viernes, noviembre 30, 2007

SODA STEREO. EL ESENCIALISMO MONETARIO DE LA BESTIA POP

Fotografía de Germán Saez, modificada por J. A. D. M.
Reproducción sin afanes de lucro, utilizada para fines informativos.

Buenos Aires. Estadio River Plate, sábado 20 de octubre de 2007, Concierto de Soda Stereo.
De visita en la Capital Federal de la República de Argentina me dispuse a rememorar mis días de romance con una entrañable y sensual compañera de la preparatoria, nacida cerca de Corrientes (la arteria citadina más famosa asociada con el Tango), que, en ese entonces del año 1989 se encontraba junto con sus padres, asilada en mi país (México), debido a la volatililidad de la economía sudaca. Esta es la historia de nuestro reencuentro, de un volvernos a ver en su propia tierra después de 18 años de añoranza y nostalgia. Sin querer montarme en la ola stereo que domina el art pop cutre de America Látina me vi envuelto sin querer en la inercia del regreso de este grupo que reclama para si la fama que parece vigente a precios actualizados con una plusvalía desmesurada.

Macri, una buena amiga de la preparatoria llamó al hostal donde me hospedaba para saber si quería ir con ella a la resurrección de Soda Stereo (SS), en su segundo concierto ofrecido en el estadio River. Por supuesto que accedí y el principal motivo fue salir otra vez con ella, una tía más que buena a su muy respetable edad de 33 añitos.

Y bueno...estuve ahí junto con 64999 personas según el recuento oficial, yo enamorado de Macrina y ella enamorada de Gustavo Cerati. Ante su más que evidente fascinación no tuve otra que poner atención a la música de un grupo que se montó, a principios de los ochenta, en la ola de ese movimiento, mitad comercial y mitad espontáneo, que los media denominaron Rock en tu Idioma.

A mi no me gustó el concierto, el sonido SS sigue siendo el mismo: plano, impostado, sobre interpretado, suena a miles de cosas que ya se hicieron antes...por otro lado no hay forma de separar la proyección del grupo con el showbisnes, de hecho todo regreso de la bestia pop tiene ese feo trasfondo y este de ningún modo fue la excepción. La recreación de sus temas sigue siendo igual, las mismas palabras, los mismos rasgueos; la monótona síncopa de Charli Alberti el baterista y la hiperactuación Zeta Bozio en el bajo siguen sin poder encubrir el hecho de que SS es Gustavo Cerati, quien por su parte sigue creyendo que su obra es una gran aportación a la historia del Rock ibero-americano.

Para conocimiento de las nuevas generaciones, el rock de argentina no nació con SS, Ilia Kuryaky and the Valderramas o los Babasónicos.

Charly García, Papo, Luís Alberto Spinneta, Pedro Aznar, Memphis, Andrés Calamaro, Los redonditos de Ricota, María Gabriela Epumer, Serú Girán, Bicicleta y un largo etcétera; ya habían definido desde los 70`s un estilo y una identidad, mismos que fueron forjados en el underground por la feroz persecución de la dictadura.

Y estos niños SS, salidos de quien sabe donde, lo único que a mi entender han aportado es la estrategia de mercadeo más cínica y cara de su género, y, un par de ejecutivos grises y rapaces de BMG argentina, eso es todo.

En fin, el regreso fue todo un éxito en lo comercial y la confirmación de que a Cerati y sus dos empleados lo único que les interesa es el dinero de los fans, y a los fans lo único que les interesa es recordar en technicolor esa parte de su juventud que ya se fue a la desmemoria junto con todos los agravios recientes y pasados que la economía ha inflingido en sus castigados bolsillos incluyendo el corralito y el mayo negro de los cacerolazos.

Solo en México y Argentina es posible la irrealidad de pagar sobreprecio por la nostalgia gris que nos traen los acordes de unos oportunistas que viven de su inmerecida fama y de la ignorancia del Populacho. ¡alea jacta¡.

Pd. La noche con Macri fue otra cosa, celestial e íntima, tango ardiente consumado en un lecho perfumado...pero esa historia a ustedes no les importa. Ciao.



