lunes, abril 14, 2014

APO-SICA-LIPTICOS Y ALTERADOS


APO-SICA-LÍPTICOS Y ALTERADOS
Jorge Antonio Díaz Miranda

Abril 2014

                 
“La entrevista no puede comenzar. En un momento quizás o a las doce pm seguro. En cualquier caso agradezco su comprensión…”  El lacónico aviso de “Brenda” no me tomó desprevenido. Ya me habían advertido que eso podría pasar en virtud de las “excentricidades” que se conceden divos y divas de la música grupera. Observé por un momento el rostro de la compañera fotógrafa para buscar en ella un gesto de entendimiento, pero a esas hora y con su celular constantemente sonando (solicitada por la niñera que cuida a sus dos hijos pequeños), su expresión estaba barruntada de  fastidio. Y ahí estábamos los dos en el lujoso bar del hotel Fiesta Americana esperando una entrevista concertada por algunos medios interesados en publicar información de primera mano a propósito del autodenominado Movimiento Alterado, expresión musical de última generación del corrido, acuñada por hijos de inmigrantes mexicanos,  nacidos en los Estados Unidos. Era evidente que después de dos horas de espera, la resaca del desvelo y la frustración comenzara a reflejarse en nuestro rostro. Después de todo, la entrevista se había concertado sin ninguna confirmación previa o un formato mínimo preestablecido y eso, en el oficio reporteril, casi siempre es garantía de no lograr la nota informativa. En eso estaba pensando cuando el celular de la compañera suena por enésima vez. Esta vez no se aleja para darse privacidad, se queda sentada escuchando las palabras de su invisible interlocutor al que interrumpe abruptamente: “Eso me lo hubieras dicho desde el principio cabrón, no mames, que falta de respeto”.  Se levanta de la silla, toma sus cosas y se despide diciéndome que su jefe le acaba de avisar que no hay acuerdo para tomar fotografías. No sé qué decirle. Me quedo sentado viendo cómo ella se aleja y sale al estacionamiento donde tiene aparcado el coche. Mi desconcierto crece y tengo la sospecha que la entrevista no se hará… Un minuto y medio después vuelve “Brenda” con un nuevo recado. Me dice que le entrevista va a comenzar pero que hay un par de ajustes de última hora que debemos acordar. Escucho esperando lo peor. “La entrevista no se puede grabar. Las notas finales deben ser revisadas por el artista y sus apoderados legales antes de poderse publicar…”. Mi corazón late aceleradamente y el enojo se me sube a la cabeza. Tengo unas ganas tremendas de mandar al cuerno al divo y a su asistente, pero me contengo, respiro y espero a que las ideas se ordenen. “Brenda” debe saber que habla con un profesional y como tal he de responderle, presentando de la forma más clara y directa mi posición con respecto a los nuevos cambios… con un tono controlado pero firme respondo: “Brenda: conceder alguno de los cambios que usted me pide es igual a renunciar a la responsabilidad de hacer mi trabajo. La nota informativa necesita una evidencia significativa y justo eso es la grabación que pasaré al departamento de redacción para su verificación y formateo. Ahora bien, el permitir que ustedes revisen el contenido de la entrevista es tanto como censurar el derecho a la información y yo no puedo permitir eso. Lo único que puedo ofrecerle es un compromiso por escrito de que la entrevista se publicará fielmente respetando lo que se diga en ella. Pero lo que no puedo asegurarle es que después de publicada haya medios que comenten su contenido, positiva o negativamente, distorsionando o sacando de contexto alguna que otra frase…Pero usted y su “jefe” saben que ese es justo el riesgo de las entrevistas”. Termino con un tono alto para reafirmar la última idea. Ella se queda callada. Dentro de mí pensé “eso es todo” y me levanté de la silla para retirarme,  pero ella pone su mano en mi hombro y me dice secamente “siéntese”. Se aleja.   Una nueva espera. Más minutos acumulados para perder el tiempo, otro lapso en el que comienzan a despuntar los primeros atisbos reales de frustración profesional…pero no permito que emerja el enojo. Algo me dice que, contra todo pronóstico la entrevista va, que ya casi viene el divo de los narcocorridos a pontificarse, aunque yo le tengo preparado algo a lo que seguramente no está acostumbrado.  Un camarero interrumpe el pulso de mis maquinaciones, ofreciéndome la carta de bebidas y la del Bistró, junto con un recado: “Ya casi termino compa. Pídase lo que quiera por cortesía de su amigo”. Buena señal. Pido complacido una botella de un buen vino espumante para ahogar el tedio de las últimas horas de espera. Es una pena que mi compañera se haya ido. Para pasar el rato me concentro en la música de fondo que es una pieza musical jazzística que se llama  Space Acres, interpretada por el pianista Marc Copland, seguramente acompañado de su trío compuesto por Drew Gress en el bajo y el batería Bill Stewart. Pero no puedo dejar que la ensoñación de la música y el vino distraigan mí pensamiento. Debo repasar los posibles escenarios de la entrevista en virtud de la estrambótica personalidad de mí fuente. Reviso una vez más las expresiones de mis preguntas depurando lo reiterativo y lo que no es claro. Paso lista mentalmente a la pasarela de músicos del Movimiento Alterado que desfila en el documental Narco-cultura. Recuerdo sus dichos y actitudes, algunos términos de su jerga lingüística que por momentos recuerda el apolillado slang empleado por la Mara Salvatrucha o la célebre M19... El compositor y cantante de corridos que voy a entrevistar, se negó a exhibir su rostro  en la película, para defender su anonimato. Sale brevemente de espalda en la parte del Rave Party vaciando una botella de Dom Perignon. Dejo estas imágenes de nuevo para disfrutar el vino. Doy portazo a los nervios y amartillo el gatillo de las preguntas. Voy a diseccionar con la aguda navaja de Occam a un pontífice apologista de los señores de la guerra, a un bravucón de casi dos metros de altura al que le gusta la vida loca, es decir, Money, pussy & Hummers. Un verdadero cabrón que no tiene empacho en glorificar la masacre exhibiéndose en el escenario con chalecos kevlar y réplicas –supuestamente inofensivas- de fusiles automáticos Kalashnikov 47 (los loados y venerados cuernos de chivo). El choque parece inminente. Un tumulto repentino llama mi atención. Gritos de mujeres jóvenes que forman una valla rodeando al “artista”, escándalo, flashazos de improvisados paparazzi. Él saluda brevemente a todos sintiéndose cómodo entre la animación de las trasnochadas “plebes” que se desbordan en besos y gritos, y una cómica competencia por ver quién de ellas se quita el brassier más rápido y lo avienta para que él lo atrape y se lo devuelva con un beso. Su séquito de guardias impiden discretamente que alguna de las chicas se acerque al tipo pero es una labor casi imposible por el arrojo y la determinación de ellas de por lo menos tocar por un instante la materialidad del American Idol. Al fin decide dar vuelta y enfilarse hacia la mesa del bar donde yo espero. La lujosa caoba del bar se cimbra con los pesados pasos de unas espectaculares botas de piel de cocodrilo, subrayando la corpulencia del hombre y su estatura. Viene vestido con pantalones vaqueros y una camisa de seda estampada con arabescos, lente oscuro y sombrero texano. Me saluda efusivo y me invita a seguirlo a la zona de fumar, una amplia terraza de mármol reservada exclusivamente para realizar la entrevista. Pide al camarero una botella de champaña y dos copas, un platón de arrachera con guarnición de ensalada…para hacer de la entrevista una plática de cuates –me dice- y yo espero que el servicio sea puesto para comenzar. Hecho esto nos quedamos solos y nos miramos de hito en hito como midiendo mutuamente nuestra posición. El rompe el silencio con una disculpa-ataque por el tiempo de espera pero insiste en su preocupación por la publicación de la entrevista…no respondo, preparo mi cuaderno de notas y pongo delante de él la mini-grabadora Sony. Este gesto es una señal inequívoca para él que alza los hombros y se desparrama en su silla. Toma su copa de champaña y le da un sorbo largo que degusta con fruición. Mira su reloj y me dice en un tono tranquilo: “Ok, compa. Comience”   
JD: A raíz del estreno de la película Narcocultura el movimiento Alterado tiene una atención que, en tus palabras, es inesperada. Desde tu experiencia cómo se explicaría esto.
ANONYMOUS: Yo te sabría decir nada de explicaciones. Yo lo veo básicamente desde dos partes. Por una, músicos que componen un estilo. Por otro, gente a la que le gusta nuestro estilo. Eso es todo. Si no existiera lo segundo no estarías platicando conmigo.
JD: Alterado es un adjetivo que se asocia con la embriaguez producidas por sustancias. ¿Ese es el sentido que el movimiento le quiere dar a su propuesta musical?  
ANONYMOUS: Más o menos… en el ambiente -tu sabes- la gente te invita un poco de todo y es tu rollo si le entras o no. En mi caso mantengo un régimen estricto de abstinencia porque ya estuve clavado long time in that sheet.  
JD: ¿Por qué eligieron el adjetivo Alterado para su movimiento?
ANONYMOUS: El nombre... bueno, en el medio donde andamos no importan los nombres, los nombres pueden cambiarse pronto o después…el nombre es algo que podemos olvidar fácilmente. Este fue elegido porque no había otros que sonaran intensos como ese. Pues a mis compañeros si les gusta el relajo, y a lo mejor ese nombre va bien con la euforia y el viaje…qué se yo.  
JD: Parece que hay una asociación natural entre su propuesta con la temática de los narcocorridos…
ANONYMOUS: No lo creo. El narcocorrido es algo obsoleto entre nosotros porque el rollo que tira es de una ambigüedad que no pasa por nuestra cabeza. Wacha. El corrido ese elogia a militares, comandantes policiacos, banda sinaloense o jefes de cártel. Como si todos anduvieran metidos en el mismo saco. Nosotros narramos sólo lo que pasa en los dos últimos componentes de la lista… su vida, sus aventuras. A nosotros, los efectivos verde olivo (ejército), marinos o azules, no nos inspiran nada, no nos dicen nada…no sé si has visto a esos cabrones y la forma en que se cargan a la gente, malandros y no malandros. Por eso lo único que pueden causar es asco. ¿Te queda claro?
JD: ¿Es eso es un manifiesto político?
ANONYMOUS: No sé. En Sinaloa, tierra de mí jefecita, no todos andan en el negocio pero parece que a esos cabrones les da lo mismo y por eso se chingan a todos por igual. Pero mucho más a los que no andan… Tengo familiares, y también amigos con familiares que viven ahí y que fueron acusados de narcos cuando lo único que hacían era sembrar la tierra…ya llevan varios años con un proceso que parece no tener fin.
JD: Las compañías que editan sus discos son multinacionales.
ANONYMOUS: Desde luego man. El garaje no es para nosotros. Donde pegamos perrón es en Estados Unidos por eso necesitas esas compañías para que la difusión del trabajo sea mashina. Algunos de los grupos que colaboran en este colectivo han vendido nomás en la primera semana, cerca de 250 mil copias y otros como 500 mil. A la plebada bracera le prende shingón el triki-truku de los Alterados…
JD: Me imagino que en los inicios las grandes compañías y las tiendas de distribución tenían sus reservas por la temática de sus corridos…
ANONYMOUS: Desde luego. Por eso se fundó Twins Records, un sello que en sus inicios imprimía tiraje limitados. Pero cuando se convirtió en subsidiaria de grandes sellos discográficos como Sony Music, DG y Warner sus tirajes se multiplicaron en millones de copias. Me acuerdo que el primer pedido que hizo una tienda como Wall Mart de un CD del Komander fue de 50 copias. De risa loca vato,  si piensas en el volumen de ventas que esa cadena comercial mueve por semana. Luego se dieron cuenta que los chavos buscan esa onda y entonces elevaron sus pedidos en las cadenas de Estados Unidos, con la condición de poner la etiqueta Parental Advisory... Eso es ridículo man. Nomás imagínate una tienda que en cada sucursal en territorio estadounidense, tiene una sección completa de armas de todo tipo, negándose a vender discos de Hip Hop, Rap y nuestra música, según que por incitar a la violencia...
JD: Y eso último, desde tu visión,  no es así…
ANONYMOUS: Pues claro que no. Nosotros cantamos sobre lo que vemos. La violencia existe y eso no lo iniciamos nosotros. Desde que el gobierno mexicano desplegó sus tropas le pegaron a un avispero que no esperaban y la cosa se puso colorada, cabrona, de poder a poder… y eso se propagó a Bronswille, Los Ángeles, San Diego, El Paso;  todo mundo sabía que aquellos (los narcotraficantes) no se iban a dejar pero nadie se esperaba que la respuesta fuera del tamaño que ha sido… un chingo de muertos o más, es impensable vato. En EU dicen que son como 150 mil, figúrate. Lo peor es que en algunos lugares los federales mexicanos nomás no entran. Eso es poder, cabrón.    
JD: Aunque hayan atrapado al Chapo…
Anonymous: Mira, En Estados Unidos nomás se ríen del gobierno mexicano… de nada sirve atrapar a jefes si no detienes lo que es el mero negocio. Ahora el negocio no son sólo las drugs, también están las armas y los demás bisnes,  discotheques, centros nocturnos, el tráfico de personas y miles de negocios legales vinculados al blanqueo de dinero sucio. Yo vivo en California y te puedo decir que los medios informativos siguen reporteando que,  a pesar de la persecución del Chapo o la desarticulación de los zetas o la caza de los templarios; la hierba, la coca y las anfetas (metanfetaminas) sigue llegando desde México como si nada hubiera pasado.        
JD: ¿Cuál es la relación que ustedes tienen con los medios de comunicación?
ANONYMOUS: Nosotros ninguna…al menos no directamente. Creo hablar por todos cuando te digo que no tenemos una relación directa. Debes entender que eso es territorio del marketing, la promoción, la distribución, forma parte de lo que negocia la disquera con la televisión, la radio, las revistas, etc. A nosotros sólo nos avisan cuándo y dónde presentarnos para entrevistas o presentaciones en vivo.
JD: ¿Qué opinas del tratamiento mediático que les da la televisión mexicana a los temas que ustedes abordan en los corridos?
ANONYMOUS: Para mi está claro que la televisión mexicana es un negocio privado que tiene sus reglas particulares. Hacia fuera tratan de conservar una imagen “limpia”, pero adentro es gente como cualquiera. Los cabrones más locos que he conocido trabajan ahí. Se la pueden pasar todo el día en el “perico” y creo que por eso tienen tanto aguante. Pero ante la gente ellos son capaces incluso de reprobar su propio vicio o incluso decidir no pasar nuestros videos que ellos consideran ofensivos…
JD: ¿Te refieres a la censura?
ANONYMOUS: Sí, a eso mismo. Y para nosotros como seguramente para mucha gente, la censura es algo que nomás no cuadra, no es pareja, no es algo que tenga coherencia. Si no fíjate, wacha bien. En los noticieros las imágenes de los crímenes violentos no son exhibidas que porque eso es propaganda para los malandros. Pero le cambias de canal y le caes a otro de la misma empresa donde exhiben movies con imágenes de madrizas o asesinatos. Violencia pues. Pura violencia. Eso es un ejemplo real de la incoherencia que sostienen los medios como la televisión.
JD: ¿Ustedes directamente se ven sometidos a la censura de la televisión?
ANONYMOUS: Siempre. A veces las compañías disqueras nos obliga a modificar algún verso o las imágenes del video pensando en su proyección en la televisión. A mí me molesta pero esto es un negocio y he aprendido a tolerarlo. Personalmente para mí es algo…cómo decirlo? Pueril, bastardo… Porque nomás no vas terminar la violencia ocultándola. La realidad está ahí a pesar de que la televisión o el radio la oculten.
JD: ¿Te molesta la censura?
ANONYMOUS: Sí. Creo que ya lo dije. Pero es parte del negocio…
JD: ¿Para los artistas también es negocio?
ANONYMOUS: Debe serlo. Nosotros no estamos metidos en esto sólo por amor al arte. Vivimos de esto y también nuestras familias y la gente que trabaja para nosotros. El soporte que te dan las compañías disqueras es una parte muy reducida de nuestras ganancias. Debemos completarlo con los conciertos que consiguen los representantes o amigos conectados con empresarios del espectáculo. En mi caso, son los parientes o amigos quienes hacen conexiones con empresarios gabachos principalmente porque esos suelen pagar cash, es decir puros cueros de rana, dolaritos pues, que vienen en el orden de treinta mil a cuarenta mil por concierto. Depende cuanta raza jale con uno… Por otro lado también están los encargos particulares de gente que quiere salir en los corridos o quiere que otros salgan en los corridos. Si les gusta la pieza te la pagan y a veces la cifra es uff¡… luego te cuento.
JD: ¿Cuánto?
ANONYMOUS: Espero que no seas un agente del fisco…una media de 35 mil dólares.                     
JD: Por pieza
ANONYMOUS: Sí por pieza. Luego ellos te invitan a una fiestecita dónde también pagan y conectas con otros para hacerles una pieza o para conciertos masivos o para fiestas particulares.
