EL SISMO DE 1985 EN MÉXICO
29 AÑOS DE ESTADO AUSENTE
(PRIMERA PARTE)
JORGE ANTONIO DÍAZ MIRANDA
19 DE SEPTIEMBRE DE 2014
¿Para
qué gobernar si podemos declarar?
La
verdadera caída del sistema se operó a las 7:15 de la mañana del 19 de
septiembre de 1985, cuando un sismo de 8.1 grados en la escala Richter, devastó casi en
su totalidad el centro histórico de la Ciudad de México con efectos desmesurados
que destruyeron o afectaron casi el 80% de su infraestructura urbana. Al
comparar la reacción espontánea de la gente con la que más tarde desplegó el gobierno de Miguel de la Madrid, podemos
establecer severas inconsistencia en el lado institucional que sólo se dedicó a resguardar con el
ejército bienes inmuebles, comercios, industrias, edificios oficiales, notarias
y recintos del ejecutivo federal, legislativo y judicial. El retiro de las
obligaciones del gobierno en cuanto a la asistencia social y la procuración de
bienestar en momentos de crisis fueron sustituidas con una jettatura de facto, militar
y policiaca, que en todos los casos estorbó la gestión social y los trabajos de
rescate, retiro de escombros, reconstrucción, sanciones y la consignación de
responsables por las deficiencias de construcción que se encontrarían en
edificios de interés social. El
crecimiento desmesurado y desordenado del Distrito Federal hasta alcanzar 500
kilómetros cuadrados sin considerar el tipo de suelo cenagoso fue a la postre
lo que determinó la magnitud de la destrucción en el primer cuadro urbano de la
ciudad. Los años acumulados de una política simuladora en materia de
asentamientos humanos, permitió la construcción de edificios gigantescos sin
una mínima regulación sobre la calidad de los materiales y sin considerar
elementos de prevención en caso de ocurrir un desastre. Pero no sólo edificios
habitacionales sufrieron daños estructurales, también algunas fábricas se
vinieron abajo sepultando con toneladas de cemento y estructuras de metal a
costureras y obreros. En otros casos se encontraron establecimientos de
producción industrial que funcionaban sin cumplir medidas mínimas de seguridad
laboral o planes de prevención en caso de siniestros. La violenta onda símica
se propagó rápidamente en el lecho fangoso del valle de México con un efecto
mecánico de amplificación y aceleración, lo que sellaría el destino de muchas
edificaciones del centro histórico y terminaría con la vida de cientos e
personas a las que nos dio tiempo de reaccionar para poner a salvo su vida. El
área severamente afectada como ya se puntualizó fue la el centro de la ciudad,
su extensión fue de 23 kilómetros cuadrados, dentro de la cual, se
contabilizaron 5727 edificios dañados y 3800 viviendas. Centros educativos,
industrias, hoteles, dependencias públicas estaban alojadas en edificios que se
construyeron originalmente para viviendas. Pero el caso más emblemático del cúmulo
de corrupción lo padeció el ala de maternidad del hospital siglo XXI que recién
construido por el gobierno federal se desplomó
por la baja calidad de los materiales empleados para su construcción y
el erróneo cálculo estructural que puso de manifiesto la falta de regulación
gubernamental sobre las empresas constructoras. Esto último también fue la
causa de que se desplomará el edificio 102 de la unidad habitacional
Tlatelolco. Las muertes reconocidas oficialmente fue de 10 mil personas lo que
se contradice con mediciones y proyecciones estadísticas generadas por el INEGI que duplican esa cifra.
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