Abú Bakr Muhammad Ibn Ammar
Bs. Aires

ELEGÍA DE NOVIEMBRE

A dónde se fue la calma de las horas vivas/
A dónde se fue tu voz de viento fresco/
Tu rostro en calma, tu mirada serena/
A dónde está hoy la armonía de cítara/
Del amor que floreció en el yacimiento de olas blancas/

Qué nos pasó en éste tiempo muerto/
En estos meses de zozobra y rencor/
En esta guerra interminable/
De interpretaciones equívocas/

A dónde iremos a ciegas y desolados/
Con el peso de un adiós que no llega/
Y la mordedura infecta de miles de dudas/
Que nos asaltan en la noche/

Es gélido el soplo de la nada/
Y falta mucho para poder despertar/
No se calla este coro/
De cosas rotas/
De flores pisoteadas/
De mares inertes/
De lechos mortuorios que abren y cierran/

Por que no se aquieta esta locura desmesurada/
Por que no se larga esta niebla de insidia/

En la oscuridad que domina la confusión escampa/
Y no hay territorio seguro de la invasión de la desdicha/

Dejaremos que descienda el ángel furioso/
Sobre nuestras playas ardientes?/
Dejaremos sin defensa la ciudad blanca y su viñedo?/
Abandonaremos los puertos?/
Cruzaremos las grandes aguas para diluirnos en el olvido…?/


Jorge Antonio Díaz Miranda
30 noviembre de 2007

miércoles, noviembre 28, 2007

ABUSO INFANTIL COMO INDEFINICIÓN JURÍDICA



LA TRANSFIGURACIÓN DEL ABUSO INFANTIL
EN INDEFINICIÓN JURÍDICA

JORGE ANTONIO DÍAZ MIRANDA
2007

"El chiquillo está paralizado, sin habla ni lágrimas, sin saber cómo puede complacerlo (sic). Marcial tiene que tomarlo de la mano, atraerlo con suavidad, despojarlo de sus prendas y acariciarlo desnudo, pasándolo por talco y frotaderas, para asentarle el miedo. Le ordena que lo monte, pero Arx. absolutamente aterrorizado, no obedece porque no sabe interpretar la orden. Marcial desenfunda la lengua y, con gula experta, la desaparece entre sus piernas buscando el falo infantil que aún no palpita. Trabaja en él frenético, con variantes, hasta ponerlo erecto, apoderarse de la erección con el puño y hundírselo en la cueva. La deja en sotavento saltando en ella, hasta que llega el espasmo estrepitoso, interminable y el bramido de la bestia rendida por el esfuerzo".
Alejandro Espinosa, El legionario. Citado por Andrés de Luna, El rumor del fuego, pág. 20.


El uso de los placeres desde el poder. Existe una extensa bibliografía, histórica, antropológica, sociológica y psicológica; que documenta las practicas sexuales de estratos sociales empoderados, instaladas en una oscura región, densa y opresora, de secretos, silencios y juramentos que en conjunto funcionan como un pesado velo que deliberadamente oculta. Para entrar en materia directamente, adelantaremos que las jerarquías religiosas católicas no están en modo alguno exentos de estas oscuras alusiones y esta asociación ha sido un suceso de escándalo desde los Borgia con Alejandro VI a la cabeza.


La pintura flamenca de los hermanos Van Hyus que aparece como ilustración al inicio de este ensayo, nos muestra con su poderosa evocación, símbolos del poder terrenal (el gobierno) y el poder celestial (la Virgen de Hierro), enlazados con el derecho (pretendidamente divino) para ejercer punitivamente (la tortura como ejemplo canónico) u otorgar favores veleidosos como la satisfacción sexual, y todo, dentro del perímetro de seguridad de una regía mansión que oculta la sordidez del acto. Tal vez pensando esto, Weber nos sugiere la metáfora de la jaula de hierro que es capaz de contener con la escabrosa tramitología burocrática, cualquier intento público por “iluminar” esa zona de exclusión donde el poder (en sentido Foucaultiano) altera con fines ideológicos realidad y verdad.


Otro asunto es el epigrama de inicio. Donde quien cita el texto, es decir Andrés de Luna, se sitúa, tal vez intencionadamente, en la ambigüedad, es decir, en la indecisión entre un sentimiento de rechazo o la desmesurada fascinación “sensual” en que lo mete la descripción. Sin duda este sentimiento a todas luces “medial” revela una tensión entre las pasiones y la racionalidad. Sin embargo, esta aparente dicotomía no se sostiene pues ambos efectos conductuales son dirigidos por un solo sentido, el albedrío, esa instancia metafísica que describe una cualidad del ser humano para situarse por su propia voluntad en un sitio ideológico u otro.
Esta simplificación ya nos sitúa en los lindes del argumento que queremos mostrar aquí: en cualquier situación hay actores que desempeñan un rol que está sobredeterminado por su lugar, personalidad, preponderancia, representatividad, grado de vulnerabilidad, entre otros factores, y estos le permitirán, en una situación de privilegio (con tenencia de poder o empoderado por una red social) ejercer conscientemente recursos a su alcance para ocultar o disfrazar sus intenciones. Veámos.

