En una supuesta operación de las tropas de fuerzas especiales de los Estados Unidos, supuestamente dirigida y autorizada por el presidente Barak Obama, tras un supuesto bien planeado trabajo de inteligencia; el enemigo número uno de la democracia occidental, Osama Bin Laden, fue (supuestamente) asesinado. El comando de las fuerzas armadas norteamericanas realizó toda la operación en territorio paquistaní bajo les términos de un supuesto acuerdo con el gobierno de Islamabad. La incursión a territorio paquistaní se realizó en un marco de intervención unilateral y fuera de toda legalidad emergente o formal, y sin mediar ningun proceso legal que demuestre la culpabilidad plena del indicado por los ataques a las torres gemelas el 11-s. El antecedente de esta incursión fueron los más de 100 ataques de aviones robotizados (drones) en territorio paquistaní con la supuesta autorización del gobierno local. El comando estadounidense resguarda el supuesto cádaver del líder de al Qaeda. No olvidar que Estados Unidos debe responder por los abusos y crimenes cometidos por su ejército en la guerra contra el terrorismo que ha dejado un legado de tortura, muerte, ruina y atraso en Irak y Afganistán. Los símbolos "elocuentes" de esta larga guerra de díez años siguen siendo Abu Grhaibm Guantánamo, Kandahar y los barcos prisión, instrumentos utilizados por Estados Unidos para la detención forzosa y arbitraria de supuestos terroristas.
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