jueves, agosto 02, 2007

DE UN POBRE CAMINANTE


Siempre creí que estaba preparado para todo/

hasta suponía que con el tiempo/

y siguiendo sólo el curso lógica de las cosas/

yo acabaría por entenderlo todo/

y me aferré a observar, leer, pensar y vivir/

consideré que la realidad vista en dos momentos distintos/

me daría la clave para establecer cadenas causales/


Anduve explorando por largo tiempo/

alteraba el orden de las cosas/

para extraer una razón/

o al menos una idea que me orientará/

pregunté tantas cosas y luego confirmé/

que ya tenía una idea vaga/

de las respuestas/


Me úbique dentro y fuera del tablero de Dios/

y observé como lanzaba los dados/

me interesé en el juego del azar/

de sus inestables átomos/

e interrogue el caos/

desordenando de forma controlada mi mente/

alteré mi percepción/

y muchas noches me quede despierto/

para percibir la oscuridad/

me escapaba de casa y caminaba en las sombras/

por sitios donde mis mayores me habian contado/

que pisaba el diablo y la llorona/

en el cruce de caminos los invoque/

y sólo asistió puntual un rayo de luna/

experimenté tormentas, violentas corrientes de aire/

aguas agitadas de un mar picado/

golpes, quemaduras y operaciones quirúrgicas/


Hasta me enamoré/

probé el sudor, la saliva y la orina/

la agitación de los cuerpos/

en la copa generosa de una compañera/

díez años mayor/
que se entregó a mi/

sin condiciones ni falsos pudores/

con el gusto de hacerlo sólo porque quería/

y en sus brazos tragué un mundo tras otros/

y aprendí lo que eran la sed y el hambre.../

luego una niña de senos grandes/

me enseño a aliviar sus dolores/

pegando mis labios a sus pezones/

para aligerar su precoz y copiosa cantidad de leche/

que diariamente producía/

y entonces aprendí lo que era la ternura/


Luego me largue/

huí, me desterré/

quise ser invisible para el mundo que no me gustaba/

y anónimo para la gente que siempre me veía con rabia/

como yo sobraba en la casa de mis padres/

quise regalarles en primer termino mi ausencia/

y luego la libertad de su tiempo/

pasé frío, muchas situaciones peligrosas/

pero me juré a mi mismo/

nunca pedir clemencia/

nunca pedir lástima/


Me acerque por el odio/

y sus armas/

casi me sedujo/

y por un tiempo/

quede atrapado entre sus garras/

pero después mi vena de caminante/

y mi deseo de ser libre/

me ayudaron para mandar al infierno/

el honor de los esclavos/


Todo eso...mientras el tiempo pasaba.


Sin duda he aprendido grandes cosas/

la generosidad de buscarme/

de apartarme del camino/

el valor de mi soledad/

y que cuento conmigo/

todo eso.../


Sin embargo en esta encrucijada de edad/

me queda claro que todas las edades son díficiles/

y que todas las certezas se van una a una/

hasta dejarnos desnudos/

ante la contingencia avasallante de de la vida/

y que su curso cambiante es una invitación a ser sobrios/

humildes y atentos/

para esperar y actuar en su momento/

Aprendí que las palabras no son nada sin los hechos/

que más que los deseos son las desiciones que se toman/

que los muchos planes son humo/

y que la vida es una y no hay otra/

que la entrada del conocimiento es gratis/

y la salida nos cobra en felicidad y dicha/

la única certeza es que no hay certezas fijas/
y que en el juego desigual de vencedores y vencidos/
no hay víctimas/




2 comentarios:

Anónimo dijo...

No es tarea fácil relatar en versos lo que uno ha vivido y ha pensado de sí.
Quizás´sólo te haga falta
sumergirte en los más recónditos espacios de tu alma, los que aún te niegas a sondear, y no porqué no lo deseas, sino porque en este momento de tu vida aún no los encuentras. Por tal motivo puedes ver sólo la parte de ti más auténtica, que no corresponde a tu realidad presente.
Este tiempo vendrá y podrás saborear este gusto agrodulce de la verdad de uno y de lo que lo rodea.
Esto lo digo partiendo de la aceptación de un pasado y del amor que llega y se va. Marina julia

DUNCAN dijo...

ESPERO PODER GLOSAR EN PARTE ESTAS AGUDAS OBSERVACIONES CON EL ESCRITO "UN HASTA SIEMPRE, EN MAYO". GRACIAS.