Entre un hombre armado y otro que no lo está hay una distancia enorme que antes o después de su enfrentamiento no puede cambiar, a pesar de los atenuantes tales como, temperamento, posición social, defensa-ataque, advertencia, locura o legitimidad. Un hombre armado, desde cualquier perspectiva, estará siempre en una situación de privilegio con un artefacto que multiplica indefinidamente sus posibilidades de impacto, daño fisico, moral o psicológico frente a quien no posee el arma. La distancia es tan extensa y profunda como la división entre la vida y la muerte, como entre la verdad y la mentira, como entre la realidad y la fantasía, y ningún juicio ante o ex post podrá cambiar nada de esa situación de ventaja versus vulnerabilidad. El epigrama nos pone trampas retóricas para desplazar una y otra vez el trasfondo de la situación, el encuentro clandestino entre un sacerdote, adulto, corpulento, sumamente violento y autoritario; y un niño que es sometido por la fuerza tanto fisica, simbólica e institucional por un miembro eclesiástico privilegiado plenamente consciente de su estatus.

lunes, noviembre 26, 2007

ROMANS AÚREOS PARA LA DAMA DE LA ROSA

ROMANS AÚREOS PARA LA DAMA DE LA ROSA
JORGE ANTONIO DÍAZ MIRANDA
(2007)
Estética como goce espiritual
La disgregación y caída del Imperio Romano de Occidente introdujo en Europa tumultos, guerras, enfermedad, y una división ad infinitud del corpus sacro de provincias, villas y comarcas de la ecumene latina lo que generó un sin fin de feudos gobernados por señores de armas que se alzan sobre glebas sumisas apoyados por ejércitos personales y la religión cristiana. El centro imaginario de este microuniverso social es la iglesia, el ascetismo monástico se erige como un bastión para la conservación de la historia oral y documental. Las órdenes religiosas atesoran para sí fabulosas herencias documentales, conservándolas, copiándolas, iluminándolas, traduciéndolas, glosándolas; conformando con ello una suma plurisecular de conocimientos que se mantiene más o menos inamovible durante 600 años. Las constantes invasiones al continente europeo por parte de pueblos nórdicos (visigodos, ostrogodos), asiáticos (Hunos y tártaros), y norafricanos (árabes) agregan a éste panorama convulso sólidas fuentes de conocimientos que una vez más se difundirían desde los monasterios. Recordemos que Aristóteles y los avanzados conocimientos científicos (medicina, óptica y matemáticas) llegan a través de los árabes que fundan junto con judíos y castellanos la región Al-Andaluz. Mientras el Imperio Romano de Oriente rutila y alcanza un esplendor inimaginable donde otra vez la iglesia logra ubicarse como referencia central del imaginario y los principios rectores de la retórica, la ética y la estética de su tiempo. Este crisol de factores tiene como base el fenómeno religioso de varias culturas que coinciden hacia una misma fuente: la cristiandad. Aún los mosárabes abrevan de los mismos profetas y el pensamiento monoteísta para erigir un solo sistema religioso. Por lo anterior no es extraño el predominio de la experiencia extática que en el fondo es una especie de goce espiritual donde las artes detentan desde su origen un anverso dialéctico con la divinidad. Las procesiones de flagelantes, los oficios públicos de carácter judicial, las ejecuciones, las oraciones masivas, la devoción confesional, el respeto al Rey y la delectación por las damas áulicas, las cruzadas y las reminiscencias paganas constituyen los tropos con los que el hombre del medioevo critica, cuestiona y trastoca el orden social y divino. En este contexto plurisecular la música tiene un papel destacado como recipiente y vehiculo del pensamiento de los señores nobles, de las ordenes de caballeros y de los simples que se trasmiten de forma oral historias, noticias, testimonios que se cristalizan en las canciones de gesta, los romans, las canzones, lays, o chesniers du vers.
Hasta la actualidad nos han llegado ecos de la música del medioevo y con más constancia y dedicación países como Inglaterra, Francia, Rusia España y Hungría, se han destacado por el rescate de estas antiguas tradiciones musicales rescatando Codex y manuscritos que contienen los motivos, rosas y notaciones musicales indicativas de su ejecución. Presentamos a continuación un breviario de ocho opus destacados por el virtuosismo en la ejecución y el contenido histórico de sus referencias.

