Enchiladas nerds. Germán Martínez, presidente del Partido Acción Nacional prefiere el ciberespacio para lanzar trompicadas y enredadas arengas a los enemigos de su partido. Con la zafia ironía de un pésimo gritón carpero y severos límites retóricos, esté nuevo clon de virus computarizado, dice que dicen que su partido está haciendo “bien” las cosas (sin presentar ninguna evidencia de su dicho). Desde la más obtusa visión mariana, “monta a caballo pasado” calumnias, escarnio, agravios, etc., contra lo que él “entiende” como ataques a la libertad de expresión en internet de los “odiosos” opositores príístas… Aunque el dirigente se olvida que el gobierno felipista que tanto defiende, ha necesitado y necesita del prinosaurio para imponer su cavernario estilo gobiernista. Este ínclito demandante de la red de “mafias y grupitos minoritarios que se oponen al cumplimiento de la sagrada misión del -para él- sacrosanto San Felipe de Jesús, reniega con retórica hueca, de la falta de respuesta y compromisos de priistas y conexos para llevar la fiesta en paz y enterrar el libertinaje democrático que defienden amarillentos populistas enemigos del bisnes.
Enchiladas hacendarias. Para que las masas entiendan la gravedad de la crisis, el Secretario Carstens no se cansa de producir cada semana nuevas metáforones tecnocráticos (pergueñados por (des) ilustrados burócratas angloparlantes), para justificar porque la lana no se puede destinar a improductivos rubros de desarrollo social. Esta semana eligió la jerga de los honorables plomeros para describir el tremendo “boquete” de 300 mil millones de pesos que no entraron a las arcas del vampírico sistema tributario mexicano, a pesar de que la soga ya no puede apretar más a los atribulados contribuyentes cautivos. Con voz de tango, el influenzado funcionario anuncia los números rojos en los fondos de gobierno para seguir sosteniendo a la abultada burocracia que aceita los engranes de la maquinaria estatal. Y anuncia con bombo y platillo que el gobierno de su jefe Felipin ya enfila sus baterías para apropiarse de los últimos excedentes del boom petrolero, los cuales fueron casi exterminados por los abusos de la familia FoxXX. Con la recesión galopante, la deflación económica y la disminución de las reservas federales, el adiposo secretario conmina sin tapujos a la adopción de nuevas sangrías fiscales, aplicables a medicinas y alimentos, comercio informal y subempleo, con el que se prevé tapar el hoyo en la cañería de la cloaca económica, con la que las perdidas privadas se drenarán como nueva deuda pública. La apuesta hacia políticas de shock económico por parte del Estado mexicano, se basa en escalar el control sociopolítico a partir de la continuación de la alianza estratégica pripánica y el endurecimiento del puño verde olivo.
Enchiladas ahumadas. Si usted es un empresario de éxito, con sentido de oportunidad, fino olfato (de roedor) para los grandes negocios, conexiones convenientemente sentimentales con la élite política, y dinero suficiente para invertir en equipos sofisticados de videograbación silenciosa, y además de todo lo anterior puede escribir un libro, Usted nos interesa. Grupo Imagen necesita sus servicios de alta excelencia, para provocar a conveniencia (Estatal), escándalos mediáticos con factura para lo electoral. Nosotros gestionamos los espacios más adecuados para la difusión de su material, convocamos masivas ruadas de prensa con personal ad hoc, ofrecemos protección las 24 horas del día, una cuantiosa prima económica y un paquete de estímulos adicionales por cada punto que escale el rating. Buscamos sobre todo un perfil de empresario dinámico con capacidad de sacrificio para soportar algunos meses en la cárcel y salir exonerado por falta de pruebas, aprovechando las generosas lagunas jurídicas del sistema judicial mexicano. Lo estamos esperando, Llámenos, nosotros vamos.
Enchiladas morelenses. Marco Adame está tranquilo en el recinto de la casa de gobierno. Sentado frente a la amplia sala de estar, calcula los riesgos y a cada uno opone ventajosas coartadas. Después de todo, a quién le importa que sus colaboradores más cercanos estén vinculados con narcotraficantes, o que se haya descubierto una célula del clan Beltrán Leyva en una casa de seguridad ubicada a 100 mts. de su propia casa. El gobernador se sabe cercano a los favores del Presidente, tiene amigos poderosos de la clase política y empresarial, y además ocupa un sitial de honor en la estructura del Yunque. No, nadie lo puede tocar. Repentinamente una expresión de mofa y rabia aparece en su rostro cuando recuerda el mote que le han propinado sus detractores y enemigos políticos, Narco Adame… La edecán joven de tentador cuerpo de diosa, que funge como enlace de relaciones públicas, interrumpe el flujo de su ensimismamiento con una comunicación insustancial, ante la cual el gobernador responde que no está disponible para nadie. Pero minutos después, otro de sus colaboradores vuelve a interrumpirle para informarle personalmente de la intervención del ejército en Yautepec, por supuestos nexos del cuerpo policiaco municipal con la célula criminal de los Beltrán Leyva…No se inmuta, no pierde la calma, sigue pensando, sigue calculando y sigue repitiendo para sí: nadie puede tocar al gobernador.
Enchiladas morelianas. El golpe del martillo llegó de lo alto, repentinamente, sin avisos, en la madrugada, como sugiriendo una traición. Feroces efectivos policiacos y militares tomaron por asalto alcaldías y edificios de gobierno. Apostados en distintos puntos estratégicos, se emboscaron y esperaron a los funcionarios indiciados. Una intervención de Estado preparada en el más absoluto secreto, con extraña eficiencia furtiva, acechante, absoluta, aplastante. El gobernador Leonel Godoy protesta levemente, levanta la voz, pero nada puede hacer para detener la acción de las fuerzas militares que se ciernen como una larga sombra en la investidura de su gobierno, pero que, en perspectiva amplia, se entiende que se trata de un velo de amenaza, que se extiende lentamente hacia todos lados, con el parapeto de la severidad jurídica, y el puño en lo alto que anuncia, con conveniente y avispado uso pre electoral, la ruina para los opositores.
Enchiladas hinojosas en furibundas calderas. El Presidente desea un triunfo inobjetable en las urnas. Golpea la mesa del recinto, dicta ordenes, gira instrucciones, hace llamadas en tono furibundo, exige lealtades y el cumplimiento de compromisos, exige cerrar filas en torno de su partido. No quiere debilidades, ni pretextos, ni datos que manifiesten rupturas y retrocesos, para subsanar cualquier falta está la fuerza del Estado y su monopolio de violencia. Ofrece pactos y treguas a los poderes facticos, convoca a líderes sindicales amigos y aumenta la virulencia persecutoria contra los opositores. No quiere sorpresas, el PAN deberá arrollar con carro completo o nada. No hay negociación con los sectores sociales ni con los organismos partidistas de representación popular como el PRI o el PRD, ni concesiones, ni pactos, pues quiere a todo el aparato de gobierno bajo su control. La propaganda y las televisaras se encargarán de los matices, del maquillaje, de la máscara, de la contención de cualquier descontento, de la elaboración de noticias que distraigan con tragedias reales o imaginarias a la opinión pública.