BY JORGE ANTONIO DÍAZ MIRANDA
MÈXICO: 24 DE ABRIL DE 2009
Distinguido y amable lector. Quiero aclarar que el punto de vista de éste escriba no se basa en la farisea ingenuidad de ubicar la responsabilidad de la actual crisis de nuestro futbólitito, de lado de los dueños de equipos, dirigentes y ejecutivos de la FEMEXFUT. Creo que ellos son parte del problema, como lo son también los políticos que entregan resultados fraudulentos de su gestión de gobierno, legislación o administración de justicia, y luego delegan la responsabilidad de atemperar la irá social al fútbol nacional y a la pobre selección mayor.
Responsables también los profesionales (médicos, psicólogos y preparadores físicos) que se montan en las falacias de la motivación como motor del funcionamiento mental de los jugadores profesionales, sin fomentar el desarrollo de la inteligencia, la autonomía y la personalidad, y sin considerar el contexto híper comercializado que rodea al futbolista profesional, que lo expone a una tensión constante, fatiga y desconcentración.
Responsables son también los mismos jugadores que se dejan dominar por la molicie, el elogio fácil y la egolatría, la mansedumbre y el temor, rechazando las críticas con explicaciones al vapor para evadir su responsabilidad, mostrándose orgullosos de su incultura y su cinismo, conformándose con un juego mediocre, sin garra, etc.
Responsables nosotros los aficionados que perdonamos todo y nos sentemos cada fin de semana a aburrirnos con partidos la mar de insulsos, y encima, escuchar comentaristas que exageran, encubren, simulan, mienten e insertan miles de comerciales.
La llana verdad es que el futbolitito nacional es un mundo patas arriba, con reglas arbitrarias, fraudes escandalosos y muchas verdades a medias. Por eso les pesa tanto a los que dirigen y a los dirigidos, enfrentar la realidad, criticar y hablar sin rodeos; un mundo en el que mandan los que nada saben de fútbol y en el que domina el miedo. Justino Compeán y Decio de María tienen miedo de perder su chamba, al igual que los técnicos de fútbol, los profesionales y los jugadores. La idea básica es que si el dueño se enoja tomará medidas unilaterales para rescindir contratos, correr gente, prescindir de servicios, cancelar estímulos, recortar salarios y dictar medidas comerciales para explotar la imagen de jugadores a marcas comerciales y luego deshacerse de lo que ya no le sirven en un mercado de esclavos denominado draft. Futbol explotado por oligopolios, monopolios y monopsonios, con un hambre de ganancias cortoplacistas derivadas de ínfimas inversiones, impidiendo con el poder que concentran como dueños, el desarrollo natural de jugadores a los que ven como meros empleados.
Esta es la hora de decirles a los dueños de equipos que muchas de sus medidas atentan contra la calidad del fútbol. Es la hora en que Compeán, Decio de María y Nestor de la Torre, se deben olvidar del patronato y buscar corregir seriamente las pifias que el mucho dinero comete, pensando que su sola presencia logrará la excelencia (si no pregúntenle a Michel Bauer, estrella de las inversiones super millonarias más improductivas de la historia). Es la hora en que los profesionales se deben aplicar a fondo e indicarles a estos señores de horca y cuchillo que mantengan el comercio y la política, fuera de los planteles de fútbol; y que si quieren explotar la imagen de los jugadores, ahí están los astros retirados para ello. Es hora de que se eliminen las genuflexiones y el besamanos, y Néstor de la Torre exija enfrentar a la Argentina y a Brasil o a cualquier otro gran equipo de nivel de competencia mundial, porque esa es la ruta para inducir a jugadores y cuerpo técnicos al aprendizaje del principio de la realidad. Es la hora de que los técnicos no se queden callados, ni los jugadores, ni los aficionados; todos debemos exigir y ser duros porque el fútbol es un deporte de competencia, no una pasarela de top models. Es hora de desnudar muchas de las cosas secretas que se quedan en las discusiones de la FEMEXFUT. También es la hora de que se termine el clientelismo, el amiguismo, los favores entre cuates, el solapamiento de la prensa, la simulación de la danza de millones. Es la hora porque las cosas no sólo están mal, están peor.
En Argentina, después de los seis catorrazos que le puso Bolivia al superDi-Ego albiceleste, todo mundo se está dando cuenta de la profunda hipocresía y mediocridad que está detrás de la supuesta potencia mundial, y con todo y que Maradona sea un Dios, el entrañable "ruso" Norberto Verea ha puesto el dedo sobre las errores y la inexperiencia del ex astro al conducir a una selección que no sabe a qué jugar; sobre dirigentes arbitrarios y los negocios turbios que se amparan tras la falacia de la imagen...Hace rato que en Argentina se preguntán cómo desarrollar aún más lo que está desarrolado y eliminar lo que está mal.
En méxico eso es justamente lo que tenemos que empezar, y ser duros y exigir y criticar y dejar de sentarnos pasivamente a contemplar la deblacle del fútbol nacional.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario