viernes, enero 18, 2008

WELCOME TO THE HELL MR. MOURIÑO

Foto Reuters, publicada en la Jornada del viernes 18 de enero/2008.

by
JORGE DÍAZ MIRANDA
(2008)
En otro lugar[1] externé mis dudas respecto al interés de este gobierno para resolver con seriedad los problemas que aquejan a nuestro país. En aquel ensayo presenté el argumento de que el gobierno se preparaba para una guerra contra sectores sociales que no representan mayor amenaza al Estado: líderes sociales, grupos de defensa de derechos humanos, ONG´s y todos aquellos actores que desde la prensa escrita mantendrían al gobierno de Felipe Calderón bajo una lupa crítica. También escribí que la lucha contra el narcotráfico estaba destinada a demostrar el poder virtual y mediático del Estado más no su efectividad, y que, conforme la escalada de violencia subiera su cota de intensidad el gobierno se enfrentaría más y más con su verdadera debilidad operativa. Lamento mucho que en aquella ocasión en que escribí todo eso aún me resistía a no abrigar la mínima esperanza de que estuviera equivocado, en el fondo esperaba que lo que me parecía evidente fuera sólo la exageración de un ciudadano que no conoce bien las cosas y que ha observado desde cuarteles cercanos los acontecimientos sin estar realmente involucrado en ello. Ahora sé que los indicios que confirman esa impresión de fracaso Estatal se han instalado definitivamente en nuestra realidad que hoy están al alcance de todos los que quieran ver más allá de lo que los media presentan para endulzar nuestro desconsuelo diario de cada día.

Antes de morir el maestro periodista J. Jesús Blancornelas, especializado en materia de narcotráfico, con más de cincuenta años de trayectoria periodística y Director fundador del semanario ZETA de Tijuana B. C., nos había advertido de lo peligroso que es meterse con los familiares de los narcotraficantes, sobre todo, si el Estado los exponía al carrusel interminable de la burocracia judicial, que huelga decirlo se caracteriza por su ineficiencia a la hora de integrar expedientes y elaborar dictámenes; nos había advertido acerca de la corrupción en los mandos policíacos y sobre todo del hecho real de que los cuerpos de seguridad serían penetrados en sus cadenas más débiles y me imagino que se refería a las policías municipales; nos había advertido contra el hecho de que advenedizos e inexpertos se hicieran cargo de la lucha contra las drogas pues sumaría errores y más errores de apreciación estratégica; nos había advertido de la exageración de las autoridades que consideran hasta el más mínimo decomiso un "gran golpe" contra el narcotráfico; nos había advertido sobre el hecho de que una fuerza numérica con potencia de fuego no sería suficiente para enfrentar a las organizaciones de traficantes pues el único efecto que esto provocaba es que se movieran de territorio, se diseminaran, o bien absorbieran el golpe sin mayores perdidas; nos advirtió de la doble moral con que los estadounidenses atienden el problema de las drogas, combatiéndola fuera de sus fronteras o presionando a gobiernos para que en sus respectivos territorios contengan con violencia a los traficantes, y dentro de su territorio la CIA, el FBI y la DEA son incapaces para contener la demanda de sustancias tóxicas; nos advirtió, por último, de la peligrosidad de medir con distintos raseros al Cártel de Tijuana y al Cártel del Golfo, favoreciendo a uno y exterminando a otro. Pues bien todas esas advertencias siguen sin ser escuchadas, no se han tomado en cuenta y parece que en el corto plazo seguirán así suspendidas en el limbo.

