martes, octubre 06, 2009

DERECHOS INDIGENAS EN MÉXICO. ALGUNAS CONSIDERACIONES.


FORO NUESTRAS VOCES POR LA VIDA: ¡CONTRA EL RACISMO Y LA DISCRIMINACIÓN QUE MATA¡ A DOS AÑOS DE LA DECLARACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE LOS DERECHOS DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS UNAM AUDITORIO CEIICH CIUDAD UNIVERSITARIA VIERNES 25 DE SEPTIEMBRE DE 2009 ALGUNAS CONSIDERACIONES PRELIMINARES SOBRE UN PROBLEMA DE LÍMITES Y DEFINICIONES. EL CASO DE SAN ANDRÉS DE LA CAL JORGE DÍAZ MIRANDA (SEPTIEMBRE DE 2009)
La municipalidad fallida. Cuando se exploran las relaciones entre gobierno, administración pública y sociedad, salen a relucir aspectos positivamente oscuros que van contra el espíritu equitativo de las leyes y que anulan en los hechos la posibilidad de organización y representación social. Así, el Estado fallido, que tiene normas que no respeta, difunde y reproduce, en todos los niveles de gobierno, la baja institucionalidad y la incapacidad de administrarse por si mismos. Las cualidades que describen las relaciones entre las prácticas de gobierno y la sociedad en la que se lleva a cabo esa forma anómala de gobernar, son el desequilibrio de intereses, la labilidad en la aplicación e interpretación de las normas y el vacío jurídico que garantiza la legalidad sin justicia. La descentralidad de lo rural. En las comunidades rurales existe el consenso de una identidad tácita: la posesión de la tierra a través del trabajo campesino, la tierra pues es de quien la trabaja, y desde ahí se produce un cierto tipo de cultura ligada a prácticas simbólicas, rituales, lingüísticas y espaciotemporales. Sin embargo la presión urbana que cada vez más se acerca a las comunidades rurales-indígenas, está violentando la identidad de estas comunidades y trastocando los límites simbólicos para imponer una sola visión del mundo, que quiere decir una subordinación de las necesidades rurales a los intereses urbanos, es decir una nueva centralidad de la ciudad a costa de descentralizar lo rural y su cultura. El desconocimiento de los usos y costumbres. Aquí la descentralidad quiere decir negación, desaparición, ocultamiento, sometimiento o desestructuración. Quiere decir en los hechos, el desconocimiento de los usos y costumbre como fuente primaria del derecho en su expresión social y auto organizativa. Quiere decir reconversión autoritaria de valores con la implantación de presiones modernizadoras. Quiere decir la activación de tensiones sociales que en la superficie declara pretensiones humanitarias pero que en el fondo supone el despojo del territorio para su fraccionamiento y disgregación. La des centralidad de lo rural-indígena alude en último término a un proceso reduccionista de la cultura, y por ello su contenido es intencionalmente político, económico y a-cultural. Las trampas de la autonomía. El municipio no es una comunidad. El municipio sólo es una figura jurídico-administrativa que reúne a las comunidades alrededor de una cabecera municipal. La cabecera municipal es la sede del gobierno sin embargo este hecho no genera a esta entidad derechos de posesión territorial o de decisión sobre el uso de los territorios o límites territoriales de las comunidades que lo conforman. Pero en los hechos sucede precisamente lo contrario, el municipio es la comunidad. El municipio es la figura que tiene autonomía para decidir sobre la posesión, límites y usos de los territorios que ocupan las comunidades. Eso es lo que está sucediendo en el municipio de Tepoztlán Morelos, y ese es presión que enfrentan las seis comunidades que conforman este municipio, dentro de las cuales está San Andrés de la Cal. La eugenesia comunal-indígena como ideología. El sistema de representación comunal tiene muchas deficiencias como en casi todas partes en México. Aquí la forma es fondo, es decir, empleando una fórmula limitada de democracia participativa, se considera que lo principal es el voto y no la representación equitativa. Derecho de los pueblos indígenas. En materia de Derecho Internacional la Organización de las Naciones Unidas consagra en su Declaración de los pueblos indígenas, Artículo 26 lo siguiente: 1.- Los pueblos indígenas tienen derecho a las tierras, territorios y recursos que tradicionalmente han poseído, ocupado de otra forma, utilizado o adquirido. 2.