Amén del tremendo éxito escénico con poco más de mil representaciones teatrales, La vida Inútil de Pito Pérez ha trascendido la literatura y el teatro para proyectarse hacia la música y el canto declamado. Si bien su genial creación novelada se debe a la pluma de José Rubén Romero, quien la pública en 1938 en la desaparecida Editorial México Nuevo, la actualización de su sentido y vigencia se debe, sin duda, al talento de Manuél Guizar (Director y actor de teatro) e Ignacio Guizar (actor y cantautor). Por cierto que el CD con las composiciones de J. L. Almada, J. Macías, E. Ballester, con las voces de los hermanos Manuél e Ignacio Guízar, llegó a mis manos de la mano de uno de mis alumnos de licenciatura, quien en un gesto poco usual retroalimentó con satisfacción y complacencia (para mi) el ingrato trabajo de profesor. El CD contiene 12 composiciones que recogen el itinerario de un personaje picaresco, Pito Pérez, quien encarna la albacea máxima de la tradición mediera o marginal de un Diablo Cojuelo, Gil Blas, el Periquillo Sarniento...etc. además de ser piedra de toque de la novelística moderna, costumbrista, rural y por sí fuera poco de un estilo fundacional narrativo de la novela de la revolución. El alma de Michoácan se debate en estas composiciones y constituye un alegato de los placeres a favor de la marginalidad y la sobrevivencia como se pueda. El disco se disfruta de principio a fin, comienza con una contagiosa celebración y términa con la más honda de las depresiones...yo recomiendo leer primero la novela y luego escuchar de un jalón éste disquito entrañable, maravilloso y demasiado humano, esto último en el sentido de Nietzsche.
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