del diario la Nación de Chile*., Se trata de la modelo mexicana
Oriana del Monte.
En la noche percibo tu inquietud
Cuando el silencio y la tensión
Anteceden a todo eso que después no dices,
En tu mirada profunda,
Desde donde lágrimas tenues se deslizan,
En ese aire de ausencia y distancia
Que se anuncian en tu gesto,
En el gesto amargo que tuerce tu boca,
En el sueño intranquilo que te agita,
En la tormenta de angustia que te despierta en la madrugada…
Quisiera entonces no haber sido lo que soy,
Quisiera entonces no haber caminado demás
Ni haber dicho lo que dije,
Ni haber sentido lo que un día sentí,
Quisiera haber huido,
Quisiera no haber olvidado el amor que me une a ti,
Y tal vez nunca termine de pagar la deuda de traiciones,
La deuda de odio, de desesperanza, de desengaño,
Y tal vez nunca logre sanar esa herida de tu corazón
Y tal vez al final terminaremos cada uno por su lado,
A dónde en verdad iremos,
Hacia dónde miraremos,
Si todas las cosas están cargadas de dolor
Cada vez que miremos
Nuestras almas se impregnaran de su color…
Y tal vez ni el amor, ni los años, ni nadie,
Salve esta relación irremediablemente desolada.
La puerta esta abierta, el tablero puesto,
Las piezas dispuestas,
Para este juego de azar de resultados imprevisibles,
Yo espero, Tú tienes hoy la iniciativa,
Y Tal vez algún día despertaré con la misma angustia,
Con la misma inquietud, con el mismo temor a la traición
Atormentado por el desengaño, desesperado, vacío…
Sintiendo que el mundo se desmorona bajo mis pies,
Sintiendo como el fuego y la ceniza funden mi mirada.
© Jorge Antonio Díaz Miranda
Cuernavaca Morelos, a 15 de marzo de 2007.
Cuando el silencio y la tensión
Anteceden a todo eso que después no dices,
En tu mirada profunda,
Desde donde lágrimas tenues se deslizan,
En ese aire de ausencia y distancia
Que se anuncian en tu gesto,
En el gesto amargo que tuerce tu boca,
En el sueño intranquilo que te agita,
En la tormenta de angustia que te despierta en la madrugada…
Quisiera entonces no haber sido lo que soy,
Quisiera entonces no haber caminado demás
Ni haber dicho lo que dije,
Ni haber sentido lo que un día sentí,
Quisiera haber huido,
Quisiera no haber olvidado el amor que me une a ti,
Y tal vez nunca termine de pagar la deuda de traiciones,
La deuda de odio, de desesperanza, de desengaño,
Y tal vez nunca logre sanar esa herida de tu corazón
Y tal vez al final terminaremos cada uno por su lado,
A dónde en verdad iremos,
Hacia dónde miraremos,
Si todas las cosas están cargadas de dolor
Cada vez que miremos
Nuestras almas se impregnaran de su color…
Y tal vez ni el amor, ni los años, ni nadie,
Salve esta relación irremediablemente desolada.
La puerta esta abierta, el tablero puesto,
Las piezas dispuestas,
Para este juego de azar de resultados imprevisibles,
Yo espero, Tú tienes hoy la iniciativa,
Y Tal vez algún día despertaré con la misma angustia,
Con la misma inquietud, con el mismo temor a la traición
Atormentado por el desengaño, desesperado, vacío…
Sintiendo que el mundo se desmorona bajo mis pies,
Sintiendo como el fuego y la ceniza funden mi mirada.
© Jorge Antonio Díaz Miranda
Cuernavaca Morelos, a 15 de marzo de 2007.
2 comentarios:
Desde todos los ángulos de estos versos se percibe la presencia del destinatario. Un destinatario existente, vivo, palpitante...alguien que comparte tu cuerpo, a pesar suyo.
Alguien que te inspiró esta voluntaria confesión de culpas no dirimidas...y lo único que puedes regresar a esta figura a la que te diriges es tu propia autocondena,o bien autovenganza que tú y sólo tú agnoras: vivir la misma desesperanza que ves en "la otra".
No tardará en llegar este momento, porque a todos nos he dado de amar y dejar de amar.
Thanks for writing this.
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