Luís Astorga acaba de publicar un nuevo libro sobre el tema del narcotráfico[2], donde se demuestran, basado en indicios periodísticos, tres cosas: que el ejército siempre se ha utilizado contra los narcotraficantes al margen o no de las atribuciones establecidas por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; que la lucha contra el narcotráfico ha estado caracterizada por las infiltraciones y traiciones desde dentro de los mismos cuerpos de seguridad, el caso más emblemático el del General Gutiérrez Rebollo un militar de carrera, especializado en el tema pero totalmente involucrado con la protección de narcos y altos funcionarios corrompidos; y tres que los efectos globales de la intervención armada del Estado en la economía, producción y distribución de estupefacientes sólo afecta cuando mucho el 5% del total.
Me temo que el año 2008 ha empezado mal para el Estado, la violencia de los narcotraficantes no se detiene en Tijuana, Reynosa, Oaxaca, Guerrero, Michoacán con todo y el despliegue de efectivos del ejército, policía federal y policías estatales. Las decenas de cateos a corporaciones policíacas municipales no han podido detener la infiltración, y menos ahí donde el fuero federal se debiera de manifestar con mayor fuerza: fronteras, aduanas, carreteras, puertos marítimos, aeropuertos, etc. Las imágenes que las agencias noticiosas mostraron el 17 y el 18 de enero de 2008 nos han acercado al terror real que implica una velada guerra de baja intensidad: 120 niños evacuados de las instalaciones donde recibían clases de preescolar, porque en los techos había sicarios apostados con armas de asalto disparando a policías y soldados...las fotos reproducían con siniestra fidelidad las mismas que se ha visto en Yugoslavia, Chechenia, Groznik, Kenia, Paquistán, Colombia, Irak, Afganistán, Líbano, Beirut, etc., donde los civiles quedan atrapados en medio de tiroteos mortales y son estos los que pagan con su vida los desaciertos de las fuerzas de seguridad que supuestamente los debieran proteger. En este 2008 Siguen levantones, secuestros, ejecuciones, hallazgos de narcofosas, y miles de rastros más que va dejando el crimen organizado que se irán revelando dosificadamente a la opinión pública.

Como ciudadano, cualquiera se para frente a estos hechos desprotegido, azorado, impotente, y con una molesta sensación de descubrir en cada palabra y en cada gesto de los políticos una doble intencionalidad, lo que confirma lo que han señalado Freud, Simmel, Weber Y Vaclav Havel[3] para quienes la racionalidad de la política no es más que un encubrimiento o inversión de la realidad. Y con esta forma de mirar dobles intenciones irrita más pensar que hasta este año 2008 por fin el Estado haya reconocido que desde Estados Unidos llegan las armas que utilizan los narcotraficantes, hecho que fue negado durante más 70 años por los gobiernos de la revolución (Priísta) y por el penúltimo, el de la patética revolución de la esperanza (¿cuál?) con los desopilados Fox y la señora ex presidenta...¡cuando se sabe que eso es una realidad en todo el mundo, ¿por que diablos no iba a ser lo mismo en México con todas sus zonas de conflicto, con toda esa tensión acumulada, con todo el desorden generado por la ausencia de una real conducción de la política interna?. Recordemos que el caos social representa para el tráfico de armas, segundo negocio más exitoso del mundo, nada menos que jugosas ganancias. Pero acaso, ¿no significa al mismo tiempo ese reconocimiento del tráfico de armas la admisión del fracaso de las gestiones de la Secretaria de Gobernación con respecto a garantizar la estabilidad social?, por tanto, ¿no amerita que se sancione al ex titular Francisco Ramírez Acuña por omisión en el cumplimiento de su obligaciones?, por otro lado, ¿no ameritaría la SEDENA una reevaluación de su trabajo por la debilidad mostrada al no impedir que penetraran esas armas de alto poder?, y por último, ¿no merecería una reacción más contundente de los Poderes Legislativo y Ejecutivo para implementar juntos presiones efectivas hacía el Gobierno de los Estados unidos para que aclare dónde se produjeron las armas, cuando se vendieron y por que su propio ejército permite que se sustraiga de su arsenal armas que serán vendidas después en México o cualquier otro país?

El relevo de la Secretaría de Gobernación, cuya titularidad recae ahora en Juan Camilo Mouriño, confirma la sospecha de que el Presidente de la República no tiene idea de la importancia de la estabilidad que en lo interno requiere México, peor aún más, acumula evidencia de que realmente no le importa. Uno puede muy bien considerar que la inexperiencia, inopia, falta de visión y preparación del nuevo titular de la Secretaría de Gobernación, más las oscuras circunstancias en que fue elegido para ocupar ese puesto, constituyen parte de una estrategia encaminada a favorecer la penetración de grupos peninsulares económicamente poderosos al sector energético y encaminar la tan esperada Reforma Fiscal. Desde una perspectiva global lo que se entiende con este gesto es que el Gobierno abandona toda obligación de estabilidad social y seguridad interna, incrementando con ello la tensión y apostando por un escenario de máxima confrontación con grupos de disidentes. Por supuesto, algunos piensan que haber sacado a Mouriño de las sombras significa que el gobierno de Calderón al fin expone sus verdaderos fines ligados con los peores intereses, al fin confiesa las relaciones que ha de favorecer y anuncia el fin del idilio con la sociedad a favor de un maridaje con los grupos más conservadores, y todo ello con la complicidad del pontificado priísta. El encumbramiento del Lic. Mouriño lo único que puede significar en este contexto de desaciertos es continuar en la intervención de bajo perfil por parte del gobierno para atender los grandes problemas de este país, lo que, a la postre será, históricamente hablando, una grave irresponsabilidad por sus tremendas omisiones, ceguera estratégica y descoordinación más acentuada, acumulando ineficacia, corrupción y por supuesto incalculables costos sociales.

