Esta telaraña de guerras está construida a partir de los datos de Richardson para conflictos internacionales de magnitud 3.5. Dos naciones están unidas por una línea si llegaron a hostilidades reales. El color y el espesor de la línea indican la magnitud de la guerra en su conjunto. Los dígrafos designan a las naciones por los nombres que tienen asignados como dominios de internet. Hayes, Brian 2004.
ESTADÍSTICA DE LOS CONFLICTOS ARMADOS
JORGE ANTONIO DÍAZ MIRANDA
(2008)
A finales del siglo XIX un metereológo ingles Lewis Fry Richardson, se planteó estudiar la expresión matemática de los conflictos bélicos, tratando de establecer una metodología para el tratamiento analítico y la interpretación de mediciones númericas que rebelaran sesgos y regularidades características. Ignoro si el propósito de estos estudios era prevenir o evitar el conflicto, sin embargo es meritorio que por primavera vez en la historia de las ciencias se estableciera un instrumento matemático para el registro de las guerras consistente en sistemas de ecuaciones diferenciales para modelizar la carrera de armamentos. De acuerdo a Brian Hayes de la Universidad de Birmingham: "La mortífera espiral de la escalada -en la que un arsenal de una potencia induce que otra aumente su armamento propio, a lo cual la otra responde con un nuevo incremento- tiene representación de dos ecuaciones diferenciales". Richardson demostró con su modelo que una carrera de armamentos sólo posía estabilizarse si la "fatiga y el dispendio" de la preparación de la guerra llegaban a superar la percepción de la amenaza por parte de los enemigos. Esta es la primera descripción histórica de un Modelo de Riesgo de Conflctos Armados, que se constituyó en una herramienta útil para estrategas y estadístas: el primer indicador cuantitativo determinista que medía el riesgo o la probabilidad de que bajo determinadas circunstancias se desencadenara un conflicto armado.
Por supuesto que el desarrollo ulterior de instrumentos matemáticos ha sufrido un refinamiento en cuanto a su calibración, pues otros factores pueden influir tambien en el desencadenamiento de un conflicto y no sólo la mera acumulación de armas: las esferas de influencia económica, el equilibrio del poder, los nacionalismos, la pobreza y las disputas por recursos energéticos. Sin embargo Richardson fue el primero en sugerir que cada teoría sobre la guerra debiera ser contrastada con datos de conflictos reales y no sólo mediante la auscultación de documentos históricos qe presentan sesgos de todo tipo.
Richardson elaboró un cátalogo de conflictos denominado Statistic of Deadly Quarrels, el cual abarca un período que se extiende desde 1820 a 1950, con el que trata de contabilizar todas las muertes ocurridas causa de los conflictos bélicos. Si bien en su catálogo se excluyen las muertes ocurridas antes y después de las guerras, pone en un mismo plano guerras y asesinatos pues metodológicamente ambas son identificadas como producto de un acto de violencia extrema. En otro aspecto clasificó las guerras y otros enfrentamientos atendiendo su magnitud que se define como logaritmo en base 10 del número total de muertes. Así una campaña terrorista que provoca 100 muertes tiene magnitud 2, y una guerra con un millón de muertes es de magnitud 6. De esta forma es posible establecer en una sola medida categorial el espectro entero de la violencia humana.
Pese a los parámetros cuatitativos establecidos como indicadores de magnitud, Richardson concluye que el caos es el factor predoominante la explicación de las mayores guerras del mundo, así, la aleatoriedad es el reino de la violencia, el lado oscuro de las sociedades modernas, la explicación de la psicosis histórica que se aloja en el fondo de los ideales, el corazón en las tinieblas de Conrad encuentra aquí su modus operandi.
ESTADÍSTICA DE LOS CONFLICTOS ARMADOS
JORGE ANTONIO DÍAZ MIRANDA
(2008)
La Guerra de los Treinta Años, la Gran Guerra de la Plata y la Gran Guerra del siglo XX (1914-1945) y la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Sovietica, constituyen paradigmas estadísticamente significativos por su envergadura, los países involucrados, los territorios, los materiales y las víctimas. En este último rubro podemos establecer respectivamente 500 mil, un millón, 20 millones, y 15 millones para cada uno de los conflictos que se apuntados. Por supuesto que también son significativos en cuanto a los efectos nocivos de su paso: las pandemias, la contaminación la maldad, la recesión económica, el rezago educativo, la marginación de miles de seres humanos, más los nuevos conflictos étnicos que desencadenaron a su vez otras guerras menores en distintos territorios.
A finales del siglo XIX un metereológo ingles Lewis Fry Richardson, se planteó estudiar la expresión matemática de los conflictos bélicos, tratando de establecer una metodología para el tratamiento analítico y la interpretación de mediciones númericas que rebelaran sesgos y regularidades características. Ignoro si el propósito de estos estudios era prevenir o evitar el conflicto, sin embargo es meritorio que por primavera vez en la historia de las ciencias se estableciera un instrumento matemático para el registro de las guerras consistente en sistemas de ecuaciones diferenciales para modelizar la carrera de armamentos. De acuerdo a Brian Hayes de la Universidad de Birmingham: "La mortífera espiral de la escalada -en la que un arsenal de una potencia induce que otra aumente su armamento propio, a lo cual la otra responde con un nuevo incremento- tiene representación de dos ecuaciones diferenciales". Richardson demostró con su modelo que una carrera de armamentos sólo posía estabilizarse si la "fatiga y el dispendio" de la preparación de la guerra llegaban a superar la percepción de la amenaza por parte de los enemigos. Esta es la primera descripción histórica de un Modelo de Riesgo de Conflctos Armados, que se constituyó en una herramienta útil para estrategas y estadístas: el primer indicador cuantitativo determinista que medía el riesgo o la probabilidad de que bajo determinadas circunstancias se desencadenara un conflicto armado.
Por supuesto que el desarrollo ulterior de instrumentos matemáticos ha sufrido un refinamiento en cuanto a su calibración, pues otros factores pueden influir tambien en el desencadenamiento de un conflicto y no sólo la mera acumulación de armas: las esferas de influencia económica, el equilibrio del poder, los nacionalismos, la pobreza y las disputas por recursos energéticos. Sin embargo Richardson fue el primero en sugerir que cada teoría sobre la guerra debiera ser contrastada con datos de conflictos reales y no sólo mediante la auscultación de documentos históricos qe presentan sesgos de todo tipo.
Richardson elaboró un cátalogo de conflictos denominado Statistic of Deadly Quarrels, el cual abarca un período que se extiende desde 1820 a 1950, con el que trata de contabilizar todas las muertes ocurridas causa de los conflictos bélicos. Si bien en su catálogo se excluyen las muertes ocurridas antes y después de las guerras, pone en un mismo plano guerras y asesinatos pues metodológicamente ambas son identificadas como producto de un acto de violencia extrema. En otro aspecto clasificó las guerras y otros enfrentamientos atendiendo su magnitud que se define como logaritmo en base 10 del número total de muertes. Así una campaña terrorista que provoca 100 muertes tiene magnitud 2, y una guerra con un millón de muertes es de magnitud 6. De esta forma es posible establecer en una sola medida categorial el espectro entero de la violencia humana.
Pese a los parámetros cuatitativos establecidos como indicadores de magnitud, Richardson concluye que el caos es el factor predoominante la explicación de las mayores guerras del mundo, así, la aleatoriedad es el reino de la violencia, el lado oscuro de las sociedades modernas, la explicación de la psicosis histórica que se aloja en el fondo de los ideales, el corazón en las tinieblas de Conrad encuentra aquí su modus operandi.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario