L´ AMOUR EST UN CRIME PARFAIT

L´ AMOUR  EST  UN  CRIME  PARFAIT

JORGE ANTONIO DÍAZ MIRANDA

Agosto 2014

Lo que hace extraña a esta película es la forma narrativa que tiene, fragmentada, escindida, disociada… como la personalidad de cada uno de los personajes que de ella participan. Un profesor de literatura soltero que vive con su hermana en una especie de ayuntamiento incestuoso, jóvenes estudiantes seducidas por su profesor para oficiar tórridas sesiones de amantes, una mujer policía que se enamora y entrega a un monstruo, una danza de cadáveres que a lo largo de la película apenas se alude con cabos sueltos, que parecen no tener que ver. Idilio tras idilio se cincela un cuadro que a golpe de fulgores se va transfigurando en inquietante y siniestro. Una alumna desaparecida después de una sesión íntima en un chalet confortable ubicado en los Alpes galos. Citas literarias, inspiración poética, clases universitaria de escritura, juntas del claustro de profesores; mientras se multiplican desapariciones sin sentido. La búsqueda se inicia de forma encubierta. El desfile de ausencias requiere una explicación y es buscada a través de un doble juego de personalidades al límite, manifiestas y latentes, con la irrupción de un romance apasionado entre la “mamá” de Bárbara -la chica desaparecida- y el profesor que gentilmente la “consuela” de su perdida. Al mismo tiempo que la hermana del docente presiente que la situación de su hermano ya es insostenible en términos de silencio y complicidad, aunque también lo ame incluso con los furores de la carne que en su trémula debilidad, ha cedido a un pecado inconfesable. Encuentros casuales, que no son casuales, fraguando el corpus de la sospecha: “me encontré con un jabalí desgarrado, los lobos están de vuelta y tienen hambre”...  Es una historia de formas distintas de complotaje, de sospecha y delación, de enmascaramiento, de cómo estar en el mundo siendo una escisión asesina o un perseguidor furtivo.   La belleza y la sensualidad entrelazadas en tortuosas bodas de sangre.  El amor como crimen perfecto visto desde la peculiar perspectiva de un asesino que domina y manipula los sentimientos para beberse  el sacrificio de sus víctimas, en medio de un vendaval de poesía, muerte y transfiguración.