JD: Eso no les ha generado conflicto con los bandos rivales, enemigos del amigo al que le compones un corrido…
ANONYMOUS: No te digo que eso no pueda ocurrir. Pero componer un corrido no nos hace ser parte de ese clan. Ellos llegan a nosotros y nos piden una pieza pero hacerlo no nos hace enemigos de nadie. Espero que lo entiendan.
JD: Pero las armas, las bazukas en el escenario, los disfraces embozados y los colores, hablan de una identificación.
ANONYMOUS: Con el medio en general sí, pero no con algún bando.
JD: Pero los chalecos kevlar, los pasamontañas de calavera y los fusiles automáticos son distintivos de los zetas, en cambio la cruz roja en el pecho de una camisa blanca es de los templarios, las R15 del sicariato sinaloense...
ANONYMOUS: Distintivos sí. Preferencias diría yo. Aunque la Santa Muerte y el santo don Jesusito Malverde, los une a todos en la misma devoción. Pero el que te disfraces como uno de ellos no quiere decir que seas uno de ellos. Tal vez sea difícil separar la imagen de la realidad, pero lo cierto es que nosotros sólo hacemos performance y la utilería puede recogerse de muchas fuentes. No sé de ningún músico metido a narco, al menos de los que yo conozco. Por ahí andan dos chavitos gruperos que dicen los medios que son hijos de don Quique Placarte[1] y que su vestimenta de espectáculo incluye crucecitas. Pero insisto en esto: el que adoptes un distintivo no te hace ser eso que representa.
JD: Pero admites que los distintivos representan justamente eso a lo que están ligados
ANONYMOUS: Al menos yo no lo niego. El Komander por ejemplo es un chavo muy loco que canta corridos para los de Michoacán y celebra en sus canciones las entregas, los perreos (enfrentamientos con fuerzas federales), las viejas y la vida loca. Los Buknas cantan las hazañas de la banda sinaloense. Yo mismo compongo canciones para los compas de Tamaulipas… Entonces cómo negar que cada rola que hacemos alude a los jefes del negocio o a sus organizaciones. Ok. Pero no nos hace uno de ellos. La gente que va a los conciertos les puede gustar algún tema, pero igual que lo que pasa con nosotros, eso no quiere decir que sean sicarios o miembros de alguna organización.
JD: Aunque en los tiempos actuales de la guerra contra las drogas,  esa distinción que pides como petición de principio no es muy clara… la violencia confunde todo, incluso en los Estados Unidos.
ANONYMOUS: Estoy de acuerdo. Las putas balaceras, las tumbas, las narcofosas y toda esa sheet que viene adherida con dolor, hace que la gente pierda la cabeza por el enojo o la indignación. Eso puede hacer percibir a la gente que somos miembros de un cártel. Pero la percepción de la gente es problema de la gente. Es parte de un problema que yo no puedo resolver. Mi Job es cantar lo que veo y ponerle un sentimiento para que la gente entienda que lo que dice la tele no es del todo cierto. Hay niveles. Hay situaciones particulares. Circunstancias de cada quien que hace la vida tan dura para que la muerte sea fácil. Dicen que es más digno prenderse de un jalón que irse consumiendo. Un amigo dice que es mejor vivir como rey diez años que ser unos pendejos por cien…en cualquier caso cuando te toca calacas aunque te muevas. Si no, aunque te pongas. Y que siga la fiesta.
JD. El peligro es emocionante…
ANONYMOUS: Como decía la Chimoltrufia: “pa´que te voy a decir que no, si sí”. Cuando la raza te sigue y eres famosillo, estás expuesto. Eso lo sabe cualquiera que ande en esto de la artisteada. Hay algunas cosas que llegan porque tú las deseas y otras que llegan sin que lo esperes. Viejas, trago, perico, armas, giras, invitaciones. Tú sabes. Y la verdad es que para desbarrancarse cuesta muy poco. El dinero rápido que llega a tus manos te hace sentir invencible. Las morras, te hacen sentir único. The drugs in dop show. El reventón es una buena medicina. Que no te lleva adonde tú quieras, eso es verdad. Como también lo es lo que has de pagar en resaca por todo lo que te metas. Si en el free way manejas como un cabrón descerebrado a 220 km/hora la sensación es tan emocionante que luego lo harás una y otra y otra vez aunque termines embarrado.
