ME QUEDÉ SIN TI
Cuando muera quiero recordarte con amor,
tu voz con amor,
tu oreja con amor, tu nariz, tu tacto, tu
silencio con amor,
en un soplo divino, mientras en éter me
transmuto,
mientras agujas y oxígeno y máquinas de
luz y arterias de plástico que mías no son, con amor recordarte.
Dijiste quiero vivir sola, en medio de
esta marea densa de difuntos urgentes
por yacer dentro de la tierra, como
germen es raíz,
me pregunto: ¿sola de qué, sola de quién,
para qué sola, desamada mía?
Solo dejaste mi armazón dislocado, mis
palabras rotas,
solo el corazón floreado por tus disparos
de ausencia,
solo yo con esta enfermedad que puse en
nuestra mesa como un pan para compartirla,
solo yo cuando te fuiste frívola y
aventurera a ser arquitecta de una casa que no es tuya.
Mandaste mensajes muchos de culpa y
vacío,
porque cuando te busqué en nuestro lecho
se partió la cama.
Me hundí yo con mi nunca nacido hijo, con
mi múltiple sensibilidad de poeta herido,
con la promesa de un futuro
desnutrido.
Cuando muera quiero recordarte con amor,
pero hoy, vida, no he podido.
Me quedé sin ti, sin documentos,
en el trámite del día a la noche,
y en la prisión el corazón herido,
me puse a cantar a coro con los bajos,
me quedé aquí deshecho,
como un periódico roto, muerto de lluvia,
sin compasión me abandonó tu amor a la
intemperie.
JOSÉ CRUZ
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