Hartos de que su espacio cultural y territorial sea objeto de disputas entre el ejército, la policía, los narcotraficantes, los paramilitares y las FARCS, los grupos indígenas del norte de Cauca, expulsan de su territorio bastiones de las distintas fuerzas citadas ya que ninguna ha contribuido a la pacificación ni la disminución de la ingobernabilidad y la violencia. Por ello desde el año 2010 se vienen organizando para tomar ellos mismos el control de su territorio y obligar a las partes a re ubicar su zona de conflicto. Luego de años de pedir audiencia a instancias nacionales e internacionales, El Consejo Regional Indígena del Cauca conformado con la representación de los pueblos Nasa, Guambiano, Totoró, Guanaco, Coconuco, Yanacona, Inga y Eperara, tomó la determinación de expulsar de su territorio a todas aquellas fuerzas punitivas, legales y no legales, para retomar el control comunitario.
El especialista de asuntos latinoamericanos indígenas Diego Jaramillo señala que: la resistencia contra la guerra que está en curso en el norte del Cauca tiene ya una larga tradición y responde a una concepción de la vida y el territorio por parte de los indígenas y no a una estrategia de las Farc como se ha dicho.
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