Cantigas, Ars poética, Romans y Canzone Ascética.
Núba al-Máya. Ibn Báya, Omar Metioui & Eduardo Paniagua. Sony Music, Austria 1997. De acuerdo a historiadores del arte y de la ciencia la verdadera época de oro en España es aquella en la que se asientan tres culturas que dan vida a una sociedad donde el intercambio de conocimientos es vital para sobrevivir y prosperar. Música del Al-Andaluz, sensual, religiosa, festiva, que celebra el encuentro de los siglos XI al XIII.

Bestiario. Cantigas de animales. Alfonso X el Sabio (1221- 1284). Eduardo Paniagua (Director). Pneuma, España 2001. Los bestiarios son obras simbólicas y moralizantes, pero también y con frecuencia tienen un sentido lúdico e irreverente que desafía el orden establecido. Las composiciones que se reúnen son muestras de fina orfebrería de voces e instrumentos que se agitan. Las Cantigas de Sta. Maria han sido llamadas la Biblia Estética del siglo XIII.

Libre Vermell. Capella de ministrers. Carles Magraner. Lycanus, Valencia 2001. El códex del Monasterio de Montserrat titulado el Libro Rojo es una muestra de composiciones paganas que utilizan los cánones musicales gregorianos para recrear imágenes mundanas donde abades y monjes confiesan sin pudores la condición humana de su pesado ministerio. Carles Magraner y la Capella de Ministrers dirigen este viaje peculiar a la sensualidad monástica.

Alexander Agrícola (S.XV). Fortuna desesperata. Secular music of the 15th Century. Ensemble Unicorn & M. Posch. Naxos, Alemania 2003. Desde un punto de vista literario el siglo XV es significativo para Inglaterra, Geoffrey Chaucer publica los bellísimos Cuentos de Canterbury, primera gran obra de las letras inglesas, la cual introduce al idioma un giro poético distintivo. Ligado a esto surge la polifonía inglesa con temas orientados al ascetismo, lo bucólico y la folie amoris. Alexander Agrícola, religioso de la abadía de Kent compone música inspirado en Chaucer y en la vasta campiña delimitada por el mar del norte. Este disco contiene registros de la época, magistralmente interpretados por el ensamble Unicorn bajo la dirección de M. Posch.

Proensa. Paul Hillier, Stephen Stubbs Et. Al. ECM, Sttutgart 1988. La canzone de Provenza proviene del languedoc (lengua culta) y prospera a partir del siglo XII. Estilísticamente hablando posee una fuerza que irradia jovialidad, ironía y esperanza. Una muestra de tal espíritu es el registro que abre la maravillosa interpretación de Paul Hillier. Farai un vers de driet nien, que es todo un manifiesto sobre la holganza y el placer del sinsentido: haré un verso que no trate de nada…la métrica de los versos y la música que emana del salterio y la arpa tienen una armonía poderosa que encantará a los profanos. Se trata de ocho gemas engastadas en una hermosa filigrana, que se eleva sobre un páramo de sombras para cantar al amor, a la vida, pese a la mortalidad y la desventura.

Hildegarda Von Bingen. Voice of the blood. Sequentia. BMG-Deutsche harmonia mundi, Köln 1995. La incomparable Hildegarda, monja del siglo XII es un personaje extraordinario, religiosa, científica y compositora de cantos religiosos. El grupo Sequentia nos ofrece aquí una muestra destacada de himnos donde se plasman las visiones extáticas de la santa acerca de las heridas de cristo y su fallida pasión.

Chant’s de mediants en Italie. Mateo Salvatore. Armonía mundi, Germany 1973. La oleadas de flagelantes, compañías errantes, pordioseros, gitanos, pícaros de toda calaña, etc., produjo en los países mediterráneos una tradición musical única que dio voz a los simples y a los campesinos, donde se fusiona el paganismo con la religión, el folclor de cada país y las crónicas de gesta. La música de este disco refleja con sarcasmo imágenes desesperadas y constituye quizá un documento único donde se proyectan visiones reales de la vida de labriegos, inmigrantes y marginados.

Russian Church Music. Paul Andrews (Director). La Iglesia Ortodoxa rusa es la heredera de la tradición del Imperio Romano de Oriente, y eso equivale a decir el reencuentro de latinos y griegos, y los intercambios intensos con oriente en todas sus vertientes y manifestaciones culturales. El Slavvyanka men´s chorus nos muestra la intensidad de una rama del cristianismo que supo acercar al pueblo la necesidad de la devoción a través de íconos y cantos, en un rito pomposo pero persuasivo y sincero que, elevo su expresión hasta un sitial insustituible de arte dentro de la amplia constelación en que se asentó la cristiandad de la alta edad media.


Bibliografía de consulta
[1]

- Alexander Murray (1978) Razón y sociedad en la edad media. Trad. Joaquín Fernández B. de Quiróz. Taurus, Madrid 1982.
- Frank Baer (1988) El puente de Alcántara, Trad. José A. Alemany. Narrativa-Edhasa, España 2000. ISBN:84-350-0558-5.

- Ètienne Gilson (1922) La filosofía en la edad media. Desde los orígenes patrísticos hasta el fin del siglo XIV. Trad. Arsenio Pacios y Salvador Caballero. Gredos, Madrid 1999. ISBN 84-249-2033-3.

- Ezra Pound (1910) La tradición. Selección T. S. Eliot., Trad. Julia J. de Natino. CNCA, México 1993. ISBN: 968-29-4256-X.

- Geofrey Chaucer (hacía 1385 o 1400) Cuentos de Canterbury. Planeta, Barcelona 1961.

- Georges Duby (1979) Europa en la edad media, Trad. Luís Monreal y Tejada. Paidós, Barcelona 1999.

- Guido Cavalcanti (Siglo XIII) Cancionero. Trad. y Edicic. Juan Ramón Musoliver. Siruela, Madrid 1990. ISBN: 847844-041-0.

- Jean D`Arras (siglo XIV) Melusina o la noble historia de Lusignan. Trad. Carlos Alvar. Siruela, España 1994. ISBN 84-85876-02-4.

- Jean Markele (1984) El amor cortés o la pareja infernal. Trad. Manuel Serrat Crespo. Medievalia, Barcelona 1998. ISBN: 84-7651-699-1.

- Johan Huizinga (1927) El otoño de la edad media. Estudios sobre la forma de la vida y del espíritu durante los siglos XIV y XV en Francia y los Países Bajos. Versión de José Gaos. Trad. del Francés Medieval Alejandro Rodríguez de la Peña. Alianza editorial, España 2005. ISBN: 84-206-7950-X.

- Martín de Riquer (1974) Los trovadores. Historia y textos. Ariel, Barcelona 2001. 3 volúmenes. ISBN 84-344-8362-9.

- Peter Dronke (1984) Las escritoras de la Edad Media. Trad. Jordi Arnaud. Grijalbo-Mondadori, Barcelona 1994. ISBN: 84-7423-721-1.

- Verónica Martínez Lira & Alejandra Reta Lira (2003) El lenguaje secreto de Hildegarda Von Bingen. Vida y Obra. FCE-UNAM-Espejo del viento-embajada de Alemania en México, México 2003.

Notas
[1] Es decisión del autor citar en la bibliografía, después del nombre del autor, el siglo o el año en que su obra aparece publicada por primera vez, para subrayar su importancia histórica y dimensionar adecuadamente el contexto social en que emerge.

EL ÉXTASIS DE LA DENSIDAD URBANA




EL ÉXTASIS DE LA DENSIDAD URBANA
REM KOOLHAAS Y NEW YORK
[1]

JORGE ANTONIO DÍAZ MIRANDA
(MÉXICO, 2007)




Sistema y entorno
Manhattan es un vasto horizonte donde se cruza lo mejor de las culturas y las sensibilidades para crear una atmósfera única de expresiones más allá de las pretensiones del nacionalismo o las fronteras político-ideológicas. La invasión de nuevas tecnología ha convertido a Manhattan en un moderno laboratorio donde se ensaya una nueva forma de cultura urbanística, la de la Congestión. Este concepto es útil, de acuerdo a KoolHaas cuando queremos delimitar lo que de origen no tiene un patrón, el desarrollo urbano que ha desbordado cualquier teoría de la planificación urbana, la emergencia de una urbe donde todo parece haberse generado espontáneamente, poli céntrico, polimórfico y policromo. Un ave vigorosa y lumínica que se erigió desafiando al continente y a las aguas turbulentas del atlántico, la nueva babel, la ciudad eterna, la insomne y quimérica Manhattan. Esta especie de universo mutante genera criaturas singulares cristalizadas en una arquitectura fantástica que escala cielos agitados y densas nubes químicas, para producir artificiosos y sofisticados delirios.


