El término fue acuñado por el químico holandés y premio Nobel Paul Crutzen y publicado por él mismo en Nature Review en el año 2002. Se trata de un nuevo nombre para una nueva época terrestre, la cual está definida por el tremendo impacto de la actividad humana en el planeta. El crecimiento exponencial de la población humana que en éste año llegará a siete mil millones, y la presión que implica éste cúmulo de población sobre el planeta, en cuanto actividades de extracción de recursos naturales sustentables, actividades industriales, consumo, pero sobre todo deshechos vertidos al aire, al mar y a la superficie terrestre; está transformando drásticamente la faz del planeta. Estos factores (población, actividades económicas y desarrollo tecnológico), sirven para calcular en término factoriales el impacto humano y establecer cuantitativamente una magnitud extrema sobre las dimensiones de éste impacto. Sin embargo la fórmula debiera de incluir además de éstos factores, otros que los trans- versan como los deshechos químicos (polietilenos, hidrocarburos y plástico), los desequilibrios sociales (acumulación de la riqueza vs marginación alimentaria, patrimonial y financiera), la deficiencia de instrumentos económicos, políticos y tecnológicos y los conflictos bélico a escala internacional. Un ejemplo que ilustra la necesidad de modelos multifactoriales para calcular la magnitud del impacto humano, es la acumulación de desechos plásticos en el mar. Al año se producen 2300 millones de toneladas de plástico que se emplea en diferentes formas, del cual, el 80% es desechado y vertido al océano. Por otra parte, las emisiones de CO2 y su concentración en la atmósfera están provocando una acción combinada con los deshechos plásticos alteran artificialmente el PH de los océanos haciéndolos más ácidos. La consecuencia de esta contaminación química intensiva, crean una serie de efectos colaterales entre los cuales se encuentra la extinción masiva de especies animales y vegetales. En éste contexto apocalíptico se pueden distinguir algunas cadenas de sub determinación: los países ricos son responsables de daños de largo plazo y los países pobres son los que padecen y pagan los efectos colaterales.
JORGE ANTONIO DÍAZ MIRANDA
25 DE ABRIL DE 2011
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