Un último aspecto que abona la hipótesis de la ilegitimidad gubernamental es la forma en que la impunidad sigue su marcha triunfal en México. ¿Por que los tres poderes de la Unión no pueden resolver los casos de evidente colusión entre gobiernos, empresarios y religiosos en los casos de feminicidios, abuso sexual de menores, represión a periodistas (como el caso de Carmen Aristegui), tráfico de influencias, corrupción, etc. Por que los Marín, las Gordillo, Las Sahagún, Los Fox, los Nacif, los Estrada Cajigal, los Hank Rohn, los Madrazo y otros más, siguen sin ser llamados a cuentas cuando es evidente su sino delictivo?.

Por supuesto, cualquier ciudadano sabe que la Suprema Corte de Justicia de la Nación se ha comportado de forma miserable en aquellos casos donde la gente es sometida por poderes de facto: ahora se cuenta con una evidencia clara de que la pederastia puede ser anulada bajo la tesis de su indefinición jurídica; que los fraudes millonarios al erario público no pueden ser castigados con la cárcel, vamos ni siquiera con la devolución del patrimonio sustraído; que el tráfico de influencias entre los gobiernos y empresarios para encarcelar a una periodista no ameritan juicio político ni responsabilidad efectiva alguna; se cuenta con la evidencia de que un presidente puede intervenir con todo la infraestructura del estado pero esto "no necesariamente puede afectar los resultados de la elección"; se sabe que ante cualquier amparo que un ciudadano requiera de la justicia federal en contra de las practicas abusivas de los bancos (visiblemente BBV Bancomer) habrá un representante del Presidente de la República ¡para hablar a favor de los bancos¡; la iniciativa privada puede actuar con todo su poder económico en un proceso electoral pues es el Derecho que se ha ganado al explotar exitosamente medios que corresponden a la nación (v. gr. Telecomunicaciones) y que no recibiría por ello un juicio medianamente condenatorio de los ministros que defienden -es un decir- nuestro Derecho a recibir información objetiva y sin tendencias ideológicas; se sabe por último que dentro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación no importan las evidencias, los indicios o la pretensión de objetividad del Derecho pues al final, previo cabildeo con cada ministro, las decisiones se habrán de someter a votación sin importar si son justas, legitimas o apegadas a Derecho.

Nuestra instituciones pretendidamente democráticas o que se derivan de esta práctica encomiable tampoco se salvan del carnaval de impunidades, los ciudadanos ya sabemos que la democracia sólo es utilizada como un membrete por las clases política, intelectual y empresarial de este país: nada de transparentar la forma cómo en lo interno se conducen los partidos políticos en cuanto a la elección de sus dirigentes o los gastos que realizan; nada de opinar respecto a la elección de rectores dentro de las universidades públicas porque hasta la UNAM, alma mater de la nación mexicana, comete el pecadillo de tener a una reducida y amafiada junta de notables que deciden en voto secreto quien ocupará ese lugar de privilegio; nada de acudir a la Comisión Nacional de Derechos Humanos porque pueden diagnosticar, en los casos de violaciones sexuales, una úlcera tratada negligentemente; la designación de consejeros del IFE es, en la practica, exclusivo territorio de la negociación de los tres grandes partidos de este país con una complicidad evidente entre el PAN y el PRI, y la ostensible marginación del PRD; etc. etc. etc.

En este turbulento escenario apenas esbozado el ascenso de Juan Camilo Mouriño a la Secretaría de Gobernación significa a todas luces el triunfo de los poderes de facto, financieros y empresariales, sobre el Estado Mexicano, y su previsible sometimiento a los dictados del gran capital.