En este libro, el prestigioso arquitecto holandés Rem Koolhhas (Premio Pritszker, 2000), explora las relaciones entre un universo metropolitano insólito y la arquitectura singular que produce, sugiriendo con ello que la arquitectura bajo ciertas condiciones es capaz de generar cultura. Nadie mejor que Koolhhas para describir el proceso acelerado en que el rostro de New York se ha modificado aceleradamente desde finales del siglo XIX hasta nuestros días, y que, pese a sus tragedias la ciudad conserva el vigor y la frescura de su ya duradera juventud. Y es que el dinámico crecimiento de la metrópoli no ha sido ajeno a la revolución tecnológica del siglo XX, de hecho las edificaciones realizadas en esta ciudad ponen de manifiesto el paradigma de la congestión como un método eficiente de explotación de los espacios reducidos, y la multiplicación sin fin de estilos variopintos no obstante su disparidad o controversia. El libro de Koolhhas simula en cuanto su estructura la retícula de Manhattan: una colección de bloques sofisticados cuya proximidad explica al mismo tiempo sus diferencias y complementariedades. La mirada reflexiva del arquitecto holandés se detiene en el análisis de cuatro de estos bloques: Coney Island, el rascacielos, el Rockefeller Center y los europeos.


Pese a la ausencia actual de las Torres Gemelas, New York seguirá siendo, de acuerdo a Koolhhas, la alternativa creativa y el espacio de exploración para las expresiones arquitectónicas de vanguardia. El manifiesto Koolhhiano subraya el merito del modelo: sin ninguna teoría previa, Manhattan se ha erigido como una meca moderna de una arquitectura desinhibida y sensual, arriesgada e inventiva, a la altura de una sociedad dinámica que inventa a cada momento nuevas tecnologías.


Casuística
En el corazón del Rockefeller Center – el primer atisbo definitorio y premonitorio de la cultura por congestión espontánea – hay una doble paradoja que sólo el manhattismo puede solventar, cito a Koolhaas, “el conjunto debe combinar el máximo de congestión con el máximo de luz y espacio”…el fundamento para la construcción de este moderno templo modélico debe ser la reconciliación de esos términos incompatibles. El desafío para los responsables de cristalizar este primer gran proyecto es que, a finales de la década de los 20s, resulta literalmente imposible ser convencional en Manhattan. Es necesario poseer una mente abierta, irreverente y rica en metáforas fantásticas para resolver adecuadamente la ecuación del despiadado desequilibrio entre lo simbólico, lo comercial, lo artístico y lo social. El resultado es prodigioso y arriesgado, cuatro torres pequeñas alrededor de una súper torre, el aspecto simbólico rebasa toda expectativa esperada, una arquitectura sobredimensionada, con una perspectiva geométrica ortogonal de corte clásico, y un sistema de distribución sinérgica convectiva.


El mito actualizado por un teorema
Hacia 1978 Koolhaas siente fascinación por las ciudades globales. Más de 20 años después la fascinación ha dejado el lugar para el aburrimiento del premio Pritzker –una especie de Nobel de la Arquitectura- y su mirada atenta se fija en las megaciudades tipo Shangai, Bombay y la Ciudad de México. En 2007 el paradigma de la congestión ha quedado en desuso y el arquitecto holandés funda otros, el paradigma del caos. Un embrión de este su más reciente paradigma lo encontramos en su apreciación de los rascacielos de New York, pues constituyen un “laboratorio de crecimiento geométrico vertical”. La re actualización de la utopía babélica tiene un cierto rasgo hebreo en el sentido de una recreación, donde la utopía tiene doble vida, y en New York el regreso de Babel parece definitivo. Este Revival coincide, de acuerdo a Koolhhas, con el período 1900-1910 en que se produce el encuentro fortuito con tres innovaciones urbanísticas: el edificio, que desde un punto de vista urbanístico rompe con la concepción clásica del horizontalismo y el fin único, y se erige como una indeterminación funcional en el que un emplazamiento concreto ya no puede equipararse a un único propósito predeterminado. En adelante, cada parcela metropolitana dará cabida a una combinación imprevisible e inestable de actividades simultáneas. Para llevar a cabo tal propósito la tecnología provee el ascensor (micro retícula de desplazamiento) y el acero (material de soporte) (1). El modelo de la torre ofrece soluciones para la saturación horizontal del espacio, una estructura de soporte de la cúspide donde se gobierna el todo que es el edificio. La torre supone una ruptura en el patrón homogéneo de la vida cotidiana, y predominan sobre una actualidad extraviada fijando los rasgos de una nueva cultura, autónoma, decidida y poderosa. El edificio Empire State (381 metros de altura), las Torres Sears (442 metros de altura), recuerdan una y otra vez la estructura básica de la torre, en cuanto a su centralidad, panóptica y emancipada de la presión del entorno (2). La manzana sola, es decir un bloque erigido con una superficie equivalente al de una retícula inmensa. La amalgama tridimensional ha desalojado la densidad elevando desde una sola estructura una ciudadela inmensa, poderosa y acorazada (3).


