LAS
DIRIGENCIAS POR CONVENIENCIA
Jorge
Antonio Díaz Miranda
Marzo
2014
Más allá de cualquier
especulación, la injerencia del presidencialismo en la vida interna de los
partidos políticos, que conforman el supuesto
“bloque opositor”, es un hecho consumado que fortalece el autoritarismo.
Conservar a dirigencias acomodaticias cuyo único mérito es haber signado el
“Pacto por México”, significa en los hechos comprar su alianza legislativa para
los próximos tres años, justo en el período más tirante cuando se efectuará la
discusión de las leyes secundarias de las reformas estructurales. En el caso
del PAN, la corriente de Gustavo Madero ha impreso en ese instituto político,
la sombra del escándalo ventilado públicamente con sus adversarios
calderonistas y los hechos de corrupción con los cínicos “moches” que involucra
a todos sus correligionarios. En el caso del PRD la prórroga del período de
Jesús Zambrano como Secretario General de ese partido político es la
consolidación del grupo más antidemocrático, que, paradojicamente aún se define
de izquierda. La mediocridad enseñorea los páramos de la democracia y el único
horizonte posible en las circunstancias actuales es el hundimiento. En una “democracia”
dónde caben las curules “plurinominales” que nadie elige, es posible encontrar
a sujetos como Ernesto Cordero, quien le debe al ex presidente Felipe Calderón
todo lo que “es”, primero como burócrata de altos vuelos y luego como
legislador plurinominal… por consiguiente, no se puede esperar de él más que
una alineación a las ambiciones de su virtual “jefe”. Por su parte los
“chuchos” no cantan mal las “rancheras” y aportan una ruta de descomposición y
entreguismo que va desde Jesús Ortega, Rosario Robles, Amalia García, Ruth
Zavaleta, Leonel Godoy, Cuautémoc Cárdenas Batel, hasta los risibles
gobernadores de Morelos Graco Ramírez y el de Guerrero Ángel Aguirre…
Así las cosas, es evidente
que la consolidación de la mediocre dirigencia del PRD se hizo gracias a los
golpes bajos propinados a Marcelo Ebrard
y Rafael Mancera, el dúo de ineptos que se atrevieron a inaugurar y operar,
respectivamente, la línea 12 del metro a pesar de las fallas estructurales y el
rápido desgaste de las vías. Por otro lado, también es evidente que la
previsible continuidad de Gustavo Madero tiene la misma receta de conculcación
al amenazar a los cavernarios falanges calderonistas y foxistas con vincularlos
al fraude de Oceanográfica… De esa manera indecorosa está despejado el camino
de la continuidad de “dirigencias amigas”, “dirigencias por conveniencia”,
“dirigencias compradas” para seguir la simulación democrática a todo lo que da
porque ha sido y es una fórmula exitosa para el presidencialismo, beneficiario
principal y último.
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