JORGE ANTONIO DÍAZ MIRANDA
Cuernavaca Morelos. Miércoles o7 de mayo de 2014.
La comunidad universitaria hizo demostración de un músculo apocado y una convocatoria reducida. Como en los mejores días porriles de la FEUM, se reunió un contingente de gente entusiasta gritando consignas políticamente correctas pero faltas de sustancia. La indignación sobra por el asesinato del catedrático Alejandro Chao y su esposa Sara Rebolledo, pero éste se diluyó nada más al llegar a la plaza de armas. Los oradores no ayudaron mucho, sus discursos planos, monótonos y saturados de lugares comunes fueron la mar de insustanciales. El sonido fue nefasto y la deficiente dicción de sus jaculatorias terminaron por desinteresar al contingente estudiantil que aprovechaba para alejarse del sol y la reverberación incomprensible. La deficiente retórica y la sobre actuación de lamentos no convencieron aun auditorio que tomó las calles sin un compromiso real y sin una conciencia plena del estado de la violencia en la entidad, a pesar de los estudiantes y profesores desaparecidos, a pesar de estar sitiados como todos los ciudadanos de Morelos, por la violencia criminal. Las ofrendas y los mensajes dejados en la plaza de armas, fueron buenos motivos para tomarse la foto, pero nada más. No hubo una reacción integral, ni representativa de la máxima casa de estudios. Los oradores ni siquiera presentaron visiones coherentes en sus discursos que se antojaban improvisados, coloreados de una emoción ad hoc al lamentable suceso.
Urge que la UAEM integre un frente coherente, que exija del gobernador el esclarecimiento pleno del crimen con una actuación seria de las autoridades en la consignación de los responsables. Es necesario que no haga lo mismo que en los otros casos de sus estudiantes desaparecidos, evocándolos sólo en los actos públicos pero olvidando exigir resultados concretos al gobierno estatal.
Urge que la UAEM profundice en la crítica hacia la inútil estrategia de seguridad que adscribió Graco Ramírez con el Mando Único y exija su remoción inmediata por ineficaz y simuladora.
Urge que la UAEM se una a otros sectores de la sociedad pues el golpeteo de la violencia ha impactado al conjunto de la sociedad morelense.
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