- los pueblos indígenas tienen derecho a poseer, utilizar, desarrollar y controlar las tierras, territorios y recursos que poseen en razón de la propiedad tradicional u otra forma tradicional de ocupación o utilización, así como aquéllos que hayan adquirido de otra forma. 3.- los estados asegurarán el reconocimiento y protección jurídicos de esas tierras, territorios y recursos. Dicho reconocimiento respetará debidamente las costumbres, las tradiciones y los sistemas de tenencia de la tierra de los pueblos indígenas de que se trate. México como país miembro de la ONU fue uno de los primeros países que signó su compromiso de respetar la declaración en su espíritu, disposiciones y artículos, reconociendo por una parte la indivisibilidad de su estado-nación y por otra parte la pluralidad cultural de su conformación poblacional. A raíz del levantamiento zapatista en 1994 y después de dos sexenios, el entonces presidente Vicente Fox Quezada promulga la llamada Reforma Indígena (publicada en el Diario Oficial de la Federación el 14 de agosto del año 2001). Esta reforma se constituye en un instrumento moderno de reconocimiento jurídico para las comunidades indígenas que habitaban el territorio nacional al iniciarse la colonización y que conservan sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas. En este mismo tenor, la carta magna constitucional refiere la tierra que ocupan los pueblos indígenas a partir del precedente establecido por la Comisión Internacional de los Derechos Humanos, en el sentido de la forma de propiedad comunal que define la base fundamental de su cultura y su productividad económica. Un aspecto central que consagra el Artículo 2 de la Constitución política de los Estados Mexicanos, el derecho a la libre determinación que consiste en la facultad que tienen los pueblos indígenas para elegir por sí mismos las autoridades, reglas, normas y procedimientos a los que se ceñirán sus miembros. Los ámbitos de aplicación principales que la Constitución distingue para aplicar esta figura, son, entre otros, la elección de representantes ante los ayuntamientos en los municipios con población indígena, el acceso a las formas y modalidades de propiedad y tenencia de la tierra, el uso y disfrute preferente de los recursos naturales de los lugares que habitan y ocupan esas comunidades. Sin embargo, vivimos en un país donde el espíritu de las leyes internacionales y nacionales se diluye al aplicarse con criterios que se alejan de sus ordenamientos y disposiciones. En los hechos existen vacíos jurídicos, que son empleados a conveniencia de intereses ajenos privados. Las instituciones federales, estatales y municipales, se vuelven un obstáculo formidable para la aplicación de la ley a favor de los derechos de los pueblos indígenas. Desgraciadamente esta situación también se reproduce en el municipio del cual provengo, Tepoztlán, que es un pueblo que hace 12 años adquirió fama mundial en su lucha contra la construcción de un club de golf, que hoy día pocos recuerdan. Nosotros pertenecemos a ese municipio, mi comunidad se nombra San Andrés de la Cal, que está ubicada al sur de la cabecera. San Andrés es un pueblo de fuertes raíces ancestrales indígenas y tradiciones ligadas a la tierra, al trabajo comunitario de la tierra y a creencias que entremezclan el catolicismo y la ritualidad prehispánica. Año tras año la comunidad realiza una ceremonia de petición del agua consagrado a los señores del viento, del agua y del maíz. El cerro de la Corona es el más notable de San Andrés, de piedra caliza la cual era extraída hasta la generación de mi abuelo por medios artesanales y , constituyo fuente principal de ingreso económico. En el cerro de la cal cuya vegetación pertenece a la selva baja caducifolia se alojan 200 especies de pájaros de los cuales algunos son endémicos del lugar. Sin embargo, como sucede en tantos lugares de México La tranquilidad de los lugareños está amenazada por el avance de las ciudades y el establecimiento de políticas de expropiación de tierras para la construcción de vías de comunicación y zonas habitación, a pesar de que el cerro y su zona aledaña forman parte de una reserva ecológica protegida por leyes federales. Desde hace algunos años el representante de bienes comunales de Tepoztlán ha realizado negocios vendiendo este territorio a