El teorema de la máxima edificación dentro de un mínimo espacio se cumple en el caso de los rascacielos y sigue boyante hasta nuestros días a pesar de las huellas que el terrorismo ha horadado en el rostro de Manhattan. Esta es la visión que emerge del libro de Rem Koolhaas, New York la retícula moderna, el laberinto de torres del moderno feudalismo corporativo y dinámico.



Libros relacionados

Rem Koolhaas (1985) Imagining Nothingness.


Notas
[1] Rem Koolhass (1978) Delirio de Nueva York. Un manifiesto retroactivo para Manhattan, Traduc. Jorge Sainz. Edit. Gustavo Gili S. A. Barcelona, 2005. ISBN: 84-252-1966-3.

ADOLF LOOS


ADOLF LOOS
LA ARQUITECTURA DE LA UTILIDAD[1]

JORGE ANTONIO DÍAZ MIRANDA(MÉXICO, 2007)

Los historiadores no suelen vacilar a la hora de aceptar que la modernidad tiene una fecha y un lugar de nacimiento, se trata del año 1900 y de Viena, en esa época, capital del imperio austro húngaro. Muchas de las ideas filosóficas, artísticas, arquitectónicas y literarias se elevaban sobre el gastado barco decimonónico -en que la monarquía se había estacionado para ya no evolucionar- como ráfagas de una tormenta que anunciaba el fin del imperio, la guerra cercana y el nuevo orden político-social que se agitaban desde el oeste sobre el vasto horizonte cultural de Europa. Heinrich Kulka (1931) señala que a finales del siglo XIX las ideas arquitectónicas estaban desfasadas y obsoletas, prevalecía una concepción que privilegiaba los ornamentos y los signos sobre la función y la simpleza simbólica, pues tal era la manera en que el emperador y su corte pretendían detener el curso del tiempo y cristalizar la gloria en una imagen eterna de un inmenso daguerrotipo. En efecto, la Kultur predominante miraba al pasado, sus ideas románticas, premodernas y preindustriales requerían de la “belleza” artificiosas hasta en el más nimio de los detalles, cubiertos, cortinas y alfileres detentaban tantos ornamentos que se convertían en evidencia inmediata del rango social y el honor, el espacio de los edificios, las calles, las plazas y los monumentos eran signos distintivos de poder y gobierno acorde con los inflamados espíritus prusianos y magiar.
La antípoda del conservadurismo habsbúrgico fue el movimiento renovador que se gesta alrededor de figuras intelectuales de la época como Hugo Von Hofmannsthal, Arthur Schnitzler, Hermann Bahr, Peter Altenberg y Karl Grau. Dicho movimiento se caracteriza por su escepticismo, disposición crítica y pretensión renovacionista. Sin embargo Loos y Kraus –que desarrollarían una amistad profunda y rica en puntos de vista compartidos- no tardarían en separarse del todo de esta corriente crítica para desarrollar y profundizar sus propias ideas, aún más radicales.
Loos desde la arquitectura, pugna por un abandono de la educación ostentosamente artística que se difundía en los politécnicos de Viena, a favor de dotar de una concepción más funcional, pragmática y tecnológica el diseño de espacios, la interacción de objetos, la constitución del horizonte y la configuración de interiores. Loos argumenta positivamente en pro de la intervención y en contra de la sobre representación. El 18 de noviembre de 1897 y con ocasión de la exposición navideña del museo de Austria, amplió aún más los puntos de vista ya citados, hacia una concepción funcional de la tecnología en el diseño de espacios donde esté perfectamente separado toda pretensión artística de la utilidad, desarrollando para éste último sus fundamentos desde un marco de referencia evolutiva del progreso cultural. En el fondo de su alegato podemos encontrar las reminiscencias de un debate originado en Francia hacia mediados del siglo XIX, sobre el arte y la imitación, la artificialidad y la naturaleza, la involución y la adaptabilidad, lo rural y lo urbano, la tradición y la modernidad, el espíritu libertario y el anacrónico estilo anquilosado de la burguesía.
Otros de los aspectos más interesantes del pensamiento de Loos, fue la introducción de la dimensión ética en la Arquitectura. En este aspecto la consonancia entre Kraus y Loos es más que evidente, pues ambos eligieron a la ética como sustento de sus acciones personales, y con ello enjuiciaron el arte imperante como falto de originalidad, efectista, impostado, ortopédico y vacío. Para Loos en especial, la unidad entre personalidad y obra artística, constituye un imperativo categórico de la creación dimensionado desde la ética.. En 1908 Loos cierra su concepción con la publicación de una serie de ocho artículos donde condensa su concepción tecnológica-funcional y donde reiteraba su posición dialéctica, es decir, su creencia en el progreso cultural en el marco del devenir histórico.
Kurt Lustenberger nos sugiere dimensionar todas estas interesantes ideas en el período de transición que inicia en el año 1900, en que la ciudad de Viena adquiría nuevas necesidades de adaptación hacia un uso público intensivo, que implicaba por primera en la historia de la capital del imperio planificar, diseñar y redimensionar espacios, redistribuir construcciones, y dejar atrás las defensas y murallones que rodeaban la metrópoli desde la época feudal. La cesión de las defensas de Viena para uso público -hecho que se produjo más tarde que en otras ciudades importantes de Europa- proporcionó la oportunidad de incorporar un extenso espacio libre en el centro de la ciudad dentro de un plan moderno de expansión urbana. Después de varios retrocesos y obstáculos generados desde la milicia, la monumental edificación absolutista fue demeritada por planes orientados a la construcción de edificios que fuesen, preferentemente, la expresión del gobierno constitucionalista y de una cultura ilustrada. Un símbolo de la radical transición fue la construcción, en ese espacio reservado para desfiles militares, de una universidad, un ayuntamiento y una sala parlamentaria. Sin embargo estás modificaciones se llevaron a cabo con la ornamentación acostumbrada y en un estilo pomposo que para nada tenía que ver con la nueva orientación moderna. Este hecho unió más las concepciones de Kraus y Loos hacia un diagnóstico frontal de decadencia de la vida social y política del imperio, donde la simulación, la burocracia y la marcialidad sustituyen a la realidad en un perverso ciclo de culto al yo. En este extenso diagnóstico, Loos pugna por separar a la arquitectura del inventario de las bellas artes, porque esta disciplina en particular cumple con un cometido que rebasa la frontera de todo sistema estético. La proporción, el equilibrio, la mesura ornamental, la funcionalidad del espacio, la simplicidad, el minimalismo, la economía en los materiales, la eficiencia, la sencillez, constituyen los fundamentos de la concepción arquitectónica de Adolf Loos, que se orienta en última instancia hacia una cuidada articulación de la circulación vertical y horizontal a través de la edificación, y la agregación de la misma a las transiciones entre los espacios, con una constancia armónica y mesurada. El Adolf Loos que emerge del libro de Kurt Lustemberger sigue siendo, enigmático y evanescente. Sin embargo, como señala el mismo Lustenberger, la posteridad fue en su conjunto más comprensible y justa con este arquitecto vienés al reconocer hallazgos significativos en la concepción del espacio urbano desde la funcionalidad, la tecnología y la prospectiva. Loos lego a la posteridad, entre muchos legados arquitectónicos, el Edificio Michaelerplatz y el hermoso interior del Café Museum, ambos asentados en Viena.


Libros relacionados

Jeannine Fiedler & Peter Feirabend (Eds.) Bauhaus, Edit. Kônemann.


Notas

[1] Kurt Lustenberger (1995) Adolf Loos, Trad. Santiago Castán, Editorial Gustavo Gili S.A,