JD. Parece que no hay límites…
ANONYMOUS: El peligro es actuar como si no los hubiera. Creo que en ciertos momentos de la vida, no los hay. El mundo es tuyo. No tienes miedo. Actúas. Haces locuras. Trabajas como un burro. Duermes poco. Te revientas dos o tres noches seguidas. Te tiras a todas las morritas que quieren contigo. ¿Qué haces si lo que quieres está a tu alcance? Simplemente lo tomas y ya está. Otra cosa muy distinta es cuando te haces veterano, tiene hijos o sientas cabeza. En mi caso los límites me han ayudado a parar los excesos. Simplemente no podía seguir en el trajín de la borrachera.
JD: Aparte de la ciudad de México qué otras partes del país conoces…
ANONYMOUS: Esta es la cuarta vez que estoy en México. La primera y la tercera vez fueron estancias muy breves. Pero mi segunda vez, al visitar Sinaloa, estuve como tres meses.
JD: ¿Sinaloa se reveló ante ti tal como la evocas en tus corridos?
ANONYMOUS: La imagen que yo tenía era la que me había contado mi jefa… idílica, provincial, de una belleza exuberante entre ciudades pequeñas rodeadas por la sierra y la costa del pacífico. Luego eso cambio cuando conocí Badiraguato, Culiacán, Guamuchilito, Mocorito y La Presa… hay gente muy rica y genta muy jodida. Gente trabajadora como mis parientes que se la pasan en el campo casi todo el día. Las viejas bien guapas y con unos culos como para hacerles un monumento… Caserío, ranchitos y pueblos, a unos cuantos kilómetros de la bella Culiacán. No puedes creer la cantidad de gente que hay ahí movilizándose al norte para alcanzar el american dream. No puedes creer que justo en esa tierra surgieron todos esos personajes de la leyenda negra, que comenzó con la adormidera y terminó en el cristal, pasando por la hierba y las rayas blancas…
JD: En Sinaloa está el santuario de Malverde…
ANONYMOUS: Sí. Y los cementerios de los jefes con tumbas que tiene el tamaño de mansiones. Y las mansiones donde viven sus familias. Y las plazas comerciales que son alucinantes. Cuando ves la fuerza del dinero, entiendes por qué mucha gente quiere meterse al negocio de la mierda. Eso ha de darte una seguridad que en ningún otro lado conseguirás. Aunque mueras pronto o termines en chirona (cárcel), el arriesgue vale la pena. Cuando me cuentan en que tiempo la ciudad de Culiacán creció por el dinero del “oro blanco”, no lo puedes creer. De la noche a la mañana, en medio del desierto, una ciudad moderna fue levantada con todos sus lujos.
JD: ¿Por el dinero del oro blanco?
ANONYMOUS: Pues de dónde más. Nomás porque algunos no queremos ver eso no significa que deje de existir el negocio… Si no quieres ver está bien, haya tú. Pero la verdad es que el negocio de las drugs nunca se va a terminar aunque atrapen a los cabecillas o los maten. Creo que ya dije que hay mucha lana en esto como para que dependa de una sola persona. Las drogas seguirán yendo hacia el norte. Las armas al sur. Y los corridos seguirán celebrando todo eso. Esa es la vida loca y no me siento culpable de nada pues yo no la inventé. Yo no la puse. Yo no la cree. Los “muñecos” seguirán cayendo y las bajas colaterales también porque es una guerra por el dinero, grandes cantidades, inimaginables, de alucine.
JD: ¿Esa es tu postura personal frente al mundo del narcotráfico?
ANONYMOUS: Simón ese. That´s  it. Yo sólo canto lo que veo…
JD: Gracias por tu tiempo.
ANONYMOUS: Me ha gustado la entrevista. Me han gustado las preguntas. Casi siempre les doy cortón a los putos reporteros a la mitad con bostezos y mala dicción, porque me preguntan cada pinche mamada. Pero es hora de irme aunque me gustaría seguir nuestra conversa,  pero ya me están haciendo señas de que ya no hay tiempo. Gracias a ti y perdona la espera. Hasta en otra ocasión. Un saludo para toda la raza de México. 




[1] Se refiere a Melissa y Quique Plancarte, supuestos hijos de Enrique Plancarte, quien, de acuerdo a la DEA y los servicios de inteligencia del gobierno de  México, es uno de los líderes del grupo delictivo los Templarios, cuya base de operaciones está en Michoacán, dedicados a la exportación de metanfetaminas hacia los Estados Unidos.   


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