gente de otros lugares que empiezan a poblar esta zona, y cada vez se acercan más a nosotros. Por un lado los ancianos de la comunidad reconocen los límites establecidos hace algunos años, pero hoy día las personas que se benefician económicamente con la venta de los terrenos nos están invadiendo. Nuestra comunidad no quiere que estos terrenos sigan vendiéndose, en perjuicio de nuestro territorio, el cual deseamos conservar como reserva ecológica, queremos que nuestros hijos cuando crezcan miren hacia el sur y puedan contemplar el verde del cerro, queremos que cuando sus pasos atraviesen los senderos a campo abierto puedan escuchar el canto único de los pájaros que no existen en ningún lugar del mundo. Que puedan contemplar los hornos donde alguna vez nuestros antepasados fundieron la cal. Actividad que dio nombre a nuestro pueblo. Queremos que en la laguna puedan contemplarlos patos y garzas que vienen de otros lugares. Pero los representantes de bienes comunales del municipio solo quieren llenarse la bolsa de dinero con la venta de nuestro territorio. Un aspecto derivado del problema de la invasión es que el municipio de Tepoztlán no nos reconoce como una comunidad autónoma con el derecho de libre determinación de la zona que ocupa la comunidad de San Andrés. La cabecera municipal, es decir, la sede administrativa del gobierno municipal, se erige como una comunidad con plenos derechos de posesión y decisión de las tierras que conforman el municipio, reduciendo el papel de los representantes comunales y describiendo a los seis pueblos indígenas que conforman el municipio como sub comunidades. Esta posición burda de la cabecera municipal se sostiene en una resolución que se pronunció a favor de esta en el año de 1929, en la cual se le reconoce al municipio la propiedad de 23 800 hectáreas que comprende todos los territorios de los 7 pueblos que conforman el municipio. Desde entonces la cabecera municipal ha vendido los recursos naturales como madera, agua tierras, etc; desconociendo los límites que nuestros ancestros habían establecido. Esa situación anómala ha motivado a la comunidad de San Juan Tlacotenco a presentar un juicio de controversia en contra de la resolución de 1929. Este proceso que se orienta a obtener el reconocimiento pleno de su facultad de libre determinación o autonomía, les ha llevado años y les ha costado no solamente mucho dinero pagado a los abogados sino también amenazas por parte del municipio y por supuesto la muerte de algunas personas que luchan a favor de su pueblo. Por esa misma situación, la comunidad de San Andres de la Cal requiere iniciar un juicio legal para tener ese mismo reconocimiento. Pese a la complejidad procesal que implica un juicio de tal naturaleza, existe un precedente alentador: la resolución de 1929 en la que se ha apoyado legalmente la cabecera se ha venido abajo durante el proceso que San Juan Tlacotenco ha establecido, porque apoyados en la constitución sabemos que un municipio no puede ser propietario de territorios. El problema de representante de bienes comunales de San Andrés de la Cal es grave en tanto, que sin representante legal estamos indefensos ante proyectos de gobierno. Desde el sexenio del Presidente Salinas de Gortari, se planeo la construcción de una carretera que atravesaría nuestro territorio. Y desde entonces la respuesta del pueblo a ese proyecto fue un rotundo no. Hoy sabemos que el actual gobierno nuevamente esta interesado en la construcción de dicha carretera porque así conviene a los intereses de los empresarios que quieren trasladar sus productos a un menor costo. Pero a costa de nosotros porque esa carretera aumentaría la mancha urbana hacia nuestro pueblo, habría una mayor contaminación, aumentaría la inseguridad y nuestra zona ecológica sería destruida. La tranquilidad de la que gozamos desaparecería. La defensa de nuestro territorio es algo que tiene que darse partiendo del reconocimiento de nuestro representante de bienes comunales, y eso tendrá que ser previo juicio de ser reconocidos como comunidad autónoma y con los derechos que esto implica. Sin embargo el proceso de realizar un juicio es muy costoso, porque requiere de una asesoría legal que tenemos que pagar y las personas que estamos al frente de esta lucha, no contamos con los recursos suficientes para solventarlos.

