JORGE
ANTONIO DIAZ MIRANDA
Septiembre
02-2014
En cada episodio bélico
que disputa con Hamas, el ejército
de Israel aprovecha a probar nuevos
sistemas de armas de contrainsurgencia urbana que le permite mantenerse a la
vanguardia en el mercado internacional. Los niños palestinos suelen ser escogidos
como “Ideal Move Target” para testear la rapidez con que las nuevas granadas de
aturdimiento o las bombas lacrimógenas se tardan en alcanzar objetivos con una alta
movilidad. Distintas agencias noticiosas internacionales documentan estos actos
cada vez más frecuentes que dan cuenta de los nuevos sistemas antidisturbios que
Israel pone a punto después de probarla contra niños palestinos. Uno de esos sistemas son los nuevos
proyectiles de gas lacrimógeno.
El nuevo tipo de
proyectil de gas lacrimógeno usado por el ejército israelí recientemente como
un arma anti-disturbios se dispara contra manifestantes pacíficos tanto
palestinos como internacionales e israelíes, sin discriminación, siendo mucho
más peligroso que la antigua canasta. El uso de este tipo de proyectil se ha
visto restringido a los pueblos de Ni’lin, Bi’lin y Jayyous, localidades
especialmente afectadas por la construcción ilegal del Muro del Apartheid que
Israel comenzó en el año 2002.
El proyectil es de unos
15 centímetros de longitud y 5 de diámetro, mostrando una forma cilíndrica con
punta redondeada. Está casi completamente cubierto por una goma negra que le
permite rebotar con una fuerza considerable alcanzando alturas de hasta 5 metros,
lo que al mismo tiempo hace que sea difícil de prever donde acabará impactando
finalmente. Aun siendo ligeramente más pesado que el modelo anterior (130
gramos), alcanza velocidades mucho más elevadas debido a su forma aerodinámica,
y puede llegar hasta una distancia de 500 metros desde el punto donde ha sido
disparado. El proyectil explota y libera un gas lacrimógeno únicamente en el
momento del impacto contra un cuerpo sólido, a diferencia del anterior que
comenzaba a liberar gas desde el momento del disparo. Esta característica hace
que sea mucho más difícil de seguir por el aire y, por tanto, de esquivarlo.
Las propiedades del gas que contiene este nuevo proyectil son ligeramente
diferentes al anterior, a pesar de ser también un gas del tipo CS, ya que este es más propenso a la
ignición, pudiendo llegar a iniciar fuegos allí donde impacta. Por ejemplo, el
31 de diciembre del 2008, un proyectil de estas características entró en el
salón de una casa de Ni´lin a través de una de las ventanas, provocando un
incendio que destruyó en su totalidad el mobiliario del salón y de la habitación
contigua a éste.
La elevada velocidad de
este proyectil hace que el impacto sobre el cuerpo puede llegar a ser mortal si
se da en zonas como la cabeza o el tórax. La forma de utilización de esta nueva
arma por parte del ejército israelí és totalmente irregular, ya que es
disparada directamente al cuerpo de manifestantes a la altura tanto de las
piernas, como del tronco y la cabeza.
Considerando las
características de este nuevo tipo de proyectil y el uso que el ejército
israelí hace de él, se puede concluir que el hecho de contener gas lacrimógeno
en su interior es simplemente una forma de camuflar su uso, y en su lugar
utilizarlos para arremeter contra los cuerpos de los manifestantes, un uso
extremadamente peligroso y potencialmente mortal. El objetivo no es pues dispersar a los
manifestantes debido al afecte lacrimógeno e irritativo del gas que libera, si
no atacarlos con este peligrosísimo proyectil.
A continuación se citan
algunos ejemplos de ataques directos al cuerpo de los manifestantes, activistas
o periodistas, perpetrados por el ejército israelí en Cisjordania:
El 23 de enero, el
ejército israelí disparó proyectiles de estas características contra la prensa internacional
mientras se encontraba cubriendo la manifestación pacífica contra la
construcción del Muro del Apartheid en el pueblo de Bi’lin. Como consecuencia,
la periodista catalana Cristina Rivas,
productora del programa 30 minutos de TV3, recibió el impacto del
nuevo gas en la parte superior de la pierna izquierda, por el cual tuvo que ser
hospitalizada y operada días más tarde en Barcelona. El mismo día, una
periodista japonesa sufría fracturas en una mano debido al impacto del mismo
tipo de proyectil, así como un joven palestino residente de Bi’lin, que sufrió
heridas graves en la cabeza.
El 6 de marzo, una
activista internacional y un auxiliar médico palestino recibieron el impacto de
este nuevo tipo de gas en el estómago y la espalda, respectivamente, durante
una manifestación pacífica en el pueblo de Ni’lin. Afortunadamente, no se
vieron afectados órganos internos.
El 13 de marzo, el
ejército israelí disparó directamente a la cabeza de un activista internacional
en el pueblo de Ni’lin, produciéndole graves lesiones cerebrales al compañero
Tristán Anderson, originario de Oakland, Estados Unidos, que se encuentra en
estos momentos en observación médica. Debido al impacto, fragmentos del cráneo
penetraron en la parte derecha del lóbulo frontal del cerebro, que tuvo que ser
extirpada en una operación de alto riesgo el mismo viernes 13. Los soldados que
cometieron la agresión no se encontraban a más de 30 metros de distancia y
estaban situados en la parte superior de una pequeña colina, desde donde tenían
plena visibilidad de los manifestantes. El ataque tuvo lugar a pocos metros de
la plaza principal del pueblo, lo que corrobora que se trataba de una invasión
militar ilegal en este pequeño pueblo palestino y no justifica bajo ningún
precepto el uso de este proyectil como arma anti-disturbios.
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