SAUVAGES
By JORGE ANTONIO DÍAZ MIRANDA
Diciembre de 2012
Dos
visiones contrapuestas se anuncian tan sólo al comenzar la película: el paraíso
tecnológico, natural y de riqueza que se respira en la costa de Californiana de
Estados Unidos, y el ambiente sórdido, miserable y rudimentario de la villa
mexicana de Tijuana. Dos visiones que confluyen hacia un mismo contexto de
producción, acopio, trasiego y consumo de la mariguana. Al norte del río Bravo
la tecnología, la semilla mejorada, el pedigrí de origen afgano de la planta,
su cultivo controlado y el enriquecimiento THC al mejor nivel de pureza y
concentración. Al sur grandes extensiones de terreno serrano cultivado sin
control de calidad pero producción masiva,
con salarios de hambre para los
jornaleros del narco y las enormes ganancia que subrayan el hecho de que la
droga que más se vende es la de peor calidad porque la gente en el mundo ya no
tiene con que pagar y se conforma apenas con el cascaron verde de productos
dudosos. Pero la guerra contra los cárteles de la droga en México, bueno, al
menos contra aquellos señalados por el Estado mexicano como delincuentes y
peligrosos; obliga a ir al norte para buscar nuevos mercados y nuevas redes de
distribución. Esa migración introduce en el poderoso vecino del norte
desestabilización y corrupción: levantamientos, secuestros, enfrentamientos y
asesinatos se producen en las casas de policías, abogados y privilegiados
vinculados con el mercado de la mariguana. El músculo de los cárteles mexicanos
alcanza para invadir silenciosamente las villas ricas de Long Beach, Bel Air,
Holliwood y otros puntos neurálgicos de la élite Beach Boys. Pero el asalto no se hace en despoblado y la respuesta
es en todo sentido contundente con tecnología de última generación informática,
geo localización, sistemas de armas en manos de ex navi-seals y robo de
información bancaria para extraer millones de dólares. Los golpes duros entre
el bando de los carilindos estadounidenses y los mal encarados mexicanos
terminan en balaceras y levantamientos que son posibles, al menos en el lado
mexicano por la traición, el tráfico de influencias y la contra. No es un
thriller de decapitaciones, tortura y asesinatos masivos aunque su presencia se
alude al principio y en medio del desarrollo cuando un abogado mexicano es
masacrado por el matón dilecto de la jefa del “cártel de Baja”. Hay lugares comunes
que se repiten, sí, inevitablemente en el cine de corte holiwoodense, la mujer
que es jefa de cártel (moda de hoy), la violencia sin sentido, la fascinación
de las armas, el falso sentimentalismo holliwoodense según el cual la violencia
se puede desatar por atacar a alguien querido, sexo en comunidad, y
testosterona. No obstante, la historia en sí misma y su argumento son pasables
y por momentos llenos de intensidad, lo cual es teñido con la música, la
fotografía y las caracterizaciones, que en perspectiva, son acertadas por que
complementan el sentido del lenguaje cinematográfico, enmarcándolo y
contextualizándolo, lo que hace reconocible la situación planteada para el
público. Desde ese punto de vista es un acierto de entretenimiento mediático.
Si sólo se mira así la película, no hay ningún problema. Pero si se busca algún
tipo de mensaje sociológico o reflexivo que documente el problema del
narcotráfico entre México y Estados Unidos, entonces le falta más realismo,
objetividad e imparcialidad. Y sí, en ambos países la sociedad narca se ha
expandido gracias a la corrupción, la debilidad del Estados y la
paramilitarización.
SAVAGES.
ESTADOS UNIDOS & MÉXICO 2012. DIR. OLIVER STONE, GUIÓN: SHANE SALERNO, OLIVER STONE Y DON WISLOW, BASADO EN EL LIBRO SAVAGES DE DON WINSLOW,
REPARTO: EMILE HIRSCH, BENICIO DEL TORO, JOHN TRAVOLTA, SALMA HAYEK, DEMIAN
BICHIR, BLAKE LIVELY, TAYLOR KITSCH, TREVOR DONOVAN Y MIA MAESTRO.
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