Desde ahora externo mi más sentida decepción de éste gobierno, desde ahora manifiesto mi abierto escepticismo a los resultados que dice tener, desde ahora manifiesto mi desconfianza por un grupo en el poder que irresponsablemente ha iniciado una guerra sin pretender solucionar de fondo los problemas que lo generan, desde ahora me temo sólo queda esperar que la violencia estallé en magnitudes desproporcionadas y que tal vez mañana estaremos enterándonos de que un jardín de niños fue tomado por asalto y todos sus alumnos muertos por que el Estado "no negocia con terroristas, aunque no haya hecho nada por prevenir esto.


Notas.
[1] Jorge Antonio Díaz Miranda (2007) “Fuerzas armadas y narcotráfico en México”,
En Ligar: ciudadanía, cultura e ideas, Núm. 6-7, 1 de diciembre de 2007.
[2]
Luis Astorga (2007) Seguridad, traficantes y militares. El poder y la sombra. Tusquets Editores, México 2007. ISBN: 970-699-176-X.
[3]Recordemos sobre todo las palabras de Vaclav Havel al analizar las sociedades post totalitaristas: "El poder es prisionero de sus propias mentiras y, por tanto, tiene que estar diciendo continuamente falsedades. Falsedades sobre el pasado. Falsedades sobre el presente y falsedades sobre el futuro. falsifica los datos estadísticos. Da a entender que no existe un aparato policíaco omnipotente y capaz de todo. Miente cuando dice que respeta los derechos humanos. Miente cuando dice que no persigue a nadie. Miente cuando dice que no tiene miedo. Miente cuando dice que no miente...en este tipo de sociedades los individuos deben comportarse como si creyeran las mentiras, (por tanto) viven en la mentira."

Friday, January 18, 2008


2 comentarios:

Anónimo dijo...

los ciudadanos ya sabemos que la democracia sólo es utilizada como un membrete...
nada de opinar PORQUE SOLO EL AUTOR ocupará ese lugar de privilegio;...
QUÉ LASTIMA, INTENTABA UN DIALOGO, PERO SERÁ MEJOR QUE SIGAS CREYENDO EN TU MONOLOGO...Y SOLO LO QUE TE PAREZCA SALGA A LA LUZ, ...TIENE CIERTO SEMBLANTE TU ACCION CON LO QUE DICES ESTAR INCONFORME...
ESTA BIEN, NO ACEPTAS SALIR A LA LUZ CON LA VIOLENCIA DE LOS COMENTARIOS, Y ENTONCES APLICAS UNA PERVERSA CENSURA A LO QUE UNO QUIERE EXPRESAR...
VIOLENCIA POR VIOLENCIA...LA GUERRA NO HA ACABADO!!!

DUNCAN dijo...

Primero que nada muchas gracias por el tiempo que has invertido en la triada de comentarios que he leido puntualmente. Luego te diré que me reservo el derecho de responder a mensajes cuyo contenido está francamente fuera de lugar con sapos ardientes incluidos, estanques putrefactos y cuentos autocompasivos que sólo buscan señalar, denostar y descalificar. Siguiendo en esto, tampoco tendría porque responder a quien como tu se esconde en un pobre anonimato pues devela con mucho acierto tanto el estilo como el subjuntivo que empleas, la identidad de quien se trata. Por otro lado qué dialogo se puede establecer ante juicios establecidos, adjetivaciones y escritos con temas personales que quieren pasar como "crítica" literaria. Y entonces concluyes que no acepto la violencia abierta de los comentarios, tienes razón y no la aceptaré porque sencillamente no tengo interes alguno en un intercambio donde se supone que tu eres la victima y yo el victimario; no me interesa convivir más con nadie que se abrogue por cualquier motivo real o imaginario el papel de juzgar sin más; no me interesa hablar ni estar con nadie tan irascible que reclama para si un lugar cuando el lugar del otro quiere usurparlo con chantajes de todo tipo. La censura es perversa, dices, pero pretendes que a cambio acepte la perversidad de ser enjuiciado por ti y además sin criticar tu parcialidad, me temo que estás muy equivocada. Hablas de violencia y de guerra y te aseguro que tienes apenas una pálida idea de lo que es eso...pero allá tu. De todas formas gracias por tu tiempo gastado inútilmente. Hasta nunca.
PD. Me gustaba más el seudónimo Marinajulia que el horroroso e impersonal GUERRA NO-REPLY@BLOGSPOT.COM