El sistema copia al sistema. Cualquier consideración sobre la camorra u otros grupos delictivos debe pasar necesariamente por el análisis de las condiciones socioeconómicas antecedentes que hicieron posible su emergencia, y de las condiciones de reproducción social que, sin duda, tienen que ver con la existencia de intereses por parte de grupos políticos, empresariales, o de ambos. Agregando por supuesto las inmensas posibilidades de interconexión que la globalización ha facilitado entre organizaciones criminales de distintas nacionalidades, las cuales celebran verdaderos acuerdos comerciales que mueve anualmente unos mil millones de euros. Territorio Camorra. Un lugar común en las consideraciones del crimen organizado es el que tiene que ver con los sectores marginados vulnerables a su influjo: jóvenes sin futuro, amas de casa permanentemente endeudadas, desocupados, jubilados, niños de nadie, indigentes, ex presidiarios, extracomunitarios legales e ilegales, mujeres adolecentes de Europa del Este, empresarios en problemas, concejales y policías corruptos, etc. etc. Etc. El reclutamiento de cualquiera de estos sectores es fácil por la única razón del dinero fácil que se puede obtener con tan sólo mulear en pequeñas cantidades la merca, vigilar el territorio de las incursiones de la policía, encubrir y callar, pasar o recibir información, dar lecciones a soplones o infiltrados, hacer de sicario o carne de cañón cuando los aires de la guerra soplan dentro o en las inmediaciones del barrio. Nada se mueve fuera de la órbita del “sistema”, la gente vive, muere, se casa o tiene hijos gracias al “Padrone”, de modo que los viejos ritos no hacen más que seguir la tradición de la obediencia juramentada hacia los nuevos señores feudales. La cosa nostra es un modo de vivir. Roberto Saviano pasa sus días entre vigilantes fuertemente armados que tienen como misión evitar un atentado por parte de la Camorra Italiana. La N´drangheta ha jurado exhibirlo como trofeo de caza por revelar cosas que no debían hacerse publicas, así que le ha puesto precio a su cabeza para que en cualquier lugar de Italia o del mundo le cobren las cuentas pendientes por agraviar a la “gran familia”. Saviano es un exitoso escritor de Best Sellers concernientes a la cosa nostra del sur de Italia, que ha descrito el infierno desde la intimidad de las villas miseria de Napolitania, con sus tenebrosas mazmorras donde operan los sicarios con las filas interminables de víctimas, con la merca por todos lados y el dinero corrompiendo todo. Gomorra. La metáfora bíblica de Mateo Garrone. La cámara entra y sale de un claustrofóbico edificio habitacional, en cuyos rincones se desenvuelven distintas historias de vida, los que se van y los que se quedan, de los que sobreviven y caen, de aquellos que quieren saltar por el muro hartos de tanto esperar su turno de ascender. Los más jóvenes tienen prisa y vuelan en frágiles corceles motorizados hacia su cita con un destino despiadado, aspirantes al único trabajo disponible que hay, esbirros de una maquinaria criminal que no comprenden. Sicarios, mulas o choferes de mafias que se encargan de organizar del traslado de deshechos tóxicos industriales, estupefacientes, con la rapiña, la extorsión y el asesinato como valores para demostrar hombría. Y las armas automáticas que hacen fluir interminables ríos de sangre. La existencia de la Camorra obliga a una reconsideración sobre los conceptos de territorialidad y autonomía, y sobre las teorías jurídicas desde la fractura y la disolución del Derecho. La sugerencia de Matteo Garrone es inconfundible en su intencionalidad: Napolí es la Gomorra bíblica moderna, sede de iniquidad e infamia, perdición y pecado. La metáfora cinematográfica de Garrone ganará el Grand Prix del Festival de Cannes en 2009.
La versión italiana de los Balcanes. La cámara se traslada a grandes espacios deshabitados, potreros y corrales donde la inmundicia del ganado se acumula, playas abandonadas con vertederos químicos cancerígenos, casas derruidas y edificios desgastados donde se alojan polvosas reliquias del esplendente setecento , ruinas apiladas en una larga extensión de destrucción y abandono. Personajes oscuros que hablan en la jerga de códigos intraducibles, señores del terror y de la guerra que medran de la miseria y la complicidad de funcionarios de gobierno. La sórdida realidad que fabrican la sospecha, la venganza, el complot, la desintegración y la descomposición social.
Notas [1] Gomorra, un film de Matteo Garrone argumento basado en la novelística de Roberto Saviano , Italia, 2009.
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