jueves, octubre 01, 2009

NYC MAN

Closet the shop, let´s take a drive/ Take a brake from 925/ It´s a great two be alive, ¡oh yea¡/ We could rent some rollerskate/ We could skate around the lake/ If we don´t know how, we´ll fake it, ¡oh yea¡/ Strollin, strollin´ we could have fun just strollin´/ Rockin´, rollin´, ¡oh yea¡
Prince & The New Power Generation I´m Waiting for the man. En la esquina del dirty Boulevard estoy sentado esperando mi dosis diaria de piedad química. Me siento enfermo, sucio y muerto. Sí, estoy esperando a esa chica, con la paciencia de los años perdidos, con la rabia de lo que he sido sin quererlo, con la vigilia de tantas noches sin dormir. Lo primero que uno aprende en la vida es a esperar. Busload of Faith. No quiero confesarme en St. Patrick´s Church. No quiero evadir esta oscuridad con otro recurso barato de redención. Con el alma debemos tener cuidado, podemos lidiar con el engaño pero no auto engañarnos: da lo mismo que seas un pontífice o un testaferro, un paria o un potentado, un macho o un marica, feminista o simplemente mujer; al final del día la carne vence cualquier ideología. Heroin. I wanna be High, so High. Subí al jet heroína y después de una explosión interminable de colores, hube de eyectarme de su turbulenta altura con un paracaídas de efedrina y LSD. Por sobrevivir el suplicio químico me siento el hijo de Jesucristo, pero sin pagar los molestos pecados de vuestras soberanas bajezas. A mi qué me importa lo que puedas pensar de mí, si la hipocresía sostiene el patético orden de tu desvarío. Black Angel´s death song. Ahí está el ángel negro. Ahí duerme, en un rincón sucio de Hyde Park. Cada mañana despierta a la muerte y a la noche se transforma en un murciélago. Despliega sus alas en la oscuridad. Toma su guitarra eléctrica y se pasa las noches tocando blues. Él es un ángel negro. Duerme de día en un rincón sucio de Hyde Park. ¡Ey Jim, listen, Wake Up man¡. El ángel negro es un murciélago que toca blues. La guitarra gime con notas alargadas y agudas, escupe un cúmulo de extraño dolor, desolada, desesperada, más allá del consuelo y la redención. ¡Ey Jim, listen, Wake Up man¡. Rock ´n´ Roll. Jenny pasa las tardes entregando paquetes de regalos. Recorre el Lower East con sus patines aerodinámicos. A pesar de todas sus evidentes amputaciones emocionales, Jenny se levanta con la fuerza de un invisible leviatán. Jenny no tiene tiempo de contemplar la sangre de sus manos. Jenny no tiene tiempo de ponerse triste. Jenny es mi chica y viene alguna tarde a revolcarse y girar conmigo, para situar el amor en la materialidad de su piel incansable. That´s the story of my life. Tengo problemas para dormir. Hace tanto tiempo que no sueño. Me paso las noches en blanco, asaltado por visiones terroríficas. No tolero haber sido tan estúpido. Me subí a una fragata de la Us Navy rumbo a Oriente Medio, poco después del ataque demoledor a las Twin Towers. Un mes después el fuego de mis propios amigos me bautizó, haciéndome regresar a casa con la mitad de mi cuerpo inutilizada de por vida y cargando el doble de basura que pensaba descargar en odio y amargura. Going Down. Sueñas despierto. Te invade la ilusión de tener todos tus problemas localizados. Tu ojos se llenan de la invención de la totalidad. Pero lo que no sabes es que hay piezas de tus propios planes que se mueven cada hora y se descolocan. Y aunque estás hundido te aferras a tu pobre seguridad. No sabes o no quieres saber que te estás hundiendo. No sabes o no quiere saber que todo el mundo alguna vez o muchas veces en la vida, cae o vuelve a caer. Sería más fácil si aceptarás lo impredecible del siguiente momento. Sería más fácil si te aligeraras de tus tortuosos planes y cayeras liviano algunas noches en los brazos de alguna chica. Yo soy sólo un perro persiguiendo autos en el Free Way que va a Coney Island. No sabría qué hacer si atrapará un vehículo a alta velocidad. Magic and loss. Magia y pérdida. La magia de verdad –dice Lou Reed- reside en hacerse desaparecer a uno mismo, como de hecho lo hacen los ancianos Raramuris de las montañas mexicanas que un buen día desaparecen sin dejar algún rastro. Desaparecer sin dejar a los otros el peso de la pérdida, la sombra de la ausencia, el halo negro de un stock de dolor. En el crazy long-soft parade de la vida los cuerpos se agitan en la danza fúnebre a la orilla de un abismo inescrutable. La inminencia repentina de la nada desfigura el sendero de partículas de luz, dust Of time. Ecstasy. No quiero saber de mi mujer cuando se acuesta con el vecino, mientras yo me trago el desconsuelo de los noticieros nocturnos. Sólo quiero pasear en mi viejo Ford por las calles de New York. Sólo quiero ejercer mi derecho de desentenderme de esa parte de la historia que no me gusta. Quiero el vértigo del éxtasis. Quiero éxtasis. Tengo derecho al teatro de las máscaras… soñar que he nacido un siglo antes, experimentar la vida como si fuese Alan Poe o Lovecraft. Para los momentos de desesperación tener a la mano mi Paranoia Key de control remoto y convertirme en Hôlderlin, Enescu, Bêla Bartók, Manuel Acuña o Theophile Gautier. Quiero el vértigo del éxtasis. Quiero éxtasis. Éxtasis.
Submitted: Jorge Díaz Miranda 01 de octubre de 2009

