GOLPEADORES
PRIÍSTAS
By Jorge Antonio
Díaz Miranda
Martes, 12 de junio de 2012
Bandas de facinerosos recorren las principales
ciudades de México para golpear opositores al carilindo Enrique Peña Nieto
(Quique Gaviotón o simplemente QG). En el último tramo previo a las elecciones
la exacerbación de posiciones se impone con el fin de ganar las elecciones por
las malas o por las peores, disputando calle por calle y casa por casa. La
barra brava se integra a las filas tricolores ofreciendo al mejor postor sus
servicios profesionales de ablandar a los adversarios para desfigurar,
quebrantar, patear, morder, apalear, sacudir, aplastar, ofender, humillar,
escupir, zurrar, mear, violar y burlar el Estado de Derecho. La masa de militantes
tricolores ha sido lanzada a la confrontación total y serán ellos los que se
apropien de procesos electorales y desactiven los incipientes movimientos de
resistencia. Uno de los componentes del fraude que viene, se anuncia justo en el desencadenamiento de
estas hordas para recorrer comunidades y poblados rurales e inducir con la
violencia la preferencia del voto peñanietista, como en los mejores viejos tiempos
de la cargada, el carro completo, el ratón loco, el carrusel, la tamalada y la
desaparición de urnas, ahí donde el adversario va ganando. Esta reaparición del Bronx partidista es
oportuna y forma parte de una estrategia amplia para secuestrar el proceso
electoral sin que las autoridades se atrevan a intervenir porque ellas mismas
forman parte de la simulación que se fragua. Los signos de la descomposición y
el enrarecimiento por vía de la violencia parecen hoy aislados e intermitentes,
pero en cuanto las casillas sean instaladas se verá lo que en realidad son,
ensayos preparatorios de una estrategia más amplia de asalto y votación forzada
con la adulteración o desaparición de casillas. Ese es el PRI que revive, el
peor de todos, el irascible dinosaurio q ue
trae consigo masas lumpen de cavernícolas dispuestos a tornar la simulación
democrática en una batalla campal en la que se imponga la fuerza bruta. Ya
viene, está cerca, sus agresiones se repiten cada vez más, sus abusos, con el visto bueno de la clase
media que no ve ni oye el estruendo de la marejada de lodo que se acerca. Y
esta vez, con doce años de parálisis social, las puertas están abiertas para que
su majestad el PRI vuelva al Poder Total con la promesa de gobernar al menos
otros 70 años con la divisa del partido único.
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