Mas de setecientos muerto en menos de dos semanas contra 10 muertos israelitas en 5 años. Ciento cincuenta y dos niños asesinados horriblemente, artera y alevosamente por los letales bombas y super armados helicópteros que atacan principalmente de noche como vampiros sangriento, aviones no tripulados que espían y señalan blancos para la artillería sin importar que defina dentro de ese rango hospitales, escuelas, refugios o casas habitación civiles. El risible primer ministro canadiense se viene con la estupidez de que la tragedia humanitaria de Gaza es exclusiva responsabilidad de los ataques de Hamas con proyectiles dotados con una mínima carga explosiva. En México la comunidad judía adinerada publica desplegados alertando a la población de no dejarse engañar por antisemitas...en estas dos expresiones del absurdo abunda el chantaje y la ignorancia, lo bufo y el absurdo para defender lo que de ninguna manera podrá defenderse, ni en esta vida ni en ninguna otra. Cómo pretender justificar esta invasión punitiva a la Franja de Gaza que vive desde años y gracias al permanente bloque comercial de Israel una tragedia humanitaria. Cómo pretender que hay una razón de peso para que el Estado israelí bloquee el acceso a la prensa internacional y difunda a través de los servicios de información del ejército lo que le conviene. Cómo justificar los disparos a las ambulancias que llevan de un lado a otro a los heridos sin encontrar un hospital que los pueda atender. Cómo justificar esta barbarie de exterminio masivo, de interminable acoso a niños menores de diez años con cuadros severos de desnutrición. Cómo es posible que el mundo occidental pretenda sostener las mentiras del criminal Olmert y su camarilla de halcones. Hoy por hoy no existe ninguna evidencia a favor de la afirmación de las grandes cadenas informativas cuyo sentido es de resaltar el "cuidado que mostrado Israel de no provocar víctimas civiles". Robert Fisk nos recuerda los asesinatos acumulados del Estado sionista que asciende a 17500 civiles en Líbano en 1982; los 1700 palestinos muertos durante la matanza de Sabra y Shatila, y más de 3000 muertos adicionales en distintas incursiones en la década de los noventa y hasta nuestros días. Y toda esta carnicería en medio de las más absurdas mentiras que Israel ha enseñoreado sin sonrojarse por su cinismo y el humor negro del que hace gala: que los palestinos desentierran a los muertos de los cementerios y los ponen en los lugares donde cayeron las bombas. En medio de este caos, la ONU y la Cruz Roja Internacional han jugado un papel de vergüenza y complicidad al servicio del oligárquico Consejo de Seguridad, el apoyo explícito de los Estados Unidos y de la OTAN.
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