Composición y diseño by Jorge Díaz (2008)
ESTAÑO DE MAR
JORGE ANTONIO DÍAZ MIRANDA
2008
ESTAÑO DE MAR
JORGE ANTONIO DÍAZ MIRANDA
2008
Yo te evoco, desde este enredo de días perdidos
desde mi estera de soledad en las tardes de rocío,
desgranando lentamente el trigo de tu figura
con la suave sensación de la brisa de abril,
de frente a esta distancia
teniendo cerca tus besos
que se han ido contigo...
desde mi estera de soledad en las tardes de rocío,
desgranando lentamente el trigo de tu figura
con la suave sensación de la brisa de abril,
de frente a esta distancia
teniendo cerca tus besos
que se han ido contigo...
En esta larga fila apretada de fantasmas
evoco nuestros días y nuestras noches
el fresco manantial de tus ojos
el terciopelo de tus palabras
y la convulsión de mi cuerpo
cuando tus besos alcanzaban
mi frágil desnudez.
evoco nuestros días y nuestras noches
el fresco manantial de tus ojos
el terciopelo de tus palabras
y la convulsión de mi cuerpo
cuando tus besos alcanzaban
mi frágil desnudez.
El humo del pasado se ha desperdigado
en espirales confusas de nostalgia
como un sueño de sombras,
como un coro de voces que se apaga,
como una tumba a punto de ser sellada,
asi es la vida, breve y extraña
tan vulnerable a la soledad y la distancia...
en espirales confusas de nostalgia
como un sueño de sombras,
como un coro de voces que se apaga,
como una tumba a punto de ser sellada,
asi es la vida, breve y extraña
tan vulnerable a la soledad y la distancia...
Yo te evoco, desde este enredo de días sin esperanza
ardiente y apasionada, amorosa, sensual
húmeda como una selva tropical,
abierta a mi, con tus piernas alrededor de mi cintura
alojado en tus caderas, fundidos en un beso interminable
y un anillo de fuego abrazando mi falo enhiesto
hasta la explosión de la sangre y el bramido violento del mar.
ardiente y apasionada, amorosa, sensual
húmeda como una selva tropical,
abierta a mi, con tus piernas alrededor de mi cintura
alojado en tus caderas, fundidos en un beso interminable
y un anillo de fuego abrazando mi falo enhiesto
hasta la explosión de la sangre y el bramido violento del mar.
Hasta dormir a tu lado, envuelto en el mentis de engañoso consuelo...
con la sensación de tus senos tibios sobre mi herido pecho
escuchando el murmullo amoroso de tu respiración
con mis dedos reptando por tu fragante cabello,
en la quietud de una noche que parece interminable,
como una dulce canción de la levedad humana
aferrándose desesperada a los riscos agrestes de mi azul desolación.
con la sensación de tus senos tibios sobre mi herido pecho
escuchando el murmullo amoroso de tu respiración
con mis dedos reptando por tu fragante cabello,
en la quietud de una noche que parece interminable,
como una dulce canción de la levedad humana
aferrándose desesperada a los riscos agrestes de mi azul desolación.
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