UN DISCURSO DISTINTO PARA LA MISMA POLÍTICA

La política exterior estadounidense para las Américas sigue en la línea del intervencionismo. A la emergencia de experimentos democráticos independientes –aunque moderados y acotados por la globalización-, Estados Unidos esgrime la estrategia de los estados satélites y la doctrina de la esfera de influencia, como en los mejores tiempos de la Cold War. Á la exploración social de otras alternativas para América, llevadas a cabo por Venezuela, Bolivia y Brasil, Barack Obama apuesta por la continuidad del belicismo de exportación en México, Colombia, Perú y la más reciente adquisición por vía golpista: Honduras. El Plan Colombia, El Plan Mérida y la instalación de bases militares en Perú; son sólo algunas de las manifestaciones de escalamiento con que el Us Army´s old estyle se rebobina y ejercita su músculo bélico de baja intensidad. El escenario futuro que se avecina es el de una creciente tensión entre Colombia y el Ecuador, Perú y Bolivia; con México y Honduras proyectando una sombra de advertencia en Centroamérica y el Caribe. Lo anterior estará justificado con la coartada de la lucha contra el narcotráfico. De hecho esta lucha nada inocente en contra de los cárteles de la droga es tan solo una fachada de oscuras y turbias bambalinas que se mueven en otra dirección: la para-militarización y la contrainsurgencia. Los nuevos matices del intervencionismo incluyen lobbies de presión, compañías privadas de seguridad, la ayuda “humanitaria” en armas –cuyo dinero jamás llega a los gobiernos de la región sino a las compañías fabricantes de armas-, los servicios electrónicos de los satélites espías, guerra cibernética y aviones no tripulados. A pesar de la tan cacareada como mal entendida modernidad, el tándem estadounidense desea continuar la tradición de sometimiento de Centroamérica y el Caribe con el propósito de asegurar las materias primas que alimentan el complejo militar-industrial. El acercamiento de Barack Obama a la OEA se debe entender desde una perspectiva amplia, como una presión diplomática de múltiples sentidos y una sola pretensión: aislar del área la fuerza de gobiernos que no comparten la visión de la Pax Americana.

Submitted by Jorge Díaz

01 de octubre de 2009