lunes, enero 12, 2015

E L ARTE GRÁFICO DE WERNER KRUSE



EL ARTE GRÁFICO DE WERNER KRUSE

Jorge Antonio Díaz Miranda

11 de enero de 2015



Nueva York es un teatro del progreso. La ciudad posee una singularidad arquitectónica que la hace única. A más de un siglo de su fundación por los colonos ingleses, sigue sorprendiendo al mundo su densidad vertiginosa y el pulso vital de sus innovaciones urbanas. Manhattan, uno de los distritos más interesantes de New York, es el último escenario donde se representa el acto de frontera de la civilización occidental y una fábrica delirante de lo artificial. 



Con la explosión demográfica y la invasión de las nuevas tecnologías, Manhattan se ha convertido, desde mediados del siglo XIX en el laboratorio de una nueva cultura: la arquitectura de la congestión. Es la isla donde se materializa el inconsciente colectivo de un modo de vida metropolitano. Quizá por estas u otras razones, Werner Kruse alías Robinson documentó pormenorizadamente el Nueva York de los años sesenta y setenta, centrando su aguda mirada y su no menos incisivo talento en algunos de sus símbolos culturales más seductores: el anacronismo neogótico de San Patricio, los lujosos hoteles de Park Avenue, la bolsa de Wall Street, los restaurantes y peñas musicales hip de Greenwich Village, los vistosos carnavales de China Town, la policromía del distrito latino de Queens, el antiguo Metropolitan Opera House, la pista de patinaje del Rockefeller Center, los laberintos y callejones del Bronx, el industrioso suburbio de Yonkers, Central Park, el interior del MOMA y de la Radio City Hall, la cristalería de Grand Central Station,  los escaparates de Tiffany´s, las fachadas de las tiendas comerciales de la Quinta Avenida y el sobrio apartamento donde vivió hasta el final de sus días John Lennon, las grandes avenidas con su congestión de rascacielos, Times Square, la perspectiva portuaria de los ríos Hudson y Este… 


En la obra de Kruse no faltan los detalles que son ordenados por una perspectiva de integración de un mar agitado de cemento, metal y vidrio. De hecho Nueva York fue el primer libro de ilustraciones urbanas de Kruse quien lo publicó en el año 1967. En el año 2010 esta obra fue recuperada por la Editorial Electa con el título Nueva York trazo a trazo. Desde Wall Street hasta Broadway. 




La panorámica exploratoria de Kruse recorre de forma detallada cada retícula de la gran urbe de hierro, sin pretender interpretar nada sólo describir y establecer un recuento lo más integrado posible. La fascinación por Nueva York llevó a Werner Kruse (Berlín 1910-1994) por otras ciudades del mundo como París, Tokio, Moscú y Berlín, a las que retrataría con esmero y paciencia en cerca de 150 mil ilustraciones minuciosas y precisas.   
                                

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