ISADORA FABER
EXPONE EN SU BLOG LA SIMULACIÓN
EN UNA ESCUELA PÚBLICA DE BRASIL
By Jorge Antonio Díaz Miranda
Lunes 24 de diciembre 2012
El ministro de educación de Brasil fue puesto en evidencia por Isadora Faber, estudiante adolescente que padece la educación pública de Brasil. Hasta hace unos meses Isadora era como cualquier otra estudiante brasileña. Su fama comenzaría después de junio de este año cuando lanzó a la blogosfera su post Classroom Diary, un espacio common creative, cuyo propósito es registrar los padecimientos diarios de los estudiantes dentro del sistema de educación pública brasileña, en la comunidad de Santa Catarina. El impacto de su facebook page fue tal que unos cuantos meses después Isadora ya era entrevistada por las principales cadenas televisivas y radiales de Brasil, convirtiéndose contra su voluntad en la pesadilla de administradores de su escuela y en la campeona de los niños y niñas que se sentían hartos del lamentable estado de la educación pública. El quilombo de Isadora Farber comenzó modestamente, pero luego de siete años de esperar que se cumplieran las promesas de mejora, se cansó y comenzó a llevar registro de todos y cada uno de los problemas que a diario se presentan en su escuela. Con la cámara de su teléfono celular recorrió los pasillos fotografiando lo que veía, grabando los comentarios de los maestros y las visitas de inspección de los “coordinadores de zona” que se hacían de la vista gorda. Así documentó salones de clase llenos de pupitres rotos, baños sin puerta ni asientos de inodoro, ventiladores de techo sostenidos precariamente con pijas vencidas, con cableado eléctrico pelado que daba descargas cuando se encendía el mecanismo rotor. Uno de sus comentarios mejor documentados trataba de un pintor contratado por la intendencia general y a quien se le había pagado dos años atrás sin que terminara la obra. También ha registrado los comentarios de maestros que opinan su contrariedad de lo Isadora comparte en la red. Por ejemplo el del profesor de idioma portugués advirtió al grupo que los blogs sobre asuntos de la escuela eran “inmorales y poco éticos”. Isadora subió el comentario de su profesor a la red y poco después fue citada para un interrogatorio en la comisaría de la policía donde se le amenazó con una demanda judicial por difamación.
Pero incluso la sombra de la persecución ya no podía detener el cúmulo de cuestionamientos que se les vino encima a las autoridades responsables de la educación en Brasil. En pocos meses el Facebook page de Isadora Faber registró más de medio millón de visitas con comentarios solidarios de otros estudiantes, niños y adolescentes, que compartían su indignación y le contaban sus propias penurias, por lo demás parecidas a las que padecía la propia Isadora en su escuela. Desde entonces han surgido páginas y post similares dedicadas a exponer las fallas de la escuela pública desde la Pampa hasta el Amazonas, desde el Atlántico al Pacífico, desde el estrecho de Magallanes hasta Alaska. Hasta la primavera de los pingüinos chilenos saludó con entusiasmo el ejemplo de Isadora y lo sumó a las protestas que se generalizan en el continente por la mediocridad con la que se administra la educación pública. En el contexto brasileño la valiente tarea de Isadora Faber tiene una resonancia significativa en el marco de un esfuerzo más amplio de reformar su disfuncional sistema de educación pública, puesto en evidencia por el Índice Global de Habilidades Cognitivas que sitúa a Brasil en el penúltimo lugar de una lista de 40 países.
En México cerca de tres millones de niños padecen la disfuncionalidad del sistema de educación pública, por tanto es de esperar que en el corto plazo surjan blogs denunciando la simulación y la mediocridad que es el común denominador, sin dejar fuera las más que honrosas excepciones.
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