ÓRGANO DE LA IGLESIA DE
YANHUITLÁN, OAXACA.
FOTO DE JOSÉ PÉREZ CRUZ
Sólo es eso.
Sucede que el rumor de mi silencio es un puro
murmullo de ceniza, esqueleto de palabras, sombra de desaliento, coro de
tragedia.
Sucede que bajo la lluvia se incineran mis lágrimas,
que huyen en tropel del frío que me congela la sangre, del lúgubre páramo de mi
desolación, de los desiertos que hierven incontenibles y los mares que se
quedaron sin la furia que los mueve.
Sucede que me faltan las ganas de la luz, el deseo de los contrastes oculares, la
excitación de descubrir los secretos de la sombra.
Sucede que después de tanto andar no sé cómo
enfrentar al dolor, el paso inexorable de la desolación, la amargura que como
polvo se guarda en el corazón y todo lo que ha sido pospuesto en aras de lo
urgente.
Sólo es eso.
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