo favorecen a esos políticos y a la clase económica empoderada?. Lamentablemente la respuesta es de todos conocida por la gente, ya se sabe quien habrá de morir y ya se sabe que la situación en nada cambiará con el “Presidente del empleo”. El discurso de la receta con tufo foxista, changarros, vochos y tv para la felicidad de los afortunados pobladores virtuales de Fecalandia. Presidente totalmente prescindible porque no propone nada, presidente oficialmente espurio, institucionalmente debilitado, Presidente políticamente derrotado. No importa lo que digan las televisoras, no importa que los jilgueros de siempre entonen loas ditirámbicas, la imagen nunca sustituirá la realidad. Pobre presidente electo, débil y endeudado, mediático y acorralado por los poderosos de siempre. Jorge Antonio Díaz Miranda 01 de diciembre de 2006

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola,
He estado leyendo los artículos que escribes, lo cual ha hecho enterarme de algunos eventos que se han estado dando en nuestro país. He escuchado en las noticias acerca de estos asuntos, pero la verdad no me había detenido a pensar y meditar en ello. Es por eso que tus afirmacione sme parecieron muy interesantes. Nuestro páis está cruzando por situaciones muy conflictivas y como bien expresabas, la gente ya no se queda callada ante lo que ocurre.En este último artículo destacas algunos de los problemas sin resolver que le quedaron al nuevo gobierno, y la incertidumbre de ¿a donde irá todo esto, ¿en qué terminará? Sin embargo, me gustaría que fueras más objetivo, dejas ver con la pasión que lo expresas, y lo reiteras en todos tus artículos, a favor de quien estas. "Ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre"