de su colección Dulce Sudor Amargo, 1985.
Reproducción sin afan de lucro, sólo con fines informativos.
1695
San Salvador Bahía Brasil
La capital del Brasil
Los esclavos negros son los cimientos de los castillos. Desde el púlpito de la catedral el padre Vieyra exige gratitud al reino de Angola, porque sin Angola no habría Brasil, no habría Portugal, pudiéndose decir, con mucha razón, que el brasil tiene el Brasil tiene el cuerpo en America y el alma en África: Angola que vende esclavos bantú y colmillos de elefante; Angola, proclama el sermón del padre Vieyra, con cuya triste sangre y negras pero felices almas, el Brasil es nutrido, animado, sostenido, servido y preservado...
Fragmento tomado de Eduardo Galeano (1982) Memorias del fuego (3 volúmenes). I. Los nacimientos. SigloXXI Editores, México. ISBN 968-23-1201-9 (obra completa).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario