PREMONICIÓN
Jorge Antonio Díaz Miranda
(2008)
No es oro todo lo que reluce/
No toda la gente errante anda perdida/
Las hojas pueden caer sobre la hierba
sin que eso signifique que es primavera/
Mirar al cielo no es pensar en Dios
ni llorar es signo de dolor/
Ahí donde el fuego del hogar arde
un recuerdo se hilvana con el humo
pero como el humo pronto se desvanece/
Malo que una cosa se convierta en dos
porque tarde o temprano se volverá en contra/
Por que habríamos de ir hacia el camino
si nada nos depara/
Sobre la montaña del destino
nuestros pasos se alejan y nuestras huellas desaparecen/
Tal vez nada habrá de quedar/
Lo que alguna vez pensamos que sería
al final de cuentas sólo ceniza y sombra
una pálidez distante y extraña/
El amor no está hecho para salvar a nadie/
Más al final, ¿quien sobrevive?
nadie habrá de quedar sobre el territorio de la eternidad
aún los falsos ídolos se romperán en mil pedazos.../
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