jueves, mayo 22, 2008

LA SOLEDAD DESBORDANTE DE PAUL BLEY



LA SOLEDAD DESBORDANTE DE PAUL BLEY


JORGE ANTONIO DÍAZ MIRANDA
2008



Grabado en abril de 2001 en la prestigiosa Schloss Mondsee de Austria, las Variaciones Mondsee I-X, constituyen la manifestación de un tardío anacronismo clasisista que busca recuperar a través de la nostalgia por Franz Lizt diluido en vastisimo horizonte del territorio Mozart. Con un Piano Bösendorfer Imperial, Paul Bley nos ofrece la saga Mondsee Variations I-X finamente entralazada por tonos puros que planean sobre las nueve octavas adicionales de agudos y graves sin laceración de la armonía y con un depurado enfásis de las secuencias. Sútil en su intención, las notas van develando un paisaje de pura evocación sonora: imperial, arquitectónica, sofisticada y cerebral, pero al mismo tiempo hay un trasfondo cálido de sentimientos entrelazados, intercalados en la armonía de las notas que se alzan presumiblemente más allá de los límites del tiempo y el espacio. Eso "algo" que trasciende del artista, es un mensaje sustancial, onírico y presciente, forjado por una percepción profunda sobre el cromatismo y lo multimensional del lenguaje musical. La extraordinaria intuición del artista configura variaciones tonales para producir efectos distintos con la misma melodía, imágenes que transitan lentas o rápidas sobre una superficie sinuosa, cristalina, inquietante. La presentación de cada una de las díez variaciones emula el orden de intensidad de menor a mayor de las variaciones Golberg aunque difiere en la escalada invertida de su profundidad: un naufragio que se va anunciando hasta su punto final. Íntimista, minímo y mesurado, a veces acartonado aunque sostenidamente fresco, el talento de Blay es un tranvía decimonónico moviéndose sobre las vías y durmientes de la acelerada modernidad. No más que eso, pero no menos que eso.


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