En otro capítulo más de violencia e impunidad,la periodista Lidia Cacho es amenazada en su propia casa por una voz tenebrosa,quien, a nombre de la deshonrosa brigada de pederastas, la conmina con expresiones soeces a abandonar esta país, o de lo contrario atentaran contra su vida. Para cuando las autoridades judiciales mexicanas se den por enterada de esta campaña de intimidación seguramente la periodista ya estará en un lugar subterráneo o en varios dependiendo de los caprichos de esos hombres valientes que amenazan desde la oscuridad. Por consiguiente, la periodista ha decidido poner tierra de por medio y abandonar México,de acuerdo a la información del diario el País de España. Pero ese no es un asunto que le preocupe a Felípin Hinojosa que anda tan activo disputándose las ruinas del panismo, y menos aún porque la valiente labor de la periodista Cacho ha contribuido a entender que, en tan solo dos sexenios de panismo se acumuló una montaña de porquería, injusticia e involución equiparable a la de su símil tricolor. Que lástima que los periodistas tengan que irse y en su lugar queden los jilgueros, panegiristas, chirimoleros, agularcamines, castañedos y cirogomezlevistas, arribistas, agoreros y comentadores que han hecho del flatus vocis un más que rentable negocio mediático ...
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